El cólera se ha cobrado más de 300 vidas en Haití desde enero
Madrid, EP
Al menos 312 personas han muerto en lo que va de año a consecuencia de la epidemia de cólera que sigue afectando a Haití, según un nuevo balance de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), que ha cifrado en más de 35.000 el número de casos detectados desde enero.
Pese a que el cólera sigue dejando muertos en Haití de forma prácticamente ininterrumpida desde el terremoto de enero de 2010, los centros médicos que atienden de forma específica la epidemia se han reducido. Según el último informe de la oficina de la OCHA en el país caribeño, recogido por el portal de noticias local Alter Presse, el número de centros ha caído un 16 por ciento entre 2012 y 2013.
Asimismo, la ONU ha alertado de que las instalaciones médicas que siguen activas cuentan con menos apoyo externo --un 30 por ciento menos-- y carecen de la financiación suficiente.
El empeoramiento de la atención médica se ha traducido en un aumento de la tasa de mortalidad, que ha alcanzado máximos en algunas zonas entre junio y agosto de este año. La temporada de ciclones, que aún debe durar tres meses más, amenaza también a la población más vulnerable.
Al menos 312 personas han muerto en lo que va de año a consecuencia de la epidemia de cólera que sigue afectando a Haití, según un nuevo balance de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), que ha cifrado en más de 35.000 el número de casos detectados desde enero.
Pese a que el cólera sigue dejando muertos en Haití de forma prácticamente ininterrumpida desde el terremoto de enero de 2010, los centros médicos que atienden de forma específica la epidemia se han reducido. Según el último informe de la oficina de la OCHA en el país caribeño, recogido por el portal de noticias local Alter Presse, el número de centros ha caído un 16 por ciento entre 2012 y 2013.
Asimismo, la ONU ha alertado de que las instalaciones médicas que siguen activas cuentan con menos apoyo externo --un 30 por ciento menos-- y carecen de la financiación suficiente.
El empeoramiento de la atención médica se ha traducido en un aumento de la tasa de mortalidad, que ha alcanzado máximos en algunas zonas entre junio y agosto de este año. La temporada de ciclones, que aún debe durar tres meses más, amenaza también a la población más vulnerable.