El exentrenador de porteros de De Gea: "Comía muchos tacos"
Londres, As
En unas palabras para la revista United We Stand Fanzine, Eric Steele, exentrenador de porteros del Manchester bajo Ferguson, se despachó ante David De Gea. Steele, el que más apostó por el portero cuando este seguía en el Atlético, aseguró que la primera temporada fue decepcionante en todos los sentidos: "Sus primeros seis meses fueron horrendos. Llegó pesando sólo 71 kilos y tuvimos que cambiar su estilo de vida entero".
El preparador, actualmente sin equipo, explicó que "David dormía dos o tres veces al día y su plato fuerte eran siempre las cenas. Comía demasiados tacos. Le teníamos muchísimo en el gimnasio y él lo detestaba. En España no hacen mucho trabajo de gym".
Para Steele, otro de los puntos débiles de De Gea era su actitud: "Era muy perezoso en su deseo de aprender inglés y, por ello, tuvo que aprender yo algo de español. Y eso siempre le decía que se pusiera las pilas y mejorara su inglés". Además, según él, De Gea "terminaba de entrenarse por la mañanas y, cuando le pedíamos volver por la tarde, nos preguntaba por qué".
En unas palabras para la revista United We Stand Fanzine, Eric Steele, exentrenador de porteros del Manchester bajo Ferguson, se despachó ante David De Gea. Steele, el que más apostó por el portero cuando este seguía en el Atlético, aseguró que la primera temporada fue decepcionante en todos los sentidos: "Sus primeros seis meses fueron horrendos. Llegó pesando sólo 71 kilos y tuvimos que cambiar su estilo de vida entero".
El preparador, actualmente sin equipo, explicó que "David dormía dos o tres veces al día y su plato fuerte eran siempre las cenas. Comía demasiados tacos. Le teníamos muchísimo en el gimnasio y él lo detestaba. En España no hacen mucho trabajo de gym".
Para Steele, otro de los puntos débiles de De Gea era su actitud: "Era muy perezoso en su deseo de aprender inglés y, por ello, tuvo que aprender yo algo de español. Y eso siempre le decía que se pusiera las pilas y mejorara su inglés". Además, según él, De Gea "terminaba de entrenarse por la mañanas y, cuando le pedíamos volver por la tarde, nos preguntaba por qué".