Bosnia elabora el primer censo desde su independencia en 1991
Sarajevo, EP
Las autoridades de Bosnia y Herzegovina han comenzado este martes la elaboración del primer censo en la historia del país desde su independencia, en 1991, un proceso que se ha convertido en una obsesión para los líderes políticos de las distintas comunidades étnicas del país, temerosas de que se rompa el falso equilibrio étnico establecido en los acuerdos de Dayton de 1995, que afecta al reparto del poder y del territorio y a la concesión de empleos en el sector estatal.
La elaboración del censo, que durará quince días y cuyos resultados se harán públicos a mediados de enero de 2014, permitirá establecer la estimación demográfica más detallada desde la guerra de 1992-1995, que causó cerca de 100.000 muertos y dos millones de desplazados. Los resultados del censo permitirán elaborar planes económicos más ajustados y podrían facilitar las aspiraciones europeas del país.
La elaboración se está viendo dificultada por las tensiones entre los líderes de las distintas facciones bosnias, los serbios, los croatas y los bosniacos musulmanes, temerosos de verse perjudicados en el sistema de "cuotas étnicas" establecido por los acuerdos de paz de Dayton de 1995.
De acuerdo con el último censo de 1991, elaborado en vísperas del colapso de la desaparecida Yugoslavia, el 43,5 por ciento de los bosnios (4,4 millones) se declaraban bosniacos musulmanes, el 31,2 serbios y el 17,4 croatas. Más del cinco por ciento se identificaban simplemente como "yugoslavos".
Los acuerdos de Dayton definieron a los bosnios, croatas y bosniacos como "pueblos constituyentes" con sus propios territorios y gobiernos a expensas de otras comunidades, como los judíos, los gitanos o los hijos de los llamados "matrimonios mixtos", que se negaron a definirse y quedaron, por ello, excluidos de las cuotas étnicas asignadas para trabajar en el sector público.
Estos sectores, clasificados como 'Otros', podrían modificar el balance de poderes en el país en caso de que sigan negándose a definirse como miembros de una u otra comunidad, lo cual aumentaría las presiones al Gobierno para modificar una Constitución que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha calificado de "discriminatoria". La incapacidad de Bosnia para ajustarse al dictamen del Tribunal ha bloqueado el proceso de adhesión a la UE, a la que pertenece su vecina Croacia desde el pasado mes de julio.
"DEBER NACIONAL"
Es por ello que durante la campaña previa al censo (que ha adquirido todas las características de una campaña electoral), los líderes políticos y religiosos han instado a sus respectivas comunidades a declarar abiertamente su etnia y religión como asunto de "deber nacional".
"Nuestra religión es el Islam", han proclamado los clérigos musulmanes en un mensaje leído durante las oraciones del Viernes. "En el censo, debemos decir que somos bosniacos y que nuestro idioma es el bosnio", han añadido. Por su parte, el clero católico ha pedido a sus feligreses, mayoritariamente croatas, que animen a sus familiares emigrados al extranjero para que regresen al país y se apunten al censo.
Las autoridades de Bosnia y Herzegovina han comenzado este martes la elaboración del primer censo en la historia del país desde su independencia, en 1991, un proceso que se ha convertido en una obsesión para los líderes políticos de las distintas comunidades étnicas del país, temerosas de que se rompa el falso equilibrio étnico establecido en los acuerdos de Dayton de 1995, que afecta al reparto del poder y del territorio y a la concesión de empleos en el sector estatal.
La elaboración del censo, que durará quince días y cuyos resultados se harán públicos a mediados de enero de 2014, permitirá establecer la estimación demográfica más detallada desde la guerra de 1992-1995, que causó cerca de 100.000 muertos y dos millones de desplazados. Los resultados del censo permitirán elaborar planes económicos más ajustados y podrían facilitar las aspiraciones europeas del país.
La elaboración se está viendo dificultada por las tensiones entre los líderes de las distintas facciones bosnias, los serbios, los croatas y los bosniacos musulmanes, temerosos de verse perjudicados en el sistema de "cuotas étnicas" establecido por los acuerdos de paz de Dayton de 1995.
De acuerdo con el último censo de 1991, elaborado en vísperas del colapso de la desaparecida Yugoslavia, el 43,5 por ciento de los bosnios (4,4 millones) se declaraban bosniacos musulmanes, el 31,2 serbios y el 17,4 croatas. Más del cinco por ciento se identificaban simplemente como "yugoslavos".
Los acuerdos de Dayton definieron a los bosnios, croatas y bosniacos como "pueblos constituyentes" con sus propios territorios y gobiernos a expensas de otras comunidades, como los judíos, los gitanos o los hijos de los llamados "matrimonios mixtos", que se negaron a definirse y quedaron, por ello, excluidos de las cuotas étnicas asignadas para trabajar en el sector público.
Estos sectores, clasificados como 'Otros', podrían modificar el balance de poderes en el país en caso de que sigan negándose a definirse como miembros de una u otra comunidad, lo cual aumentaría las presiones al Gobierno para modificar una Constitución que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha calificado de "discriminatoria". La incapacidad de Bosnia para ajustarse al dictamen del Tribunal ha bloqueado el proceso de adhesión a la UE, a la que pertenece su vecina Croacia desde el pasado mes de julio.
"DEBER NACIONAL"
Es por ello que durante la campaña previa al censo (que ha adquirido todas las características de una campaña electoral), los líderes políticos y religiosos han instado a sus respectivas comunidades a declarar abiertamente su etnia y religión como asunto de "deber nacional".
"Nuestra religión es el Islam", han proclamado los clérigos musulmanes en un mensaje leído durante las oraciones del Viernes. "En el censo, debemos decir que somos bosniacos y que nuestro idioma es el bosnio", han añadido. Por su parte, el clero católico ha pedido a sus feligreses, mayoritariamente croatas, que animen a sus familiares emigrados al extranjero para que regresen al país y se apunten al censo.