Soberanía, tabaco, bloques, fraude y gasolineras flotantes irritan a España con Gibraltar
El lanzamiento de los bloques de hormigón es el último hecho de un desencuentro de 300 años
Natalia Junquera
Madrid, El País
La relación España-Reino Unido-Gibraltar es la historia de una disputa que dura ya 300 años, desde la firma del Tratado de Utrecht. Estos son los principales puntos de conflicto para las autoridades españolas.
Aguas, pinchos y bloques de hormigón.
Gibraltar lanzó el pasado julio 70 bloques de hormigón al mar en las inmediaciones de su aeropuerto. Las autoridades del Peñón alegan que son para construir un arrecife artificial y regenerar la pesca. España, sin embargo, considera que esos bloques “con pinchos de acero” no tienen otra finalidad que impedir el uso de las artes tradicionales de pesca de la flota gaditana. Para el Gobierno, los bloques son una muestra de la “política de hechos consumados” de Gibraltar, y recuerda que España y Reino Unido se comprometieron a negociar las medidas de protección del medio marino después de que la Comisión Europea reconociera a ambos países competencias sobre las mismas aguas. El Gobierno ha denunciado los bloques ante la Fiscalía de Medio Ambiente y ha notificado los hechos a la Comisión Europea.
Bunkering y rellenos
El Consejo de Ministros aprobó el 29 de noviembre de 2012 un real decreto por el que declaró Zona de Especial Conservación un área de 23.640 hectáreas marinas frente a la costa de Cádiz, que incluye las aguas cuya soberanía se disputan España y Gibraltar. El decreto prohibió el bunkering, práctica por la que gasolineras flotantes gibraltareñas trasvasan combustible barato a los buques y que ha causado numerosos vertidos en las aguas de la bahía de Algeciras (Cádiz). Por el mismo decreto quedó prohibida otra de las prácticas consentidas o alentadas por las autoridades gibraltareñas: el relleno de zonas marinas para ganar terreno al mar. El Gobierno de Gibraltar calificó de “totalmente inaceptable” la decisión, por considerar que España pretendía “legislar sobre aguas británicas”.
Fraude fiscal
Más de 6.700 gibraltareños tienen residencia en España —por lo que se benefician de sus infraestructuras y servicios sociales—, pero domicilio fiscal en el Peñón. La Agencia Tributaria quiere revisar su situación y la de los inmuebles a nombre de sociedades domiciliadas en Gibraltar para evitar el pago del impuesto de sucesiones.
Aeropuerto en el istmo
España quiere excluir el aeropuerto gibraltareño del llamado cielo único europeo. Se construyó en una zona que no fue cedida en el Tratado de Utrecht y que los británicos ocuparon en el siglo XIX aprovechando que España les permitió instalar allí un campamento durante una epidemia.
Contrabando de tabaco
Las incautaciones de tabaco de contrabando en la frontera con Gibraltar han subido un 40% en 2013. Suben casi al mismo ritmo que las cajetillas importadas en Gibraltar: en los tres primeros meses de este año entraron 52 millones, casi lo mismo que en todo 2009. A la Guardia Civil no le salen las cuentas.
Escraches
Una web que publica las fotos de policías y guardias civiles en la frontera e incita a realizar escraches en sus casas provocó el pasado 2 de agosto un nuevo enfrentamiento. El ministro del Interior prometió llevar el asunto “hasta las últimas consecuencias”.
Submarinos nucleares
La presencia del submarino nuclear Tireless en la base naval de Gibraltar para ser reparado, entre 2000 y 2001, provocó la mayor manifestación en Campo de Gibraltar: más de 60.000 personas mostraron su rechazo en la calle.
Natalia Junquera
Madrid, El País
La relación España-Reino Unido-Gibraltar es la historia de una disputa que dura ya 300 años, desde la firma del Tratado de Utrecht. Estos son los principales puntos de conflicto para las autoridades españolas.
Aguas, pinchos y bloques de hormigón.
Gibraltar lanzó el pasado julio 70 bloques de hormigón al mar en las inmediaciones de su aeropuerto. Las autoridades del Peñón alegan que son para construir un arrecife artificial y regenerar la pesca. España, sin embargo, considera que esos bloques “con pinchos de acero” no tienen otra finalidad que impedir el uso de las artes tradicionales de pesca de la flota gaditana. Para el Gobierno, los bloques son una muestra de la “política de hechos consumados” de Gibraltar, y recuerda que España y Reino Unido se comprometieron a negociar las medidas de protección del medio marino después de que la Comisión Europea reconociera a ambos países competencias sobre las mismas aguas. El Gobierno ha denunciado los bloques ante la Fiscalía de Medio Ambiente y ha notificado los hechos a la Comisión Europea.
Bunkering y rellenos
El Consejo de Ministros aprobó el 29 de noviembre de 2012 un real decreto por el que declaró Zona de Especial Conservación un área de 23.640 hectáreas marinas frente a la costa de Cádiz, que incluye las aguas cuya soberanía se disputan España y Gibraltar. El decreto prohibió el bunkering, práctica por la que gasolineras flotantes gibraltareñas trasvasan combustible barato a los buques y que ha causado numerosos vertidos en las aguas de la bahía de Algeciras (Cádiz). Por el mismo decreto quedó prohibida otra de las prácticas consentidas o alentadas por las autoridades gibraltareñas: el relleno de zonas marinas para ganar terreno al mar. El Gobierno de Gibraltar calificó de “totalmente inaceptable” la decisión, por considerar que España pretendía “legislar sobre aguas británicas”.
Fraude fiscal
Más de 6.700 gibraltareños tienen residencia en España —por lo que se benefician de sus infraestructuras y servicios sociales—, pero domicilio fiscal en el Peñón. La Agencia Tributaria quiere revisar su situación y la de los inmuebles a nombre de sociedades domiciliadas en Gibraltar para evitar el pago del impuesto de sucesiones.
Aeropuerto en el istmo
España quiere excluir el aeropuerto gibraltareño del llamado cielo único europeo. Se construyó en una zona que no fue cedida en el Tratado de Utrecht y que los británicos ocuparon en el siglo XIX aprovechando que España les permitió instalar allí un campamento durante una epidemia.
Contrabando de tabaco
Las incautaciones de tabaco de contrabando en la frontera con Gibraltar han subido un 40% en 2013. Suben casi al mismo ritmo que las cajetillas importadas en Gibraltar: en los tres primeros meses de este año entraron 52 millones, casi lo mismo que en todo 2009. A la Guardia Civil no le salen las cuentas.
Escraches
Una web que publica las fotos de policías y guardias civiles en la frontera e incita a realizar escraches en sus casas provocó el pasado 2 de agosto un nuevo enfrentamiento. El ministro del Interior prometió llevar el asunto “hasta las últimas consecuencias”.
Submarinos nucleares
La presencia del submarino nuclear Tireless en la base naval de Gibraltar para ser reparado, entre 2000 y 2001, provocó la mayor manifestación en Campo de Gibraltar: más de 60.000 personas mostraron su rechazo en la calle.