Diez mil hinchas acuden a la apertura de San Mamés
Bilbao, As
El espíritu del viejo San Mamés ya está instalado en el nuevo estadio, un coliseo precioso en el que predomina un impactante color rojo. La afición bilbaína ha tomado asiento esta tarde de cara al estreno oficial del lunes ante el Celta: conoció con expectación de niño su asiento desde donde trasladará con sus gargantas la mística de La Catedral. Diez mil seguidores siguieron el entrenamiento de los de Valverde, aunque ver a los leones era lo de menos.
No hubo ensayo de cánticos, que se guardan para la competición, pero sí se paladeó la impresionante megafonía. La sensación general es que el Athletic se ha instalado en un digno heredero, una bombonera en la que la reverberación se hará notar por la gran inclinación de las tribunas. Hubo paciencia por las incomodidades, muchas relacionadas con la cantidad de escaleras que hay que subir para instalarse en las tribunas altas, ya que no se han puesto aún en marcha todos los ascensores.
El presidente rojiblanco, Josu Urrutia, mostró su orgullo ante "un momento histórico". "Me siento un privilegiado por vivirlo", comentó antes de solicitar paciencia por las incomodidades. Entre ellas, las de los accesos al campo, ya que se trabaja a todo trapo la elevación de la otra tribuna, que permitirá disponer de 53.000 localidades por las 35.700 de la presente temporada.
El espíritu del viejo San Mamés ya está instalado en el nuevo estadio, un coliseo precioso en el que predomina un impactante color rojo. La afición bilbaína ha tomado asiento esta tarde de cara al estreno oficial del lunes ante el Celta: conoció con expectación de niño su asiento desde donde trasladará con sus gargantas la mística de La Catedral. Diez mil seguidores siguieron el entrenamiento de los de Valverde, aunque ver a los leones era lo de menos.
No hubo ensayo de cánticos, que se guardan para la competición, pero sí se paladeó la impresionante megafonía. La sensación general es que el Athletic se ha instalado en un digno heredero, una bombonera en la que la reverberación se hará notar por la gran inclinación de las tribunas. Hubo paciencia por las incomodidades, muchas relacionadas con la cantidad de escaleras que hay que subir para instalarse en las tribunas altas, ya que no se han puesto aún en marcha todos los ascensores.
El presidente rojiblanco, Josu Urrutia, mostró su orgullo ante "un momento histórico". "Me siento un privilegiado por vivirlo", comentó antes de solicitar paciencia por las incomodidades. Entre ellas, las de los accesos al campo, ya que se trabaja a todo trapo la elevación de la otra tribuna, que permitirá disponer de 53.000 localidades por las 35.700 de la presente temporada.