Daniel Pssarella: "Ojalá Boca descienda algún día"
Juan Castro, Marca
Daniel Passarella pasó por Madrid unos días y MARCA estuvo con él. No suele dar muchas entrevistas. Pocas. En diciembre puede presentarse a la reelección presidencial. El Káiser es un mito del fútbol mundial y argentino. Un central de los que ya no quedan.
P. ¿Cómo ha disfrutado más: como jugador, técnico o presidente?
R. Como jugador, sin duda. Jugar es lo mejor, es realizar el sueño de tu vida. Uno, cuando es pequeño, normalmente quiere ser futbolista y no siempre se cumplen los sueños. Yo lo hice. Estoy agradecido por eso, es un privilegio.
P. ¿Cómo se le va a recordar mejor?
R. No lo sé. Todavía no sé si seguiré como presidente. Me ha tocado presidir un momento muy complicado del club. Siempre he tenido la mala suerte de llegar en momentos muy difíciles. En el 74 llegué como jugador y hacía 17 años que el equipo no ganaba la Liga, y en el 75 fuimos campeones. Luego me fui a Europa y cuando regresé, jugué otro año, pero ya estaba grande (36 años) y ahí sentí que ya no podía más. River me quería renovar por dos años, pero yo ya no tenía la ansiedad por jugar ni la alegría por ganar. No lo sentía igual y lo dejé. Me daba cuenta de que te ganaban en los balones divididos.
P. ¿Cómo está River como institución ahora mismo?
R. Estamos en reestructuración total, por eso ahora también como presidente es un momento difícil. El club estaba muy mal, en su peor momento.
P. ¿Qué nota se pone?
R. Mi mayor logro fue recuperar el club económicamente. En lo deportivo no me fue bien, está claro. Estábamos últimos en el promedio del descenso cuando llegué y no pudimos escapar. Estábamos en quiebra económica también. Cuando pudimos equilibrarnos en las finanzas, ahí pudimos traer a un técnico como Ramón Díaz, el más ganador de la historia del club. Y no lo hicimos antes porque no se podía, teníamos muchos problemas de dinero y un plantel poco competitivo. Estábamos al borde de la quiebra. Hoy, por lo menos, podemos tener a Ramón y a los jugadores que él exige.
P. En River se ha vendido mucho y siempre parece estar en quiebra económica. ¿Dónde está ese dinero?
R. Con otros presidentes, se vendió mal. Falcao no valía cuatro millones de dólares, no creo que valiera sólo eso. Todos sabíamos lo que iba a ser Falcao. Yo he vendido apenas a cuatro o cinco: Buenanotte, Pereyra, Lamela, Ocampo, Orban y poco más. Eso es todo en grandes ventas. Si el precio no es bueno, prefiero no vender.
P. ¿Van a vender a Balanta? ¿Es el próximo?
R. No lo tenemos que vender sí o sí. Pero no sólo él está en venta. No hay ningún jugador intocable, que no tenga precio. Todo es negociable. Si la oferta es buena para el club, se irá en diciembre. Otros jugadores vendibles son Barovero, Pezzella, el central, un caudillo, Kranevitter, Vangioni o Lanzini. Son todos para el mercado europeo.
P. Hablando de caudillos, usted lo fue en la defensa. ¿Por qué hay crisis de defensas en Argentina?
R. Coincido. Los tiempos cambian. No sé por qué. Quizás tras 2014 ya sí haya. Por ejemplo, Pezzella será un gran defensa.
P. ¿Esa ausencia de defensas es un obstáculo para ganar el Mundial?
R. Si, seguramente. Es la parte más frágil de la selección. Pero confío en Sabella, un entrenador estudioso, intuitivo, que lo hará bien. Tenemos grandes opciones de poder ganar y si lo hacemos, los dos Mundiales del 78 y 86 quedarían en el olvido. Dar la vuelta olímpica en Brasil sería el acabose. Por eso, los brasileños tienen algo de miedo.
P. ¿Este Messi del 2014 es más que aquel Maradona del 86?
R. Le voy a dar mi explicación. Ahora el fútbol es mucho más resultadista que antes. Los mismos que dicen que Maradona es más que Messi por haber ganado un Mundial no dicen lo mismo de Pelé, que ganó tres, sobre Maradona. Con esto quiero decir que Messi, aun sin ganar un Mundial, ya ha demostrado que va en camino de superar a Maradona. Al menos a nivel de clubes. Es decir, antes había más respeto por las ideas futbolísticas. Ahora sólo vale ganar o perder.
P. Ha estado estos días con Florentino. ¿Qué ha aprendido de él?
R. Nos atendió de lujo, es un señor de palabra. Dice y cumple. Ya lo había conocido en la entrega del Balón de Oro. Tiene una gran admiración por River y por Alfredo di Stéfano. Él es más de River que de Boca (risas).
P. ¿Qué se llevaría del Real Madrid al modelo de club que quiere hacer en River?
R. No se puede comparar, es diferente. El fútbol argentino, económicamente, está en crisis total y hay muchas cosas que no las podemos manejar siquiera. En Argentina todo lo maneja la AFA, acá no es así.
P. ¿Cómo interpreta el largo reinado de Grondona?
R. En 2015 son las elecciones y Grondona seguramenmte deje la presidencia.
P. ¿Será momento para refundar el fútbol argentino?
R. Sí, seguramente se va a hacer. El fútbol no puede seguir así. Por ponerle un ejemplo, en Argentina no podemos conseguir dinero por la taquilla, porque no nos dejan pasar hinchas rivales. Sólo pagan nuestros socios, pues. No recaudamos. Es increíble. Y jugamos sin público visitante porque no se puede controlar la violencia. Es insólito. Y eso es algo de la AFA y el Gobierno. Lo tienen que arreglar ellos. No los clubes. Eso mejorará en 2015, seguro. O mejora o el fútbol argentino muere.
P. Cada vez es más indigesto ver un partido de la Liga argentina. ¿Por qué está tan destruido el juego?
R. Aparentemente, en este torneo veo mejor a los jugadores que a los entrenadores. Yo le echo mucha culpa a los técnicos. Se deben corregir muchas cosas.
P. ¿Ve algún día a Boca en Segunda?
R. No es una pregunta que quiera contestar. Pero ojalá.
P. ¿Lo dice como hincha o como presidente?
R. Como hincha.
P. Hablemos de defensas. ¿Ramos le parece un jugador parecido a usted?
R. Lo vi el domingo en el Bernabéu. Es un central con panorama claro, con personalidad, que tira pases de 40 metros que destrozan al rival. Me gusta, sin duda.
P. Valdano es un caso parecido a usted: jugador, entrenador y dirigente. ¿Animaría a ex jugadores a alzarse como presidente del Madrid?
R. Sí, ¿por qué no? Eso sí, como presidente, el haber sido ídolo, cuando pierdes, no vale de nada. No hay ventajas por ser tal. Dependes del resultado del equipo. La última culpa es tuya siempre. El domingo estaba en el palco del Bernabéu y veía a gente gritarle a CR7. Si le gritan a él, imagínate al resto. La gente ha visto jugar aquí a Di Stéfano, Gento, Puskas, Zidane... y un señor de 80 años exige mucho por eso. Igual pasa en River. Por allí pasaron Di Stéfano, Labruna, Sívori... Ahora no hay ningún jugador de esa categoría. Le pasará lo mismo al público del Barça con Messi.
P. ¿Ser presidente es desagradecido?
R. Es muy lindo cuando ganas las elecciones, pero cuando llegas a un club como el River que me tocó afrontar a mí, con muchos problemas estructurales, no es tan lindo ni placentero. Es muy difícil y tienes mayor responsabilidad que en cualquier otro puesto.
P. ¿Cómo serán las elecciones de diciembre?
R. Aún no sé seguro si me presentaré. Tengo más experiencia pero sólo me presentaré si creo que voy a ganar. Para ir a perder, no voy. Uno, con las encuestas, va sabiendo. Ahora estamos abajo, pero tres meses en Argentina es mucho tiempo.
P. Usted da pocas entrevistas y no es muy populista. ¿No cree que eso le perjudica a nivel de imagen?
R. Sin duda me perjudica, pero ya es tarde para cambiar mi carácter. Obvio que me perjudica. Yo, con la prensa, no tuvo problemas en ningún lado. Y estuve en Italia, México, Brasil, Uruguay... En todos los países tuve una relación magnífica.
P: ¿Y cómo es en Argentina?
R. No tengo una relación buena. Tengo periodistas a los que respeto, pero sólo me gustan esos que son objetivos, no los que lo ven todo mal. Cuando no veo objetividad ni honestidad, me molesta mucho. Me molesta cuando son irrespetuosos y me quieren hacer una nota a la salida de mi casa. Me corren por la calle y me dicen: "Me cagás si no me das la nota". Y yo quizás voy con mi señora y no es momento. Vale su tiempo, no el mío. En todos los países son mucho más respetuosos y hablan mucho más de fútbol que en Argentina. En Italia hablan del juego mucho. Y siguen lo que dices. El otro día hablé con el Tata Martino, y me preguntó que cómo me adapté yo en su día a Europa, que qué tenía que hacer. Y le dije una cosa para con la Prensa: le dije que nunca, en Europa, diga que, por ejemplo, nunca va a hablar de los árbitros. Porque como un día hables, te lo van a sacar. Es decir, te siguen tu trayectoria. Acá se acuerdan de todo, son serios.
P. ¿Qué relación tuvo con Simeone?
R. No estuve como presidente en su etapa de técnico de River. No había llegado yo aún. El Cholo fue jugador mío en la selección argentina. Tenía ya mucho carácter. Era mediocampista, tácticamente muy bueno y adaptable a cualquier posición, pero le encantaba llegar a gol. Yo siempre le decía que tenía alma de delantero. Definía de forma perfecta en el área. Y su hijo, Giovanni, ahora está con nosotros y creo que va a llegar a triunfar en River. Tiene muchas cosas del Cholo. Simeone tiene aún mucha energía como técnico.
P. ¿Jugará un amistoso River en el Bernabéu?
R. Sí, Florentino me dijo que podemos jugar el próximo verano el Trofeo Bernabéu. Le dejó encargado el tema a Butragueño y habrá que seguir el tema. Sí va a haber amistoso, claro. Nos pasamos los correos y estaremos trabajando para ello. Eso sí, quizás vengo como espectador, no como presidente (risas).
Daniel Passarella pasó por Madrid unos días y MARCA estuvo con él. No suele dar muchas entrevistas. Pocas. En diciembre puede presentarse a la reelección presidencial. El Káiser es un mito del fútbol mundial y argentino. Un central de los que ya no quedan.
P. ¿Cómo ha disfrutado más: como jugador, técnico o presidente?
R. Como jugador, sin duda. Jugar es lo mejor, es realizar el sueño de tu vida. Uno, cuando es pequeño, normalmente quiere ser futbolista y no siempre se cumplen los sueños. Yo lo hice. Estoy agradecido por eso, es un privilegio.
P. ¿Cómo se le va a recordar mejor?
R. No lo sé. Todavía no sé si seguiré como presidente. Me ha tocado presidir un momento muy complicado del club. Siempre he tenido la mala suerte de llegar en momentos muy difíciles. En el 74 llegué como jugador y hacía 17 años que el equipo no ganaba la Liga, y en el 75 fuimos campeones. Luego me fui a Europa y cuando regresé, jugué otro año, pero ya estaba grande (36 años) y ahí sentí que ya no podía más. River me quería renovar por dos años, pero yo ya no tenía la ansiedad por jugar ni la alegría por ganar. No lo sentía igual y lo dejé. Me daba cuenta de que te ganaban en los balones divididos.
P. ¿Cómo está River como institución ahora mismo?
R. Estamos en reestructuración total, por eso ahora también como presidente es un momento difícil. El club estaba muy mal, en su peor momento.
P. ¿Qué nota se pone?
R. Mi mayor logro fue recuperar el club económicamente. En lo deportivo no me fue bien, está claro. Estábamos últimos en el promedio del descenso cuando llegué y no pudimos escapar. Estábamos en quiebra económica también. Cuando pudimos equilibrarnos en las finanzas, ahí pudimos traer a un técnico como Ramón Díaz, el más ganador de la historia del club. Y no lo hicimos antes porque no se podía, teníamos muchos problemas de dinero y un plantel poco competitivo. Estábamos al borde de la quiebra. Hoy, por lo menos, podemos tener a Ramón y a los jugadores que él exige.
P. En River se ha vendido mucho y siempre parece estar en quiebra económica. ¿Dónde está ese dinero?
R. Con otros presidentes, se vendió mal. Falcao no valía cuatro millones de dólares, no creo que valiera sólo eso. Todos sabíamos lo que iba a ser Falcao. Yo he vendido apenas a cuatro o cinco: Buenanotte, Pereyra, Lamela, Ocampo, Orban y poco más. Eso es todo en grandes ventas. Si el precio no es bueno, prefiero no vender.
P. ¿Van a vender a Balanta? ¿Es el próximo?
R. No lo tenemos que vender sí o sí. Pero no sólo él está en venta. No hay ningún jugador intocable, que no tenga precio. Todo es negociable. Si la oferta es buena para el club, se irá en diciembre. Otros jugadores vendibles son Barovero, Pezzella, el central, un caudillo, Kranevitter, Vangioni o Lanzini. Son todos para el mercado europeo.
P. Hablando de caudillos, usted lo fue en la defensa. ¿Por qué hay crisis de defensas en Argentina?
R. Coincido. Los tiempos cambian. No sé por qué. Quizás tras 2014 ya sí haya. Por ejemplo, Pezzella será un gran defensa.
P. ¿Esa ausencia de defensas es un obstáculo para ganar el Mundial?
R. Si, seguramente. Es la parte más frágil de la selección. Pero confío en Sabella, un entrenador estudioso, intuitivo, que lo hará bien. Tenemos grandes opciones de poder ganar y si lo hacemos, los dos Mundiales del 78 y 86 quedarían en el olvido. Dar la vuelta olímpica en Brasil sería el acabose. Por eso, los brasileños tienen algo de miedo.
P. ¿Este Messi del 2014 es más que aquel Maradona del 86?
R. Le voy a dar mi explicación. Ahora el fútbol es mucho más resultadista que antes. Los mismos que dicen que Maradona es más que Messi por haber ganado un Mundial no dicen lo mismo de Pelé, que ganó tres, sobre Maradona. Con esto quiero decir que Messi, aun sin ganar un Mundial, ya ha demostrado que va en camino de superar a Maradona. Al menos a nivel de clubes. Es decir, antes había más respeto por las ideas futbolísticas. Ahora sólo vale ganar o perder.
P. Ha estado estos días con Florentino. ¿Qué ha aprendido de él?
R. Nos atendió de lujo, es un señor de palabra. Dice y cumple. Ya lo había conocido en la entrega del Balón de Oro. Tiene una gran admiración por River y por Alfredo di Stéfano. Él es más de River que de Boca (risas).
P. ¿Qué se llevaría del Real Madrid al modelo de club que quiere hacer en River?
R. No se puede comparar, es diferente. El fútbol argentino, económicamente, está en crisis total y hay muchas cosas que no las podemos manejar siquiera. En Argentina todo lo maneja la AFA, acá no es así.
P. ¿Cómo interpreta el largo reinado de Grondona?
R. En 2015 son las elecciones y Grondona seguramenmte deje la presidencia.
P. ¿Será momento para refundar el fútbol argentino?
R. Sí, seguramente se va a hacer. El fútbol no puede seguir así. Por ponerle un ejemplo, en Argentina no podemos conseguir dinero por la taquilla, porque no nos dejan pasar hinchas rivales. Sólo pagan nuestros socios, pues. No recaudamos. Es increíble. Y jugamos sin público visitante porque no se puede controlar la violencia. Es insólito. Y eso es algo de la AFA y el Gobierno. Lo tienen que arreglar ellos. No los clubes. Eso mejorará en 2015, seguro. O mejora o el fútbol argentino muere.
P. Cada vez es más indigesto ver un partido de la Liga argentina. ¿Por qué está tan destruido el juego?
R. Aparentemente, en este torneo veo mejor a los jugadores que a los entrenadores. Yo le echo mucha culpa a los técnicos. Se deben corregir muchas cosas.
P. ¿Ve algún día a Boca en Segunda?
R. No es una pregunta que quiera contestar. Pero ojalá.
P. ¿Lo dice como hincha o como presidente?
R. Como hincha.
P. Hablemos de defensas. ¿Ramos le parece un jugador parecido a usted?
R. Lo vi el domingo en el Bernabéu. Es un central con panorama claro, con personalidad, que tira pases de 40 metros que destrozan al rival. Me gusta, sin duda.
P. Valdano es un caso parecido a usted: jugador, entrenador y dirigente. ¿Animaría a ex jugadores a alzarse como presidente del Madrid?
R. Sí, ¿por qué no? Eso sí, como presidente, el haber sido ídolo, cuando pierdes, no vale de nada. No hay ventajas por ser tal. Dependes del resultado del equipo. La última culpa es tuya siempre. El domingo estaba en el palco del Bernabéu y veía a gente gritarle a CR7. Si le gritan a él, imagínate al resto. La gente ha visto jugar aquí a Di Stéfano, Gento, Puskas, Zidane... y un señor de 80 años exige mucho por eso. Igual pasa en River. Por allí pasaron Di Stéfano, Labruna, Sívori... Ahora no hay ningún jugador de esa categoría. Le pasará lo mismo al público del Barça con Messi.
P. ¿Ser presidente es desagradecido?
R. Es muy lindo cuando ganas las elecciones, pero cuando llegas a un club como el River que me tocó afrontar a mí, con muchos problemas estructurales, no es tan lindo ni placentero. Es muy difícil y tienes mayor responsabilidad que en cualquier otro puesto.
P. ¿Cómo serán las elecciones de diciembre?
R. Aún no sé seguro si me presentaré. Tengo más experiencia pero sólo me presentaré si creo que voy a ganar. Para ir a perder, no voy. Uno, con las encuestas, va sabiendo. Ahora estamos abajo, pero tres meses en Argentina es mucho tiempo.
P. Usted da pocas entrevistas y no es muy populista. ¿No cree que eso le perjudica a nivel de imagen?
R. Sin duda me perjudica, pero ya es tarde para cambiar mi carácter. Obvio que me perjudica. Yo, con la prensa, no tuvo problemas en ningún lado. Y estuve en Italia, México, Brasil, Uruguay... En todos los países tuve una relación magnífica.
P: ¿Y cómo es en Argentina?
R. No tengo una relación buena. Tengo periodistas a los que respeto, pero sólo me gustan esos que son objetivos, no los que lo ven todo mal. Cuando no veo objetividad ni honestidad, me molesta mucho. Me molesta cuando son irrespetuosos y me quieren hacer una nota a la salida de mi casa. Me corren por la calle y me dicen: "Me cagás si no me das la nota". Y yo quizás voy con mi señora y no es momento. Vale su tiempo, no el mío. En todos los países son mucho más respetuosos y hablan mucho más de fútbol que en Argentina. En Italia hablan del juego mucho. Y siguen lo que dices. El otro día hablé con el Tata Martino, y me preguntó que cómo me adapté yo en su día a Europa, que qué tenía que hacer. Y le dije una cosa para con la Prensa: le dije que nunca, en Europa, diga que, por ejemplo, nunca va a hablar de los árbitros. Porque como un día hables, te lo van a sacar. Es decir, te siguen tu trayectoria. Acá se acuerdan de todo, son serios.
P. ¿Qué relación tuvo con Simeone?
R. No estuve como presidente en su etapa de técnico de River. No había llegado yo aún. El Cholo fue jugador mío en la selección argentina. Tenía ya mucho carácter. Era mediocampista, tácticamente muy bueno y adaptable a cualquier posición, pero le encantaba llegar a gol. Yo siempre le decía que tenía alma de delantero. Definía de forma perfecta en el área. Y su hijo, Giovanni, ahora está con nosotros y creo que va a llegar a triunfar en River. Tiene muchas cosas del Cholo. Simeone tiene aún mucha energía como técnico.
P. ¿Jugará un amistoso River en el Bernabéu?
R. Sí, Florentino me dijo que podemos jugar el próximo verano el Trofeo Bernabéu. Le dejó encargado el tema a Butragueño y habrá que seguir el tema. Sí va a haber amistoso, claro. Nos pasamos los correos y estaremos trabajando para ello. Eso sí, quizás vengo como espectador, no como presidente (risas).