Los inspectores de la ONU confirman el uso "a gran escala" de gas sarín en Damasco

Nueva York, EP
El informe de los inspectores de la ONU confirma que el 21 de agosto en la zona de Ghouta, en Damasco, se produjo un ataque "a gran escala" con gas nervioso sarín. Los investigadores han podido constatar además, según recoge el informe, la presencia de restos de misiles tierra-tierra con capacidad de transportar gas nervioso.


"En base a las pruebas obtenidas durante nuestras investigaciones del incidente de Ghouta, la conclusión es que se han utilizado armas químicas en el conflicto de la República Árabe Siria, también contra civiles, incluidos, menores, a una relativa gran escala", señala el sumario del documento, publicado por la ONU y recogido por Europa Press.

El texto concreta que las muestras obtenidas "proporcionan pruebas claras y convincentes de que se utilizaron cohetes tierra-tierra que contenían el agente nervioso sarín" en las zonas de Ein Tarma, Moadamiyah y Zamalka, todas ellas en el barrio de Ghouta, en Damasco. Sin embargo, cumpliendo con su mandato, no concreta si este ataque fue lanzado por las fuerzas del régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, tal como sostienen Estados Unidos y sus aliados.

Además, los investigadores constatan que en el momento del ataque, en la madrugada del 21 de agosto, hubo una importante bajada de las temperaturas en la región de Damasco. "Esto significa que el aire no se movía desde el suelo hacia arriba, sino al contrario. Las armas químicas maximizan su impacto cuando se utilizan en tales condiciones meteorológicas, ya que el gas más pesado permanece cerca del suelo y penetra en las plantas subterráneas de los edificios y construcciones, donde había muchas personas que se habían refugiado", explica.

El informe detalla también los síntomas de los afectados por las armas químicas: pérdida del conocimiento, asfixia, vista borrosa, irritación o inflamación de los ojos, vómitos y convulsiones. "Estos síntomas coinciden con los de la intoxicación por organofosforados" como el sarín, luego confirmada en los análisis de las muestras de pelo, sangre y orina tomadas.

El secretario general de la ONU, que recibió el domingo el informe de manos del jefe de la misión, Ake Sellstrom, ha destacado que los inspectores "han cumplido con los más estrictos protocolos para este tipo de investigaciones, incluidas las garantías en la cadena de custodia de todas las pruebas".

Además, Ban ha resaltado que los investigadores han entrevistado a "más de 50 supervivientes, personal sanitario y testigos" y recogido 30 muestras de tierra y medioambientales pese a los riesgos para su seguridad y ha recordado que los vehículos de los inspectores fueron incluso tiroteados por francotiradores.

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