Mundial de Atletismo: Usain Bolt va por el oro de 100 ante el asalto de Justin Gatlin
Moscú, As
De no mediar catástrofe en semifinales (a partir de las 17:05 horas, con Bolt en la tercera y Justin Gatlin en la primera), Usain Bolt intentará recuperar en la gran final de 100 metros (19:50 horas) el título mundial del hectómetro: ese título que se le esfumó al Relámpago en 2011, en el Mundial de Daegu, tras ver tarjeta roja por salida nula y que pasó a Yohan Blake, su ausente compatriota: rival y compañero de entrenamiento de Bolt con el huraño técnico Glen Mills.
Apartado Tyson Gay, sólo Gatlin y Mike Rodgers, los dos mejores estadounidenses en Moscú, bajaron el crono de 10.00 en las series de cuartos de final: 9.99 para Gatlin y 9.98 para Rodgers, en las dos primeras carreras de 100 por debajo de 10.00 en territorio ruso.
En la séptima serie, Bolt cuidó la salida, se concentró y demarró como lo que es: una centella… pero sólo hasta 60 metros. Desde ahí, Usain, el Relámpago de Trelawny, rebajó vatios y firmó
su pase a semifinales con 40,5 zancadas en los 100 metros (en los momentos estelares
usa 41): las necesarias para un sencillo triunfo en 10.07.
Impresión familiar. Lo de hoy es otra cosa: el avieso Gatlin trae el colmillo tan afilado como su historial y los clavos de las zapatillas. El suave Rodgers se desplaza con facilidad casi insolente. Pero a uno le asalta una impresión familiar, la misma que ya tuvo en Pekín, Berlín o Londres: sobre 100 metros, en este planeta y como en Daegu… sólo Usain Bolt puede derrotar a Usain Bolt.
De no mediar catástrofe en semifinales (a partir de las 17:05 horas, con Bolt en la tercera y Justin Gatlin en la primera), Usain Bolt intentará recuperar en la gran final de 100 metros (19:50 horas) el título mundial del hectómetro: ese título que se le esfumó al Relámpago en 2011, en el Mundial de Daegu, tras ver tarjeta roja por salida nula y que pasó a Yohan Blake, su ausente compatriota: rival y compañero de entrenamiento de Bolt con el huraño técnico Glen Mills.
Apartado Tyson Gay, sólo Gatlin y Mike Rodgers, los dos mejores estadounidenses en Moscú, bajaron el crono de 10.00 en las series de cuartos de final: 9.99 para Gatlin y 9.98 para Rodgers, en las dos primeras carreras de 100 por debajo de 10.00 en territorio ruso.
En la séptima serie, Bolt cuidó la salida, se concentró y demarró como lo que es: una centella… pero sólo hasta 60 metros. Desde ahí, Usain, el Relámpago de Trelawny, rebajó vatios y firmó
su pase a semifinales con 40,5 zancadas en los 100 metros (en los momentos estelares
usa 41): las necesarias para un sencillo triunfo en 10.07.
Impresión familiar. Lo de hoy es otra cosa: el avieso Gatlin trae el colmillo tan afilado como su historial y los clavos de las zapatillas. El suave Rodgers se desplaza con facilidad casi insolente. Pero a uno le asalta una impresión familiar, la misma que ya tuvo en Pekín, Berlín o Londres: sobre 100 metros, en este planeta y como en Daegu… sólo Usain Bolt puede derrotar a Usain Bolt.