Análisis DPA: el espionaje entre aliados, ¿un secreto a voces?
Berlín,dpa
El presunto espionaje de Estados Unidos a 35 líderes mundiales, incluida la canciller alemana, Angela Merkel, provocó esta semana una conmoción global. Pero diversos expertos ven pocas razones para sorprenderse. El espionaje entre aliados es un secreto a voces, aseguran. Y no sólo por parte de Estados Unidos.
Desde México, otro de los países más golpeados por el presunto espionaje exterior de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA), el exvicepresidente Vicente Fox consideró esta semana “un poco incoherente andar espiando y quejarte porque te espían”.Squarcini atribuyó esa práctica a la propia Francia. “Estados Unidos nos espía a nivel comercial e industrial, al igual que nosotros los espiamos a ellos, porque defender nuestras empresas es un interés nacional. Nadie es inocente”.
El presunto espionaje de Estados Unidos a 35 líderes mundiales, incluida la canciller alemana, Angela Merkel, provocó esta semana una conmoción global. Pero diversos expertos ven pocas razones para sorprenderse. El espionaje entre aliados es un secreto a voces, aseguran. Y no sólo por parte de Estados Unidos.
“No, en realidad no me sorprende”, señaló a la agencia dpa Wolfgang Ischinger, jefe de la Conferencia de Seguridad de Múnich. “Todos debemos dar por hecho que se producen escuchas de este tipo siempre que sea posible. Y, por cierto, no sólo de Estados Unidos. Lo sabe cualquiera que maneje información confidencial en el gobierno”.
Ischinger no sólo preside uno de los foros de seguridad más importantes del mundo. También conoce las entrañas del poder en Washington, donde fue embajador de Alemania. “El problema no se resuelve si Obama promete no volver a hacerlo. Otros lo seguirán haciendo”.
Pero al mismo tiempo, insistió en dar por hecho que países amigos se vigilan entre sí. “A fin de cuentas, ésa es también la misión de cualquier organismo de espionaje: conseguir información, incluso sobre la visión de un socio. No podemos pecar de ingenuos”.El experto admitió que el escándalo representa una “ruptura de confianza” y un daño “enorme” a la relación entre Estados Unidos y sus socios europeos. “Da la sensación de que los servicios secretos de Estados Unidos perdieron el rumbo y que no conocen límite”.
La postura de Ischinger está lejos de ser una excepción. También Bernard Squarcini, ex jefe de la agencia francesa de inteligencia interior, se mostró “abrumado por la desconcertante ingenuidad” con la que reaccionaron los gobiernos europeos al incesante goteo de revelaciones sobre el espionaje estadounidense.
“Parece que los políticos no leyeron los informes que reciben. No debería haber ninguna sorpresa”, dijo tajante en una entrevista con el diario francés “Le Figaro”. “Las agencias (de inteligencia) saben perfectamente que todos los países, incluso aunque cooperen en la lucha contra el terrorismo, espían a sus aliados”.
Desde México, otro de los países más golpeados por el presunto espionaje exterior de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA), el exvicepresidente Vicente Fox consideró esta semana “un poco incoherente andar espiando y quejarte porque te espían”.Squarcini atribuyó esa práctica a la propia Francia. “Estados Unidos nos espía a nivel comercial e industrial, al igual que nosotros los espiamos a ellos, porque defender nuestras empresas es un interés nacional. Nadie es inocente”.
Según revelaciones del exagente de la NSA Edward Snowden, la agencia espió mails y conversaciones teléfonicas del actual presidente de México, Enrique Peña Ñieto. “A mí no me parece ninguna sorpresa, no es nada nuevo que haya espionaje en todos los gobiernos del mundo, inclusive el mexicano. No sé por qué ahora se declara ofendido”, dijo Fox, dando por hecho que también él fue espiado.
La idea del espionaje y las escuchas como prácticas conocidas y practicadas por todos los gobiernos sonó también en el mismo Estados Unidos ante el estallido del escándalo por las revelaciones en torno a Merkel. “Todos espían a todos”, resumió el senador republicano Marco Rubio en declaraciones a la CNN. “Es un hecho”.
La revista “The Economist” consideró que la práctica generalizada del espionaje explicaría la tibia respuesta al escándalo por parte de la Unión Europea (UE), que en la cumbre del jueves y el viernes en Bruselas descartó una condena unánime, apostó sólo por conversaciones bilaterales y destacó “la estrecha” relación con Estados Unidos.
“Un motivo para semejante cautela es que los estadounidenses, si bien cuentan con la mayor operación de escuchas electrónicas, no son los únicos en llevarlas a cabo”, comentó el prestigioso semanario británico.