Peña Nieto quiere abrir el sector energético de México al capital privado
La iniciativa usa “palabra por palabra” el proyecto como fue redactado por el general cuando en 1938 expropió la industria petrolera
Salvador Camarena / Sonia Corona
México, El País
Enrique Peña Nieto ha decidido apostar el futuro de su proyecto energético a la figura del general Lázaro Cárdenas, que presidió México entre 1934 y 1940 y emprendió grandes reformas en el país. Al anunciar este lunes su iniciativa para modernizar Petróleos Mexicanos (Pemex), el presidente mexicano aseguró que su propuesta retoma “palabra por palabra” el texto del artículo 27 de la Constitución, redactado por Cárdenas en 1938, cuando expropió la industria petrolera. Con ello, según el mandatario, se abriría la puerta a contratos a particulares nacionales y extranjeros para la exploración y producción de yacimientos en aguas profundas y gas de esquisto.
En un anuncio realizado desde la residencia oficial de Los Pinos, y después de que Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, hiciera un calamitoso diagnóstico de la industria energética (no solo del petróleo, sino del gas y la electricidad), Peña Nieto evocó al general Cárdenas - el popular mandatario nacionalista que impulsó la reforma agraria y acogió a exiliados españoles de la guerra civil- y dio a conocer los cinco ejes de su propuesta.
La iniciativa, que será enviada al Senado, propone permitir contratos de “utilidad compartida” con la iniciativa privada. Además, Peña Nieto planea modificar el régimen fiscal de Pemex, actualmente asfixiada porque entrega el 67% de sus ingresos al fisco. El resto de los ejes son la reestructuración de la empresa, un esquema de transparencia y rendición de cuentas de la compañía en cuestión de contratos y adquisiciones, así como la reglamentación de los proyectos de infraestructura de la petrolera estatal.
El presidente mexicano advirtió de que en las reformas que plantea los mexicanos seguirán siendo los dueños de la renta petrolera y que Pemex seguirá siendo una empresa pública tutelada por el Estado. “Los mexicanos seguiremos siendo los únicos dueños de la renta petrolera. Con esta reforma Pemex y la Comisión Federal de Electricidad se mantienen como empresas 100% propiedad de la nación. De ninguna manera, y lo digo categóricamente, se venden ni se privatizan”, dijo frente a empresarios, algunos gobernadores y su Gabinete.
La reforma también contempla la apertura de la industria de la electricidad. El mandatario señaló que los cambios en la Constitución permitirán que particulares produzcan energía eléctrica. Peña Nieto indicó, que con una mayor flexibilidad para la Comisión Federal de Electricidad y la reducción de sus costos de operación, se permitirá que la factura de la luz de los mexicanos sea más barata (ahora es un 25% más cara que en EE UU).
Al anunciar la reforma energética, Coldwell dibujó un panorama de pérdida de oportunidades de esa industria. Recordó que el 7,6% del PIB de México depende directamente de la explotación de hidrocarburos. Sin embargo, reconoció que, a pesar de los esfuerzos del Estado por aumentar la producción, los resultados han sido negativos. “En México producimos menos petróleo y gas natural pese a que la inversión pública se ha septuplicado durante los últimos 15 años hasta llegar a 20.000 millones de dólares”, dijo.
El titular de Energía señaló que la producción de gas natural no satisface el mercado interno, ya que en México solo se produce una tercera parte del consumo nacional. En los últimos ocho años, reconoció el secretario de Energía, la producción de petróleo se ha reducido en 835.000 barriles diarios, que han generado pérdidas anuales por unos 22.000 millones de dólares.
“Está concluyendo para México la era de los yacimientos gigantes en aguas someras, que representaron petróleo abundante y con bajos costos de extracción”, dijo Coldwell, quien indicó que es urgente la exploración y explotación de yacimientos en aguas profundas. También señaló que México necesita compartir los riesgos geológicos y financieros de esta actividad y reconoció que el país no tiene el capital, la tecnología y los conocimientos suficientes para lograrlo. Aseguró que, en 2012, mientras en EE UU se inició la perforación de 9.100 pozos, en México solo se consiguió en tres.
Peña Nieto expresó que confía en que el Pacto por México, un acuerdo alcanzado por los partidos políticos para sacar adelante las reformas estructurales del país, servirá para que los legisladores negocien y aprueben las modificaciones a la Constitución en materia energética. Al ampararse en la figura del general Cárdenas, Peña Nieto intentó vencer la resistencia tanto de la izquierda moderada, agrupada en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), como del disidente de esta formación Andrés Manuel López Obrador, que se oponen por igual a la modificación de la Constitución, vista como un intento de privatización.
El mandatario mexicano ha asegurado que con la implementación de su reforma energética, la producción diaria de barriles de petróleo podrá pasar de los 2,5 millones que se obtienen actualmente a unos tres millones en 2018, al término de su mandato. Pemex es la séptima petrolera del mundo y desde 2004 ha visto menguar sus ganancias hasta un 30%.
Salvador Camarena / Sonia Corona
México, El País
Enrique Peña Nieto ha decidido apostar el futuro de su proyecto energético a la figura del general Lázaro Cárdenas, que presidió México entre 1934 y 1940 y emprendió grandes reformas en el país. Al anunciar este lunes su iniciativa para modernizar Petróleos Mexicanos (Pemex), el presidente mexicano aseguró que su propuesta retoma “palabra por palabra” el texto del artículo 27 de la Constitución, redactado por Cárdenas en 1938, cuando expropió la industria petrolera. Con ello, según el mandatario, se abriría la puerta a contratos a particulares nacionales y extranjeros para la exploración y producción de yacimientos en aguas profundas y gas de esquisto.
En un anuncio realizado desde la residencia oficial de Los Pinos, y después de que Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, hiciera un calamitoso diagnóstico de la industria energética (no solo del petróleo, sino del gas y la electricidad), Peña Nieto evocó al general Cárdenas - el popular mandatario nacionalista que impulsó la reforma agraria y acogió a exiliados españoles de la guerra civil- y dio a conocer los cinco ejes de su propuesta.
La iniciativa, que será enviada al Senado, propone permitir contratos de “utilidad compartida” con la iniciativa privada. Además, Peña Nieto planea modificar el régimen fiscal de Pemex, actualmente asfixiada porque entrega el 67% de sus ingresos al fisco. El resto de los ejes son la reestructuración de la empresa, un esquema de transparencia y rendición de cuentas de la compañía en cuestión de contratos y adquisiciones, así como la reglamentación de los proyectos de infraestructura de la petrolera estatal.
El presidente mexicano advirtió de que en las reformas que plantea los mexicanos seguirán siendo los dueños de la renta petrolera y que Pemex seguirá siendo una empresa pública tutelada por el Estado. “Los mexicanos seguiremos siendo los únicos dueños de la renta petrolera. Con esta reforma Pemex y la Comisión Federal de Electricidad se mantienen como empresas 100% propiedad de la nación. De ninguna manera, y lo digo categóricamente, se venden ni se privatizan”, dijo frente a empresarios, algunos gobernadores y su Gabinete.
La reforma también contempla la apertura de la industria de la electricidad. El mandatario señaló que los cambios en la Constitución permitirán que particulares produzcan energía eléctrica. Peña Nieto indicó, que con una mayor flexibilidad para la Comisión Federal de Electricidad y la reducción de sus costos de operación, se permitirá que la factura de la luz de los mexicanos sea más barata (ahora es un 25% más cara que en EE UU).
Al anunciar la reforma energética, Coldwell dibujó un panorama de pérdida de oportunidades de esa industria. Recordó que el 7,6% del PIB de México depende directamente de la explotación de hidrocarburos. Sin embargo, reconoció que, a pesar de los esfuerzos del Estado por aumentar la producción, los resultados han sido negativos. “En México producimos menos petróleo y gas natural pese a que la inversión pública se ha septuplicado durante los últimos 15 años hasta llegar a 20.000 millones de dólares”, dijo.
El titular de Energía señaló que la producción de gas natural no satisface el mercado interno, ya que en México solo se produce una tercera parte del consumo nacional. En los últimos ocho años, reconoció el secretario de Energía, la producción de petróleo se ha reducido en 835.000 barriles diarios, que han generado pérdidas anuales por unos 22.000 millones de dólares.
“Está concluyendo para México la era de los yacimientos gigantes en aguas someras, que representaron petróleo abundante y con bajos costos de extracción”, dijo Coldwell, quien indicó que es urgente la exploración y explotación de yacimientos en aguas profundas. También señaló que México necesita compartir los riesgos geológicos y financieros de esta actividad y reconoció que el país no tiene el capital, la tecnología y los conocimientos suficientes para lograrlo. Aseguró que, en 2012, mientras en EE UU se inició la perforación de 9.100 pozos, en México solo se consiguió en tres.
Peña Nieto expresó que confía en que el Pacto por México, un acuerdo alcanzado por los partidos políticos para sacar adelante las reformas estructurales del país, servirá para que los legisladores negocien y aprueben las modificaciones a la Constitución en materia energética. Al ampararse en la figura del general Cárdenas, Peña Nieto intentó vencer la resistencia tanto de la izquierda moderada, agrupada en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), como del disidente de esta formación Andrés Manuel López Obrador, que se oponen por igual a la modificación de la Constitución, vista como un intento de privatización.
El mandatario mexicano ha asegurado que con la implementación de su reforma energética, la producción diaria de barriles de petróleo podrá pasar de los 2,5 millones que se obtienen actualmente a unos tres millones en 2018, al término de su mandato. Pemex es la séptima petrolera del mundo y desde 2004 ha visto menguar sus ganancias hasta un 30%.