Cristina Fernández pide que Irán avance para investigar el atentado de la AMIA

La presidenta Cristina Fernández reclamó que no se confunda la paciencia con la ingenuidad

Francisco Peregil
Buenos Aires, El País
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, aprovechó su discurso del martes por la noche ante la 68ª Asamblea General de la ONU para emplazar a Irán a que dé un paso adelante en el acuerdo que firmaron los dos países el 27 de enero. Aquél memorándum de entendimiento tenía como objetivo investigar el atentado en la sede porteña de la mutualista judía AMIA, donde murieron 85 personas en 1994. El pacto le acarreó a Fernández las críticas de todos los grupos de oposición y el rechazo de las principales asociaciones judías de Argentina.


En su día, los grupos opositores acusaron a Fernández de echar un salvavidas a un país aislado de la comunidad internacional a causa de su política de proliferación de armamento nuclear. Anoche, Fernández volvió a explicar algo que en Argentina ya se le había escuchado en numerosas ocasiones: "La causa está estancada hace 19 años, no se moviliza, y si hay cinco acusados iraníes, con los únicos que tengo y puedo hablar, para que el juez pueda tomar declaración es con Irán". “Parece obvio, pero en este mundo particular, y en mi país que también es particular, hay que explicar cosas obvias", añadió.

Era obvio también que Irán no estaba cumpliendo su parte del trato, que en nueve meses no había dado un solo paso para que la Justicia argentina avanzase en la investigación. Pero a lo largo de estos nueve meses Fernández evitó el reproche en público hacia las autoridades iraníes. Hasta anoche, cuando Fernández decidió apelar a la voluntad de diálogo que el nuevo presidente iraní, Hasan Rohaní, anunció ante la misma Asamblea. “El presidente de Francia mencionó el expediente nuclear como la cosa importante de Irán. Yo quiero mencionar el expediente AMIA. Dijeron [las autoridades iraníes] que van a dar muestras abriéndose a una negociación en el tema de que no quieren armas para uso militar”, señaló.

“Ahora esperamos que nos digan si se ha probado el acuerdo. Cuándo se va a aprobar, en caso negativo; que además pudiésemos tener una fecha de conformación de la comisión [de cinco juristas internacionales]. Y una fecha también para que el juez argentino pueda ir a Teherán (…)”, añadió Fernández. “Digo esto para que no se confunda nuestra profunda convicción con las normas del derecho internacional; tampoco se confunda nuestra paciencia con ingenuidad. Queremos, creo que ha pasado un tiempo prudencial, respuestas. Lo merecen las víctimas y la propia República Islámica de Irán si es que realmente quiere demostrarle al mundo que hay un Gobierno diferente y que hay acciones diferentes”.

Antes de la presidenta argentina subió al estrado el presidente de Uruguay, José, Pepe, Mujica. El presidente uruguayo, con chaqueta pero sin corbata, pronunció un discurso al estilo del que pronunció en junio de 2012 durante la cumbre medioambiental de Río+20. Aquellas palabras en las que Mujica se expresó contra el afán consumista de la sociedad contemporánea generaron más de un millón de visitas en Youtube. El discurso de ayer fue muy parecido. Pero adolecía del factor sorpresa.

Mujica soltó anoche un manojo de frases que oscilaban entre la crítica al consumismo desaforado y al desarrollo bélico: “Muchas veces las repúblicas se deforman y caen en el olvido de la gente corriente, la que anda por las calles, el pueblo común”. “Los Gobiernos republicanos deberían parecerse cada vez más a su pueblo; en la forma de vivir y en la forma de comprometerse con la vida”. ”En cada minuto del mundo, en cada minuto, se gastan dos millones de dólares de presupuesto militar en esta tierra. La investigación médica de todas las enfermedades apenas cubre la quita parte de la investigación militar”.

Mientras hablaba, en las redes sociales de Uruguay se crearon etiquetas de seguimiento. Algunas de sus frases, concisas como tuits, eran reproducidas al instante mientras proliferaban también las críticas. “No ha dicho nada en concreto. Nada. Igual que cuando habla acá. Diagnósticos en el aire y nada más”, señalaba un usuario de Twitter. “Si la táctica es marearlos y hacerlos firmar algo a favor del país, estamos a punto de lograr el objetivo”, señala otro. “Conclusión del discurso de Mujica: alguien tiene que salvar al mundo porque la cosa viene brava. Fin. ¿Soluciones? Ninguna”, añadía un tercero. Y entre sus seguidores: “#MujicaenlaONU da clases con la simpleza de la VERDAD. #Piñera en la ONU da lástima tratando de ser sencillo”.

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