Racing empató con Lanús en la presentación de Ischia
El primer triunfo del Racing Club con Carlos Ischia como director técnico parecía esta noche a punto de concretarse, pero Lanús, cuando contaba con un futbolista menos que el adversario, llegó al celebrado empate en un gol en un partido plagado de tensión y de accidentes.
Lo mejor de Racing fue la predisposición con que encaró el juego, con una gran dinámica, pero en el momento definitorio le faltó el hombre que lo serenara, que pensara, y a pesar del muy buen segundo tiempo de Luciano Vietto, su individualidad más destacada, se metió en el juego que no le convenía y lo pagó con dos puntos, por lo que sigue en el fondo de la tabla en este Torneo Inicial.
El empate de Lanús adquiere ribetes heroicos por las circunstancia en que se dio, y en el último tramo del juego, cuando eran nueve contra diez, hasta dejó la sensación de tener las ideas más claras, en particuar la del ingreso de Jorge Pereyra Díaz, pero también hubo pasajes en que el granate quedó muy expuesto y el buen trabajo de su arquero Agustín Marchesín lo sostuvo.
Racing comenzó jugando con una gran dinámica, con mucha movilidad de Rodrigo De Paul y los dos puntas.
Al minuto pudo haberse puesto en ventaja con una corrida de Gabriel Hauche por derecha, con remate cruzado que rechazó Marchesín y después De Paul no consiguió conectar con comodidad.
A los 10 minutos volvió a llegar el equipo local con un gran pase para Hauche, cuyo remate lo contuvo Marchesín en dos tiempos y, a los 14. un remate de Luis Ibáñez salió desviado sobre palo izquierdo. A Lanús hasta entones le costaba mucho salir del asedio.
Sobre el cuarto de hora, un gran pase de Leandro Somoza lo dejó a Lucas Melano solo ante Sebastián Saja y el delantero iba a ganar en el mano a mano, pero la acción fue incorrectamente invalidada por posición adelantada.
Después el granate se afirmó mejor en la mitad de la cancha y pasó a compartir la posesión del balón, pero el juego se hizo desordenado, muy acelerado y falto de precisión por las dos partes.
De todas maneras, las mejores oportundiades siguieron corresondiéndole a Racing, que llegó a los 24 con centro de Ibáñez que conectó Hauche y Marchesín desvió la córner; a los 33, con disparo de De Paul desde fuera del área que nuevamente obligó al arquero a ceder un tiro de esquina y, a los 40, con un cabezazo desviado del uruguayo Leonardo Miliónico, tras tiro de esquina cedido por De Paul.
Lanús recién volvió a llegar por dos veces consecutivas, a los 41, con remate de Diego González apenas desviado, y de inmediato, con disparo de Melano que Saja sacó con esfuerzo.
Después de una interrupción de 22 minutos por corte de luz apenas inciado el segundo tiempo, Lanús empezó a manejar mejor la pelota, aunque Racing era muy picante en los contraataques con la superación de Vietto.
Un dato fundamental lo constituyó a los 37 minutos de tiempo corrido la expusión de Nicolás Pasquini por infracción contra Hauche y segunda amonestación.
Cinco minutos más tarde, Vietto, tirado atrás, abrió para la llegada de Hauche por derecha, el centro bajo lo conectó el propio Vietto, tapó Marchesín, la pelota rebotó en Carlos Araujo y Racing se puso en ventaja.
De inmediato, cuando estaba De Paul caído, Lanús siguió una jugada de atque, Melano apareció por derecha y su remate dio en un palo.
Saja reaccionó de manera desencajada contra Melano, se generó un incidente con participación de casi todos los jugadores, el árbitro Carlos Maglio expulsó a uno por bando, Ferando Ortiz y Paolo Goltz, pero decidió perdonar al primero al que debió mostrarle la tarjeta roja, al arquero racinguista.
Lanús estaba descontrolado, a punto de sufrir más expulsiones, y el segundo de Racing pudo haberse concretado, a los 55, con un cabezazo de Vietto apenas desviado, y, a los 57, cuando volvió a tapar Marchesín ante el mismo delantero.
El juego era vertiginoso, desordenado, pero emotivo, y la pausa y le serenidad aparecieron cuando se llevaba una hora y dos minutos de tiempo corrido, cuando Pereyra Díaz avanzó con pelota al pie, atrajo sobre sí a varios adversarios y descargó hacia la izquierda para la aparición franca de Maximiliano Velázquez, cuyo zurdazo bajo estableció el empate, que sumió en la desesperación y el descontrol a a los hinchas de Racing y desató la euforia en el sector en el que estaba la nutrida delegación de dirigentes de Lanús.