El Manchester United rozó el ridículo y el City pasó el rodillo


Manchester, As
Nadie ponía en duda el talento de los futbolistas del City pero ayer demostraron que no solo parecen buenos sino que además lo son. Agüero, con un doblete, y Negredo, que dio otros dos, dibujaron un panorama esperanzador en la delantera mientras que Nasri marcó el gol de la sentencia, hizo olvidar a Silva y recordó a sus tiempos dorados en el Arsenal. Entretanto, Navas se sacó el graduado y varios centros brillantes ante el experimentado Evra al tiempo que Touré, autor del tercer gol, se erigió en eje del equipo y en el rey del centro del campo. Atrás, quizá el punto más débil del conjunto, tampoco hubo lugar a dudas porque el United fue un juguete roto. Salió encogido por la ausencia a última hora de Van Persie y solo hizo amago de reacción con cuatro goles en contra. Rooney intentó echarse el equipo a la espalda en los primeros minutos pero al verse solo y ante todo un mundo acabó por renunciar. Así, el City tomó pronto la posesión y en el minuto 16 tejió una jugada esplendida para hacer el 1-0. Nasri guió la melodía y ya en el extremo del área cedió el balón a Kolarov para que el lateral izquierdo conectase con un Agüero impecable en la definición.


El gol arrugó aún más al United y realzó al City, que antes del 2-0 se hartó a tocar la pelota en tres cuartos del campo y pudo abrir la herida con un buen disparo de Kolarov y un remate de Negredo. Tras dos avisos llegó el recado. Negredo se alzó a las nubes para rematar un córner y desde allí sirvió a Toure el gol ante la impasividad de la defensa red devil.

El descanso tampoco alteró el guión. Siguió el recital azul y la parsimonia del equipo rojo. Negredo volvió a intercambiarse los papeles con el Kun y después de zafarse de su defensor sirvió un buen centro para que el argentino redondease su gran actuación con un doblete. Nasri se sumó cincon minutos más tarde a la fiesta y emergió en el segundo palo para enviar a la red el 4-0. El United, con más rabia que juego, solo entonces buscó la reacción. Evra envió un balón al palo, Hart detuvo un buen disparo de Fellaini y Rooney, solo podía ser él, maquilló las vergüenzas de su equipo con un disparo de falta imparable para hacer el 4-1. Ganó el City y venció Pellegrini a un Moyes y a un United que deberán cambiar mucho si quiere revalidar el título.

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