La maldición de Brayan: Aparece muerto el tercer acusado de asesinar a niño boliviano en Sao Paulo
Sao Paulo, EFE
Un tercer sospechoso de la muerte del niño boliviano Brayan Capcha, asesinado a balazos en Sao Paulo en brazos de su madre durante un asalto en junio pasado, fue encontrado sin vida en una barrio periférico de la zona oriental de la ciudad, informaron hoy las autoridades.
El sospechoso, de nombre Wesley Soares Pedroso, de 19 años, murió de un tiro en la cabeza el 7 de julio, una semana después de la muerte del niño inmigrante, pero hasta ahora las autoridades no habían confirmado su identidad, según la Policía Civil.
Soares Pedroso era considerado prófugo por las autoridades.
En agosto, dos de los tres detenidos por la muerte del niño fueron encontrados sin vida en un calabozo, envenenados con una combinación letal de alcohol, cocaína, viagra y otros medicamentos tóxicos, en una mezcla llamada de "cóctel de la muerte".
Paulo Ricardo Martins y Felipe dos Santos Lima, que permanecían en un presidio de Santo André, una ciudad vecina a Sao Paulo, fueron hallados sin vida en su celda.
Según las autoridades, Martins y Santos Lima habían participado el 28 de junio en un asalto a la residencia de la familia del niño asesinado, que fue tiroteado en brazos de su madre porque "lloraba demasiado", según dijeron sus padres.
La familia del niño llevaba poco tiempo en Brasil, había llegado a Sao Paulo para trabajar en la industria de la confección y tras la muerte del pequeño decidió regresar a Bolivia.
Un menor de edad, acusado de participar del asalto, está detenido y otro sospechoso, de nombre Diego Campos da Rocha, de 20 años y apuntado por sus cómplices como el autor material del disparo que mató la menor, está prófugo de la Justicia.
Un tercer sospechoso de la muerte del niño boliviano Brayan Capcha, asesinado a balazos en Sao Paulo en brazos de su madre durante un asalto en junio pasado, fue encontrado sin vida en una barrio periférico de la zona oriental de la ciudad, informaron hoy las autoridades.
El sospechoso, de nombre Wesley Soares Pedroso, de 19 años, murió de un tiro en la cabeza el 7 de julio, una semana después de la muerte del niño inmigrante, pero hasta ahora las autoridades no habían confirmado su identidad, según la Policía Civil.
Soares Pedroso era considerado prófugo por las autoridades.
En agosto, dos de los tres detenidos por la muerte del niño fueron encontrados sin vida en un calabozo, envenenados con una combinación letal de alcohol, cocaína, viagra y otros medicamentos tóxicos, en una mezcla llamada de "cóctel de la muerte".
Paulo Ricardo Martins y Felipe dos Santos Lima, que permanecían en un presidio de Santo André, una ciudad vecina a Sao Paulo, fueron hallados sin vida en su celda.
Según las autoridades, Martins y Santos Lima habían participado el 28 de junio en un asalto a la residencia de la familia del niño asesinado, que fue tiroteado en brazos de su madre porque "lloraba demasiado", según dijeron sus padres.
La familia del niño llevaba poco tiempo en Brasil, había llegado a Sao Paulo para trabajar en la industria de la confección y tras la muerte del pequeño decidió regresar a Bolivia.
Un menor de edad, acusado de participar del asalto, está detenido y otro sospechoso, de nombre Diego Campos da Rocha, de 20 años y apuntado por sus cómplices como el autor material del disparo que mató la menor, está prófugo de la Justicia.