Un mercado sobrevalorado
Europa, Agencias
Como si siempre se hablase del 'nuevo Maradona', hoy cualquiera vale una fortuna. La sobrevaloración del mercado tiene un origen, una continuidad y un mentor: Florentino Pérez.El reciente surgimiento de variadas pero similares afirmaciones sobre supuestos valores de algunos futbolistas top despierta –bruscamente- la atención, obliga a detenerse en las cifras de las que se hablan e invita a reflexionar. Que Gareth Bale vale 133 millones de dólares... que Edinson Cavani le costó a PSG85M y Monaco desembolsó 80M por Radamel Falcao o que Lionel Messi vale 770 millones... ¿No será mucho?
Estos precios se tornan tan llamativos debido a lo elevados que son y a que hace tiempo que ya no se habla de un caso único que cueste una fortuna, sino que ahora se trata de varios jugadores por los que se piden importes estratosféricos, sin importar quién sea o como si se estuviera constantemente anteel nuevo Maradona.
Por el contrario, en la actualidad, ya no se pagan grandísimas sumas de dinero por el mejor de todos, sino por todos los mejores. Es decir, se abonan números imposibles por muy buenos futbolistas que, sin desmerecer sus cualidades, son excesivamente sobrevalorados y que así, construyen una suerte de mercado paralelo, en el que sólo algunas pocas instituciones pueden zambullirse.
Esta sobrevaloración del mercado tiene un origen. A principios del siglo XXI, Florentino Pérezcomienza su primer período (2000-2006) al frente de la presidencia de Real Madrid. Su arribo revolucionó la Casa Blanca. Con el ‘Zidanes y Pavones’ como leitmotiv, logró armar planteles de ensueño y reventó el mercado cada vez que pudo. Pero al mismo tiempo, lo descontroló. Apoyado por los préstamos que le facilitaban los bancos españoles, el Rey Midas inició su proyecto galáctico.
Por el plantel de estrellas que había conformado y por los resultados alcanzados, Florentino sabía que su nombre quedaría grabado en la historia de Real Madrid y del fútbol español. Pero no sólo por los éxitos deportivos, sino también por haber concretado una convulsión monetaria en el mercado de pases. Igualmente, no terminaría ahí. En 2009 arrancó su segunda -y actual- etapa e hizo todo aún más cruel. Con las llegadas de Cristiano Ronaldo (128M), Kaká (86M), Xabi Alonso (46M) y Benzemá (46M),sobrevaluó el mercado a niveles impensados. Y hoy sigue esa tendencia, con Gareth Bale como símbolo.
Pero varios clubes más imitaron el sistema de Florentino para reforzar sus filas y profundizar el modelo de sobrevaloración. Por nombrar sólo tres casos: Juventus abonó 71 millones por Buffon y Lazio, 63M por Mendieta en 2001, mientras que, al año siguiente, Manchester United puso 60M por Ferdinand.
Acorde con la constancia que obliga el sistema de sobrevaloración, es lógico que hoy algunos clubes y agentes ya se animen a tasar a sus jugadores en números que seducen y, a la vez, espantan a cualquiera. Con o sin intención, Real Madrid instauró una forma de mercado que impide que nadie fiche a nadie. Se generó una diferencia abismal entre ricos y pobres. Esa brecha entre grandes y chicos que Michel Platini manifestó en más de una oportunidad que quiere eliminar mediante el fair play financiero, pero que hoy parece estar más afirmada y marcada que nunca.
Así, mientras Europa continúa inmersa en una alarmante crisis económica y financiera, en el planeta fútbol se sigue hablando de cantidades enormes de dinero por deportistas. Y mientras que la media de lo máximo que se pagaba por un jugador TOP en la década del ’80 era de 8M de dólares y en los ’90, de 21M, desde 2000 hasta 2013, el promedio trepó hasta los 80 millones de dólares ¿Quedan dudas que hubo sobrevaloración?