Obama advierte de las nuevas amenazas en el homenaje a las víctimas del 11-S
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha rendido homenaje a las más de 3.000 víctimas que fallecieron el 11 de septiembre de 2001 en los atentados terroristas del World Trade Center y del Pentágono, con una mención al ataque del pasado año al consulado estadounidense en Benghazi, Libia, en el que murieron cuatro personas, incluido el embajador estadounidense en Libia, Christopher Stevens.
"Tengamos la fuerza para enfrentarnos a las amenazas que aún permanecen, aunque diferentes a hace 12 años, por lo que mientras existan aquellos que quieren atacar a nuestros ciudadanos, nos mantendremos vigilantes y defendiendo nuestra nación", ha comentado durante el acto de homenaje en el Pentágono.
"Seamos suficientemente inteligentes para saber que la fuerza, aunque es necesaria a veces, no construirá el mundo que queremos", ha indicado el mandatario, en un momento en el que busca una "fuerte respuesta" contra el régimen sirio de Bashar al Assad por el supuesto uso de armas químicas contra la población civil.
Antes de acudir al Pentágono, Obama ha realizado una ofrenda floral en la Casa Blanca junto a su esposa, Michelle Obama, y el vicepresidente, Joe Biden, y su mujer, Jill Biden, a las 8:46 horas, el minuto exacto en el que un avión impactó con una de las Torres Gemelas.
Obama ha recordado la década posterior al 11-S, cuando Estados Unidos intervino en Afganistán y en Irak, al tiempo que ha mencionado a los cuatro estadounidenses fallecidos en el ataque al consulado de Benghazi. "Rezamos por aquellos que han trabajado durante esos años de guerra, a los diplomáticos que han servido en lugares peligrosos, como comprobamos el años pasado en Benghazi", ha añadido.
