Siria busca unirse a tratado que veta armas químicas para evitar ataque EEUU

Ginebra, EP
Siria solicitó el jueves unirse al tratado que prohíbe las armas químicas, un gran primer paso de un plan apoyado por Rusia que llevaría al país de Oriente Medio a abandonar su arsenal de gases venenosos para evitar ataques militares de Estados Unidos.


Naciones Unidas dijo que recibió la solicitud de Siria para unirse a la Convención de Armas Químicas, poco después de que el presidente Bashar al-Assad prometiera una respuesta en días.

El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, viajó el jueves a Ginebra para escuchar los planes de Rusia para desarmar a Siria de su arsenal químico y evitar ataques militares de Washington, una iniciativa que ha transformado la diplomacia en torno a la guerra civil de dos años y medio en el país asiático.

El presidente Barack Obama, cuya atención se ha visto consumida por Siria desde que amenazó con castigar al Gobierno de Assad por un ataque con gas venenoso que causó la muerte de 1.400 personas en suburbios de Damasco dos semanas atrás, dijo que ahora se enfocará en prioridades nacionales y apoyará los esfuerzos de Kerry.

La iniciativa rusa de esta semana interrumpió la marcha de Washington hacia una guerra, persuadiendo a Obama de suspender un plan de acción militar.

Siria, que niega estar detrás del ataque, ha estado de acuerdo con la propuesta de Moscú de entregar sus reservas de armas químicas, lo que podría evitar la que sería la primera intervención directa de Occidente en una guerra civil que ha causado la muerte de más de 100.000 personas.

"En los próximos días, Siria enviará una petición a Naciones Unidas y la Organización por la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ)", dijo Assad en una entrevista en la televisión rusa.

"La petición contendrá documentos técnicos requeridos para firmar el acuerdo. Después de eso, comenzarán los trabajos que llevarán a la suscripción de la convención que prohíbe las armas químicas", agregó.

Poco después de que se emitiera la entrevista, el portavoz de la ONU Farhan Haq dijo a periodistas: "En las últimas horas hemos recibido un documento del Gobierno de Siria que está en traducción, que sería un documento de acceso respecto a la Convención de Armas Químicas".

La decisión terminaría con el estatus de Siria como uno de los siete países fuera de la convención internacional que veta el almacenamiento de armas químicas. Entre otros países que no han firmado el tratado se encuentran Egipto, Israel y Corea del Norte.

La OPAQ, que cuenta con 189 miembros, es la organización internacional responsable de implementar el tratado, que documenta los arsenales de gas venenoso y supervisa su destrucción.

Damasco es signatario de otras convenciones de Ginebra que han vetado el uso de armas químicas durante tiempos de guerra por casi un siglo, pero antes de esta semana nunca se le había pedido revelar si las poseía.

Países occidentales creen que tiene grandes arsenales de gas venenoso, entre ellos los agentes nerviosos que habrían sido usados en los ataques del 21 de agosto.

Kerry discutirá la propuesta en detalle con el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov. Altos funcionarios estadounidenses de su círculo dijeron que el secretario de Estado insistirá en que cualquier acuerdo debe obligar a Siria a tomar medidas rápidas para mostrar que su decisión de entregar las armas químicas es seria.

DETALLES DEL PLAN

Una versión del plan ruso difundida por el diario Kommersant describió cuatro etapas: Siria se uniría al organismo mundial que regula la prohibición de armas químicas, declararía sus sitios de producción y almacenamiento, invitaría a inspectores y decidiría con ellos cómo y quién destruiría las reservas.

Mientras la diplomacia se activaba en Suiza, en territorio sirio la guerra civil no daba tregua.

Activistas dijeron que aviones de guerra bombardearon uno de los principales hospitales en un territorio bajo control rebelde en el norte del país, causando la muerte de 11 civiles, incluidos dos médicos.

Los rebeldes señalaron que el estancamiento del plan estadounidense de atacar -y el giro diplomático desde el reclamo a Assad para que abandone el poder hacia un objetivo más débil relacionado con la entrega de las armas químicas- envalentonó a las fuerzas oficiales y las colocó en posición ofensiva.

Los opositores a Assad también están acusados de cometer atrocidades.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos dijo el jueves que rebeldes islamistas suníes habían matado a 22 miembros de la secta minoritaria alauita a la que pertenece Assad en una masacre en una localidad al este de la ciudad central de Homs.

Un informe de una comisión de la ONU que revisó lo sucedido en los últimos meses documentó casi una decena de matanzas masivas, atribuyendo todas excepto una a las fuerzas de Assad, incluidas dos masacres en mayo que dejaron hasta 450 civiles muertos.

El presidente ruso, Vladimir Putin, generalmente considerado un villano por Occidente por proveer armas a Assad y bloquear los esfuerzos del Consejo de Seguridad de la ONU para sancionar al mandatario sirio, argumentó en contra de los ataques militares en un escrito publicado en New York Times.

Putin señaló que la intervención contra Assad alentaría más a los combatientes de Al Qaeda que se encuentran entre los enemigos del líder sirio.

Hay "pocos campeones de la democracia" en Siria, "pero hay más que suficientes combatientes de Al Qaeda y extremistas de todo tipo luchando contra el Gobierno" de Assad, escribió Putin.

La intervención estadounidense "aumentaría la violencia y desataría una nueva ola de terrorismo", argumentó.

Entradas populares