La ONU condena "firmemente" la oleada de atentados en Bagdad
Madrid, EP
La 'número dos' de la Secretaría General de Naciones Unidas para Irak, Jacqueline Badcock, ha condenado "firmemente" este miércoles la oleada de atentados que ha sacudido durante la jornada Bagdad, que se ha saldado con decenas de muertos y heridos.
"Esta implacable oleada de asesinatos sinsentido ha dejado miles de muertos desde abril y refleja la naturaleza despiadada de sus autores. Ningún objetivo político puede justificar el derramamiento diario de sangre de civiles", ha dicho, según ha informado la agencia iraquí de noticias NINA.
El Ministerio del Interior iraquí ha descrito los ataques como "explosiones terroristas" y ha cifrado en solo 20 los fallecidos y 213 los heridos. El Gobierno del primer ministro Nuri al Maliki, un chií, ha acusado a los medios de exagerar las cifras de víctimas en los atentados.
Fuentes médicas y de seguridad citadas por la agencia británica de noticias Reuters han elevado el balance de víctimas a al menos 86 muertos y 260 heridos.
A los atentados en la capital iraquí se suman también otros incidentes en zonas cercanas como Latifiya, a unos 40 kilómetros de distancia. En este suburbio, seis miembros de la antigua insurgencia Al Sahwa perdieron la vida por una emboscada en un puesto de control.
Por otra parte, un grupo de hombres armados irrumpió en una vivienda de la misma zona habitada por chiíes y mató a seis miembros de una misma familia, según fuentes policiales y de los servicios médicos consultadas por Reuters.
El Gobierno iraquí pidió a mediados de agosto ayuda a Washington para hacer frente al terrorismo y combatir contra los grupos armados presentes en el país en medio del incremento de los atentados contra las fuerzas de seguridad y la población civil.
"Necesitamos el apoyo de Estados Unidos en el campo de la seguridad y la lucha contra el terrorismo, así como para fortalecer a nuestras Fuerzas Armadas para hacer frente a los grupos terroristas", dijo el ministro de Exteriores, Hosyar Zebari, durante una rueda de prensa conjunta con su homólogo estadounidense, John Kerry.
Los grupos armados islamistas suníes han incrementado notablemente su violencia, dirigida principalmente contra la comunidad chií, mayoritaria en Irak y principal respaldo del actual Gobierno. La situación de seguridad se ha visto asimismo afectada por la guerra civil que atraviesa la vecina Siria.
La 'número dos' de la Secretaría General de Naciones Unidas para Irak, Jacqueline Badcock, ha condenado "firmemente" este miércoles la oleada de atentados que ha sacudido durante la jornada Bagdad, que se ha saldado con decenas de muertos y heridos.
"Esta implacable oleada de asesinatos sinsentido ha dejado miles de muertos desde abril y refleja la naturaleza despiadada de sus autores. Ningún objetivo político puede justificar el derramamiento diario de sangre de civiles", ha dicho, según ha informado la agencia iraquí de noticias NINA.
El Ministerio del Interior iraquí ha descrito los ataques como "explosiones terroristas" y ha cifrado en solo 20 los fallecidos y 213 los heridos. El Gobierno del primer ministro Nuri al Maliki, un chií, ha acusado a los medios de exagerar las cifras de víctimas en los atentados.
Fuentes médicas y de seguridad citadas por la agencia británica de noticias Reuters han elevado el balance de víctimas a al menos 86 muertos y 260 heridos.
A los atentados en la capital iraquí se suman también otros incidentes en zonas cercanas como Latifiya, a unos 40 kilómetros de distancia. En este suburbio, seis miembros de la antigua insurgencia Al Sahwa perdieron la vida por una emboscada en un puesto de control.
Por otra parte, un grupo de hombres armados irrumpió en una vivienda de la misma zona habitada por chiíes y mató a seis miembros de una misma familia, según fuentes policiales y de los servicios médicos consultadas por Reuters.
El Gobierno iraquí pidió a mediados de agosto ayuda a Washington para hacer frente al terrorismo y combatir contra los grupos armados presentes en el país en medio del incremento de los atentados contra las fuerzas de seguridad y la población civil.
"Necesitamos el apoyo de Estados Unidos en el campo de la seguridad y la lucha contra el terrorismo, así como para fortalecer a nuestras Fuerzas Armadas para hacer frente a los grupos terroristas", dijo el ministro de Exteriores, Hosyar Zebari, durante una rueda de prensa conjunta con su homólogo estadounidense, John Kerry.
Los grupos armados islamistas suníes han incrementado notablemente su violencia, dirigida principalmente contra la comunidad chií, mayoritaria en Irak y principal respaldo del actual Gobierno. La situación de seguridad se ha visto asimismo afectada por la guerra civil que atraviesa la vecina Siria.