F1: Vettel también manda en Monza con Fernando Alonso quinto
Monza, As
Destrozar la esperanza. Ese parece el objetivo de Sebastian Vettel. Ha crecido mucho el piloto alemán, ese muchacho que hasta hace poco caminaba por el paddock como si estuviera de visita, ahora anda seguro, erguido, con sus gafas de sol de colores y el pelo amarillo. Se siente el jefe. Y lo demuestra cada vez que puede. Casi siempre. En Monza, la casa de Ferrari, circuito en el que la carga aerodinámica es menos decisiva, mucho menos, que en otros, donde la velocidad media ronda los 254 km/h y se superan los 320 en cuatro rectas se esperaba que el Ferrari fuera mejor que los demás, que Red Bull diera un paso atrás. Pero no. Al menos no con Vettel, al menos no según se ha visto en los ensayos del viernes.
Alguien repetirá la susodicha frase de que los viernes no sirven, que es para hacer pruebas y tal y tal, pero lo cierto es que el golpe psicológico que ha dado el tricampeón en este día soleado de Monza es demoledor. Ha sido el mejor, con más de seis décimas de ventaja sobre su compañero Mark Webber, dos de piloto y otras cuatro gracias a un nuevo alerón delantero que sí lleva el alemán y no el australiano. Así son las cosas, el que lo merece se lleva lo mejor. Pero después la diferencia es mayor de lo esperado, sobre todo y ante todo, con Fernando Alonso.
El español se sitúa quinto, por detrás de los dos Red Bull y los dos Lotus, y diez milésimas por delante de Lewis Hamilton y su Mercedes. Es cierto que en Ferrari aún están probando cosas, tienen dos alerones delanteros para elegir entre otras cosas, el trabajo ha sido duro en Maranello y de Fernando se espera todo, pero... al menos de momento Vettel está destrozando toda esperanza. Mañana será otro día...
Destrozar la esperanza. Ese parece el objetivo de Sebastian Vettel. Ha crecido mucho el piloto alemán, ese muchacho que hasta hace poco caminaba por el paddock como si estuviera de visita, ahora anda seguro, erguido, con sus gafas de sol de colores y el pelo amarillo. Se siente el jefe. Y lo demuestra cada vez que puede. Casi siempre. En Monza, la casa de Ferrari, circuito en el que la carga aerodinámica es menos decisiva, mucho menos, que en otros, donde la velocidad media ronda los 254 km/h y se superan los 320 en cuatro rectas se esperaba que el Ferrari fuera mejor que los demás, que Red Bull diera un paso atrás. Pero no. Al menos no con Vettel, al menos no según se ha visto en los ensayos del viernes.
Alguien repetirá la susodicha frase de que los viernes no sirven, que es para hacer pruebas y tal y tal, pero lo cierto es que el golpe psicológico que ha dado el tricampeón en este día soleado de Monza es demoledor. Ha sido el mejor, con más de seis décimas de ventaja sobre su compañero Mark Webber, dos de piloto y otras cuatro gracias a un nuevo alerón delantero que sí lleva el alemán y no el australiano. Así son las cosas, el que lo merece se lleva lo mejor. Pero después la diferencia es mayor de lo esperado, sobre todo y ante todo, con Fernando Alonso.
El español se sitúa quinto, por detrás de los dos Red Bull y los dos Lotus, y diez milésimas por delante de Lewis Hamilton y su Mercedes. Es cierto que en Ferrari aún están probando cosas, tienen dos alerones delanteros para elegir entre otras cosas, el trabajo ha sido duro en Maranello y de Fernando se espera todo, pero... al menos de momento Vettel está destrozando toda esperanza. Mañana será otro día...