F1: Pitos a Sebastian Vettel; avería y sanción para Mark Webber

Singapur, As
Antes de subir al podio, en la sala donde los héroes esperan la gloria, Christian Horner saludó a Alonso como si fuera su piloto; después, ambos dan la mano a Vettel mientras Raikkonen masculla entre dientes y sonríe como esos niños que ponen chinchetas en el asiento del profesor. Es en ese momento cuando al jefe de Red Bull se le ve en la mirada que su sueño de unir en la misma escudería a los dos mejores, Alonso y Vettel, al menos fue un intento. Su piloto estrella ha sido capaz de rodar en tiempos de otra galaxia, es líder con una ventaja ya sideral y va camino de su cuarto título consecutivo, pero el español ha vuelto a demostrar con una remontada clásica de la casa, plato principal en el menú, que es un grande entre los grandes. Mientras todo esto ocurre, entre las ensoñaciones de Horner, Marko y compañía no está Mark Webber.


El australiano se tuvo que retirar ayer cuando en la penúltima vuelta su coche comenzó a tener problemas, a salir humo hasta que finalmente terminó ardiendo. Tras una carrera en la que, por las razones que sean, no fue capaz de rodar al ritmo de su compañero (es más, llegó a estar a tres segundos del tiempo de Vettel en alguna vuelta), finalmente abandonó. Y no fue sólo eso.
Tras quedarse sin coche, se subió al Ferrari de Fernando Alonso, algo que en esta FIA y en este reglamento no está permitido, ni recoger cosas ni parece que personas. Así que recibió una reprimenda y, como es la tercera de la temporada, le impusieron la sanción de salir diez puestos más atrás en la próxima carrera, en Corea. Antes de saber eso, Mark explicó que, a pesar de todo, estaba contento con su carrera, pero criticó los neumáticos una vez más: "Aún hay que estar muy pendiente de los neumáticos y eso no es bueno, pero mi carrera no fue mala, hice lo que pude, pero así están las cosas".

Y las cosas están con su compañero sin problemas con los neumáticos. "Son capaces de hacer funcionar las gomas sin problemas y ahí está la diferencia", explicaba ayer un ingeniero de un equipo rival en el paddock. ¿Pero sólo en el coche de Vettel? "Evidentemente no son los mismos coches", concluía. Y debe ser cierto, porque siendo Vettel, que lo es, mejor piloto que Webber, la diferencia entre ambos puede ser de tres décimas o de medio segundo incluso, pero no de más de dos segundos y medio como vimos ayer. Pero es que Vettel podría haber ido aún más rápido, nos confirmó uno de sus mecánicos. Increíble. Para el alemán la clave estuvo en las vueltas tras el safety: "Ahí fui capaz de ir lo suficientemente rápido para no tener problemas con el neumático que ahorré en la clasificatoria, que es un segundo y medio o dos más rápido que el resto, para Kimi y Fernando era imposible".

Así lo vio Horner: "No es fácil olvidar que es muy joven, sólo 26 años, el talento siempre ha estado ahí, pero ahora tiene más experiencia y es mejor, trabaja duro, es autocrítico y no deja detalle al azar".

Así que perfección para un Vettel, una vez más y van unas cuantas ya este año, abucheado en el podio. "A algunos les gusta lo que hago y a otros no, claro. En realidad me motiva porque quiere decir que estoy ganando al que todos apoyan. Debe ser que son muy ricos y tienen dinero para pagarse la excursión a Singapur, pero también tenemos fans de Red Bull. No vale la pena pensar en ello, sólo ganar y eso es lo que he hecho", explicó el alemán. Como ven, el niño ya se ha hecho mayor.

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