Bakovic peleó por su vida en medio de los juicios, no le escucharon y murió

La Paz, Oxígeno
Una serie de datos acumulados en uno de los cuadernos de investigaciones, declaraciones de autoridades judiciales y de la defensa, llevan a la conclusión de que el ex presidente del Servicio Nacional de Caminos, José María Bakovic, mientras se defendía de las acusaciones de presunta corrupción, peleó por mantenerse con vida, advirtió que su salud estaba seriamente afectada, pero no fue escuchado. Sus pedidos no fueron tomados en cuenta y el anterior sábado perdió la vida tras un paro cardiaco.


Bakovic fue presidente del SNC hasta el inicio del gobierno del presidente Evo Morales. Su administración le inició una serie de procesos por presuntos hechos de corrupción. La exautoridad caminera se defendió en diferentes tribunales ante los 77 juicios que le abrieron. Perdió la vida. Y el presidente Morales se lamentó por el desenlace y dijo que el caso está en la justicia.

“En todos los actos procesales en los que se ha discutido el tema de salud, el señor Bakovic ha hecho conocer que estaba defendiendo su vida y su salud”, dijo al periódico digital Oxígeno su abogada defensora, Audalia Zurita.

Acusado por lesiones graves al Estado, Bakovic pidió al Tribunal Séptimo de Sentencia que el caso abierto en su contra se radique en la ciudad de Cochabamba, donde él vive y dónde podría hacer frente a los problemas de salud, aquejados principalmente por la altura en que se encuentra la ciudad de La Paz.

El presidente de dicho tribunal de Sentencia, el juez Claudio Torres, admitió que sí hubo ese pedido, pero aseguró que la defensa de Bakovic no justificó ese pedido "con un certificado del IDIF. Nosotros no podemos, sin tener un respaldo, decir vámonos al interior, al domicilio donde se encuentra el señor Bakovic”, dijo.

Dicha aseveración fue desmentida por Audalia Zurita. “Es falso, si tienen que juzgarlo por mentiroso al presidente de Tribunal Séptimo de Sentencia así tendrán que hacerlo”, ya que no sólo se presentó un certificado forense sino tres certificados en diferentes momentos que, por una y otra razón, no fueron tomados en cuenta.

“Uno de ellos a pedido de ese mismo Tribunal, el informe dice que no se debería trasladar a lugares de altura”, dice Zurita. A esto se suma al menos siete certificados médicos particulares con el mismo tenor. La abogada explica que el expresidente del SNC padecía de 11 problemas de salud.

Un calvario

Bakovic falleció la noche del sábado 12 de octubre en Cochabamba como consecuencia de un infarto, luego de haberse trasladado el día antes a la ciudad de La Paz para asistir a una audiencia convocada por el juzgado séptimo de sentencia dentro de uno de los más de 70 procesos que tenía en su contra. Tuvo que trasladarse a la ciudad sede de gobierno, a pesar de que los médicos le dijeron que no debe hacer viajes.

Los datos recabados por Oxígeno señalan que el mal estado de salud de Bakovic provocaba la suspensión de algunas audiencias, y para que no ocurra el Tribunal Séptimo de Sentencia pidió al Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) un estudio y análisis de la salud del señor Bakovic, uno que sea realizado por tres médicos cardiólogos y especialistas de altura.

En el libro de investigaciones se pudo observar una nota firmada por la doctora Sheila Cádiz donde en el primer punto señala: “El IDIF no cuenta con médicos cardiólogos y con especialistas en altura pero sí cuenta con médicos forenses que son idóneos para realizar el examen solicitado”.

Cinco días después de la solicitud del juez, el equipo de médicos forenses dictamina que Bakovic podría viajar a La Paz pero no por un tiempo mayor a las 12 horas y bajo un control médico y monitorización requerida (control de la presión arterial, control de la frecuencia cardiaca y oxígeno terapia). Todo ese cuidado porque las patologías que sufre son de carácter crónico y asociados a la edad del mismo.

Con ese informe, el Tribunal de Sentencia convoca a Bakovic con la instrucción de que él debe correr con todos los gastos necesarios para munirse del cuidado médicos, a pesar de que la defensa había pedido que el Estado boliviano corra con los gastos por la situación económica del acusado.

Sobre el tema, el juez Torres explicó que si el interesado no se encontraba en condiciones económicas debió hacer conocer “que no está en posibilidades económicas de contratar un cardiólogo. En ese caso, hubiéramos sido responsables nosotros, pero no han justificado que no tenían esa posibilidad económica”.

Sin embargo, este martes 15, el periódico Oxígeno pudo constatar que en el libro de investigaciones existe un documento en el que Bakovic hace conocer que no cuenta con los recursos para correr con los gastos de médicos y equipos. Parte de aquella nota sostiene: “…no tengo ninguna posibilidad de contratar médicos y equipos de asistencia médica y una vez que llegue a esa ciudad tampoco podré movilizarme para conseguirlos”. El ingeniero Bakovic se refiere a que en La Paz estaría solo ya que su esposa no le acompañará por su también delicado estado de salud.

Este hecho es corroborado por Zurita. “El mismo día que ellos ha tomado la decisión (de la convocatoria de Bakovic) se ha hecho constar que don José María no podía proveerse y que debían ser ellos los que provean, (…) Hemos presentado un recurso de apelación para lo que teníamos tres días y ellos han dicho que la apelación no tenía efecto suspensivo. Así que tenía la obligación de concurrir a la audiencia”. ¿Qué pasaba si no concurría a la audiencia? Iba a ser declarado rebelde a las leyes bolivianas.

La defensa de Bakovic asegura que las autoridades judiciales y los galenos han cometido “un crimen” contra la vida de José María Bakovic: los jueces porque no aceptaron cambiar la sede del proceso a la ciudad de Cochabamba y los profesionales en salud por no tomar en cuenta los informes de médicos particulares y no haberlo sometido a análisis por médicos cardiólogos y especialistas en altura.

“Ellos (IDIF) están facultados a contratar los servicios de profesionales. Así lo establece el reglamento, tienen las posibilidades y pueden contratar a muchos peritos, auditores, ingenieros, médicos y todos los profesionales especialista que requieran para cumplir esa función que tiene ellos”, indica la jurista.

Audalia Zurita dice que el delicado cuadro de salud de Bakovic era de conocimiento de todas las autoridades judiciales relacionadas con los procesos abiertos en su contra. “No eran casos aislados, había un designio encima de ellos (jueces y fiscales). Había un acuerdo para perjudicar lo más posible a Bakovic, pensaron que iba a morir y sabían del grave estado de salud”.

Así, siete días después del cuadro que derivó en un paro cardiaco contra Bakovic, Zurita dice que el estado boliviano tiene que responder ante la familia Bakovic “por la tortura, trato cruel, abusivo y arbitrario a la que fue sometido”. El martes, el presidente de la Comisión de Constitución, el diputado oficialista Héctor Arce, dice que este caso es un ejemplo de que la justicia boliviana se ha deshumanizado/

Entradas populares