El Liverpool empata en su visita al Swansea y continúa líder

MANUEL DE LA TORRE, As
Pese a que el encuentro disputado esta noche entre el Swansea y el Liverpool era el que cerraba la cuarta jornada liguera de la Premier (los resultados cosechados entre el domingo y el sábado permitieron al Arsenal y Tottenham igualar los 9 puntos de los reds), había que remitirse al mes de enero de 2009 –aún con Rafa Benítez en el banquillo– para ver al club de Anfield afrontar un choque del torneo de la regularidad inglesa desde lo más alto de la tabla. Tras el mismo, continuará, al menos una semana más, en la misma posición merced al empate a dos goles, que tuvo como gran protagonista de la noche a Shelvey. El equipo de Laudrup huye de las posiciones de descenso al cosechar el cuarto punto del campeonato en un encuentro menos vistoso de lo que se intuía previamente.


Los pupilos del norirlandés Brendan Rodgers –quien percibió un emotivo recibimiento antes del inicio por parte de la afición del Swansea, equipo al que dirigió y ascendió a la Premier antes de comenzar su andadura en el Liverpool– parecieron afectados por lo novedoso de las circunstancias. Apenas había comenzado el balón a rodar por el verde del Liberty Stadium, cuando Shelvey consiguió llegar a trompicones al interior del área y, tras un rechace de Skrtel, enviar el balón a la red con el interior de su pierna izquierda en el segundo minuto de juego, rompiendo así la imbatibilidad de los visitantes en esta Premier.

El gol pareció remover la conciencia y el pasado red de Jonjo Shelvey, quien apenas otro par de minutos después cedió el balón sin mirar hacia su propia portería. Daniel Sturridge aprovechó semejante regalo para batir en el mano a mano Vorm y establecer la igualada. Tras los frenéticos primeros compases, el encuentro entró en una fase de estéril dominio por parte de los de Liverpool, quienes, a pesar de su control, apenas lograban elaborar alguna jugada que inquietase al guardameta local. Una notable acción de Victor Moses en el costado izquierdo acabó en un óptimo centro para la llegada de Sturridge en el segundo palo, pero su cabezazo –muy centrado– se encontró con la oposición de Vorm.

Llegada la primera media hora de encuentro, el choque comenzaba a acumular imprecisiones impropias de un duelo de esta categoría jugada tras jugada, aunque ninguna del nivel de la que Shelvey, archiprotagonista del partido, cometió al intentar sacar el balón jugado desde su campo. La imprecisión del inglés cayó en las botas de Moses, quien arrancó con potencia hacia la portería rival desde el medio campo, se acomodó el balón hacia su pierna diestra y batió desde la frontal al cancerbero holandés.

Apenas se contabilizó algún otro destello de calidad antes del descanso, Michu casi no logró intervenir en el juego y cuando lo hizo, se produjeron las acciones de mayor peligro de un gris Swansea. Una doble pared del asturiano junto a Bony logró desarmar el entramado defensivo visitante, aunque el manso remate del máximo goleador de la Eredevisie en el curso pasado no creó mayores dificultades para Mignolet. Sí consiguió inquietar más al belga un duro disparo del propio Michu desde fuera del área. Antes de marcharse al vestuario, los galeses ofrecieron algún indicativo de mejora, pero sin lograr igualar la contienda.

Tras el descanso, los de Rodgers acariciaron el tercero tras sendas acciones a balón parado botadas por Steven Gerrard, quienes, pese a no sentenciar el choque, vieron entrar a Iago Aspas en sustitución de un dolorido Coutinho. Al poco de producirse el ingreso del ex del Celta, aconteció la acción que cambiaría el signo del partido: el empate del equipo dirigido por Laudrup. Shelvey logró desquitarse de sus pifias anteriores y dejó el balón con la cabeza y de espaldas para la llegada de Michu. El español aprovechó el hueco entre los centrales reds para marcar el segundo tanto de su equipo con un envío raso y ajustado al palo derecho de la portería defendida por Mignolet.

La igualada significó el absoluto dominio local durante el resto de la noche, con un Rangel muy activo hasta el pitido final. El Liverpool, sin opciones de manejar el balón, se conformó con un punto que le vale para continuar como líder en solitario y a esperar alguna acción a la contra para llevarse el triunfo, lo que logró evitar Chico con un cruce providencial sobre Aspas, cuando este se disponía a rematar en posición franca a la altura del punto de penalti.

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