Keita es investido como nuevo presidente de Malí
Madrid, EP
El vencedor de las elecciones presidenciales celebradas en agosto en Malí, Ibrahim Boubacar Keita, ha sido investido este miércoles como nuevo presidente del país, según ha informado la emisora Radio France Internationale.
Durante la ceremonia, el presidente saliente, Diouncounda Traoré, ha traspasado sus poderes a Keita, tras lo que éste ha jurado su cargo en Bamako.
La investidura se ha celebrado este 4 de septiembre tal y como estaba previsto por el calendario establecido por la Constitución, pero el Gobierno saliente había propuesto que tuviera lugar el 19 de septiembre, fecha en la que tendrá lugar una segunda investidura.
El ahora presidente se ha comprometido a una política de reconciliación y por la paz y, pese a que se aseguró el apoyo de todos los perdedores de la primera vuelta electoral, ha insinuado que podría constituir un gobierno tecnócrata.
Malí acudió a las urnas bajo la presión de la comunidad internacional, especialmente de Francia, que quiere retirar el grueso de sus tropas si todo transcurre con normalidad, pese a que la amenaza de atentados por parte de los islamistas está en el aire.
La rápida intervención de Francia el pasado enero frenó el avance hacia el sur de los grupos islamistas, incluido el grupo terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), y el apoyo de tropas africanas, que actualmente están ya bajo mando de la ONU, ha permitido restaurar en buena medida la paz en el país.
No obstante, el nuevo presidente tendrá que negociar con los separatistas tuareg que operan en el norte, el Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad (MNLA), organizar elecciones legislativas y superar el gasto de los más de 3.000 millones de euros para la reconstrucción prometidos por los donantes tras los comicios.
Hasta el año pasado y desde las manifestaciones que pusieron fin al régimen militar en 1991, Malí ha celebrado elecciones pacíficas que han traído consigo presidentes y gobiernos que han gobernado mediante el consenso y el clientelismo, ganándose una reputación de oasis de estabilidad.
El vencedor de las elecciones presidenciales celebradas en agosto en Malí, Ibrahim Boubacar Keita, ha sido investido este miércoles como nuevo presidente del país, según ha informado la emisora Radio France Internationale.
Durante la ceremonia, el presidente saliente, Diouncounda Traoré, ha traspasado sus poderes a Keita, tras lo que éste ha jurado su cargo en Bamako.
La investidura se ha celebrado este 4 de septiembre tal y como estaba previsto por el calendario establecido por la Constitución, pero el Gobierno saliente había propuesto que tuviera lugar el 19 de septiembre, fecha en la que tendrá lugar una segunda investidura.
El ahora presidente se ha comprometido a una política de reconciliación y por la paz y, pese a que se aseguró el apoyo de todos los perdedores de la primera vuelta electoral, ha insinuado que podría constituir un gobierno tecnócrata.
Malí acudió a las urnas bajo la presión de la comunidad internacional, especialmente de Francia, que quiere retirar el grueso de sus tropas si todo transcurre con normalidad, pese a que la amenaza de atentados por parte de los islamistas está en el aire.
La rápida intervención de Francia el pasado enero frenó el avance hacia el sur de los grupos islamistas, incluido el grupo terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), y el apoyo de tropas africanas, que actualmente están ya bajo mando de la ONU, ha permitido restaurar en buena medida la paz en el país.
No obstante, el nuevo presidente tendrá que negociar con los separatistas tuareg que operan en el norte, el Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad (MNLA), organizar elecciones legislativas y superar el gasto de los más de 3.000 millones de euros para la reconstrucción prometidos por los donantes tras los comicios.
Hasta el año pasado y desde las manifestaciones que pusieron fin al régimen militar en 1991, Malí ha celebrado elecciones pacíficas que han traído consigo presidentes y gobiernos que han gobernado mediante el consenso y el clientelismo, ganándose una reputación de oasis de estabilidad.