Libia no entregará al hijo de Gadafi al Tribunal Penal Internacional

Santander, EP
El embajador de Libia en España, Mohamed Alfaqeeh Saleh, ha asegurado este martes en Santander que el país no entregará al hijo del dictador Muamar el Gadafi, Saif el Islam, al Tribunal Penal Internacional (TPI), que reclama a Libia le ponga a su disposición antes de este viernes, 16 de agosto.


Alfaqeeh Saleh ha indicado, a preguntas de los asistentes al seminario internacional sobre la Primavera Árabe que se celebra en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), que Libia no cumplirá la reclamación del TPI porque es "voluntad del pueblo libio" juzgarlo en el país cuando éste tenga implementado su sistema judicial.

"Creo que nadie salvo el pueblo libio decidirá lo que pase con Saif el Islam, porque es el quien ha sufrido el despotismo y las injusticias de la familia Gadafi", ha afirmado el embajador de Libia en España, que ha asegurado que, cuando el país avance en la instauración de su sistema democrático, el hijo del dictador será juzgado con "todas las garantías internacionales".

Esa es la "decisión" del pueblo libio que, aunque no entregará a Saif al Islam al TPI, "respeta las demandas internacionales", ha añadido Alfaqeeh Saleh.

Sin embargo, a pesar de insistir en que el hijo de Gadafi será procesado cuando Libia cuente con su propio sistema judicial, el embajador ha reconocido que la transición del país hacia un sistema "democrático y moderno" avanza con "mucha lentitud" y antes que el sistema judicial habrá que asentar la seguridad con la "refundación del ejército y la policía".

En este punto, ha ahondado en que, aunque la revolución y la caída de Gadafi "ha abierto una puerta para que el pueblo empiece a fundar un sistema democrático", el consejo encargado de llevar a cabo la transición se ha encontrado con varios "problemas".

Entre ellos, Alfaqeeh Saleh ha destacado la proliferación de "grupos armados" surgidos de la revolución y que están "fuera del control del Estado, la existencia de "muchos" grupos extremistas entre las diferentes regiones y tribus, así como la "ausencia" y "carencia" de personas "carismáticas" con experiencia política que puedan liderar la "misión compleja y difícil" de llevar el país hacia la democracia.

A pesar de esos obstáculos, que en "su mayoría" ha florecido después de que el pueblo libio consiguiese "liberarse de los tentáculos del régimen", el periodo de transición también está dejando "cosas positivas" --ha dicho-- como "la formación de partidos políticos, sindicatos, medios de comunicación libres, asociaciones ciudadanas o las primeras elecciones generales --celebradas el 7 de julio de 2012--" y que, a su juicio, muestran la "voluntad" de los libios de construir un "estado democrático y moderno".

En esta línea, el embajador libio también ha ensalzado que los ciudadanos pueden "manifestarse, hacer huelga o encerrarse", acciones que de las que "tienen derecho a disfrutar" también a pesar de que, por el contrario que las anteriormente citadas, no están especificadas en leyes porque "todavía no han sido promulgadas".

Por otro lado, Alfaqeeh Saleh ha apelado al "consenso" de las fuerzas políticas libias para llegar al objetivo final del proceso de transición, que es "reconstruir un país que tras el régimen y la revolución ha quedado casi desértico", aunque ha considerado que aún "hay defectos y lagunas que limitan la efectividad" de ese proceso.
CONSTITUCIÓN: "TRABAJO ARDUO Y COMPLICADO"

En esta línea, el embajador ha recordado que el siguiente paso a dar es la redacción de la Constitución, a la que "desgraciadamente" el Congreso General Nacional "no se ha dedicado" durante este tiempo y la comisión constituyente encargada de este proceso "minucioso y delicado" parece que tiene por delante un trabajo "arduo, complicado y lleno de dificultades".

"Es posible que estemos un largo tiempo esperando porque la ley para su redacción no fija un plazo concreto", ha recordado Alfaqeeh Saleh, que ha indicado que, una vez elaborado este documento, tendrá que ser aprobado por el pueblo libio en referéndum y posteriormente se convocarán elecciones parlamentarias y presidenciales, algo que espera que ocurra cuanto antes porque en estos momentos Libia es como "un palacio de arena expuesto a desmoronarse".

Y es que Libia necesita desarrollar una democracia basada en el "consenso y la reconciliación" para "resarcir a un pueblo roto y recoger las piezas de un Estado desperdigado", ha añadido el embajador y reconocido poeta libio, que ha afirmado que "la consolidación de la transición democrática está muy lejos de alcanzarse a corto-medio plazo pero eso no debe impedir al pueblo libio seguir soñando con construir un estado cívico y moderno y llevar una vida democrática".

"El pueblo libio no cederá en sus esfuerzos nobles por hacer realidad ese sueño", ha concluido el embajador de Libia en España.

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