El presidente Rohani pide a los Guardianes de la Revolución que no se inmiscuyan en la política
Dubai, EP
El presidente iraní, Hasan Rohani, ha pedido este lunes a los poderosos Guardianes de la Revolución que no se inmiscuyan en política, en un cuidado discurso.
Los Guardianes de la Revolución, que responden directamente al líder supremo, Alí Jamenei, en lugar del presidente, se han vuelvo más agresivos en materia política en los últimos años, con un número creciente de veteranos en el Parlamento.
El discurso de Rohani, que ha incluido un elogio por el creciente poder económico de este cuerpo, podría ser un intento por mantener su apoyo, algo que podría estar en duda si los Guardianes ven amenazados sus intereses por el nuevo presidente, que ha prometido más moderación tanto a nivel interno como exterior.
Rohani ha recordado ante un foro de comandantes y oficiales de los Guardianes de la Revolución que el fundador de la República Islámica, ayatolá Ruholá Jamenei, recomendó al Ejército mantenerse al margen de la política.
"Los Guardianes de la Revolución está por encima y más allá de las corrientes políticas, no entre ellas o con ellas", ha afirmado Rohani, según ha informado la agencia ISNA. "Los Guardianes de la Revolución tienen un estatus superior, que es el de toda la nación", ha subrayado.
Los responsables de este órgano conservador se opusieron a muchas políticas del presidente reformista Mohamed Jatamí, que gobernó el país entre 1997 y 2005.
Los Guardianes de la Revolución, integrados por 100.000 efectivos, y su brazo paramilitar de voluntarios, los Basij, fueron claves a la hora de aplastar las protestas contra las disputadas elecciones presidenciales de 2009 en las que Mahmud Ahmadineyad consiguió su reelección.
Por otra parte, Rohani ha aprovechado para elogiar el arrojo económico de los Guardianes de la Revolución, que han construido un vasto imperio económico que incluye infraestructura civil e ingeniería, algo que preocupa a algunas empresas privadas que se quejan de tener que competir con este gigante pseudoestatal.
"Hoy en día, en condiciones en las que nuestra economía es objetivo (de sanciones), los Guardianes de la Revolución deben entrar en acción y asumir tres o cuatro grandes proyectos nacionales", ha defendido. "Los Guardianes de la Revolución no son rivales del pueblo y el sector privado (...) este cuerpo debe asumir proyectos importantes que el sector privado es incapaz de asumir", ha remachado.
El presidente iraní, Hasan Rohani, ha pedido este lunes a los poderosos Guardianes de la Revolución que no se inmiscuyan en política, en un cuidado discurso.
Los Guardianes de la Revolución, que responden directamente al líder supremo, Alí Jamenei, en lugar del presidente, se han vuelvo más agresivos en materia política en los últimos años, con un número creciente de veteranos en el Parlamento.
El discurso de Rohani, que ha incluido un elogio por el creciente poder económico de este cuerpo, podría ser un intento por mantener su apoyo, algo que podría estar en duda si los Guardianes ven amenazados sus intereses por el nuevo presidente, que ha prometido más moderación tanto a nivel interno como exterior.
Rohani ha recordado ante un foro de comandantes y oficiales de los Guardianes de la Revolución que el fundador de la República Islámica, ayatolá Ruholá Jamenei, recomendó al Ejército mantenerse al margen de la política.
"Los Guardianes de la Revolución está por encima y más allá de las corrientes políticas, no entre ellas o con ellas", ha afirmado Rohani, según ha informado la agencia ISNA. "Los Guardianes de la Revolución tienen un estatus superior, que es el de toda la nación", ha subrayado.
Los responsables de este órgano conservador se opusieron a muchas políticas del presidente reformista Mohamed Jatamí, que gobernó el país entre 1997 y 2005.
Los Guardianes de la Revolución, integrados por 100.000 efectivos, y su brazo paramilitar de voluntarios, los Basij, fueron claves a la hora de aplastar las protestas contra las disputadas elecciones presidenciales de 2009 en las que Mahmud Ahmadineyad consiguió su reelección.
Por otra parte, Rohani ha aprovechado para elogiar el arrojo económico de los Guardianes de la Revolución, que han construido un vasto imperio económico que incluye infraestructura civil e ingeniería, algo que preocupa a algunas empresas privadas que se quejan de tener que competir con este gigante pseudoestatal.
"Hoy en día, en condiciones en las que nuestra economía es objetivo (de sanciones), los Guardianes de la Revolución deben entrar en acción y asumir tres o cuatro grandes proyectos nacionales", ha defendido. "Los Guardianes de la Revolución no son rivales del pueblo y el sector privado (...) este cuerpo debe asumir proyectos importantes que el sector privado es incapaz de asumir", ha remachado.