Hat-trick de Müller en el primer triunfo oficial de Pep Guardiola
Munich, As
El Bayern de Pep Guardiola afrontó su segundo partido oficial de la temporada –el primero se saldó con derrota por 4-2 ante el Borussia Dortmund en la Supercopa– frente al modesto BSV Schwarz Rheden, al que consiguió anotarle una manita (0-5) -goles de Shaqiri, Robben y triplete de Müller-, de la Liga Regional (la cuarta División del fútbol teutón) en la primera ronda de la Copa de Alemania, de la que el conjunto teutón es actual campeón, guardando hombres importantes en el banquillo como el capitán Lahm, Frank Ribèry, Javi Martínez o Thiago Alcántara, con molestias en un tobillo.
Aun así, el once que dispuso el de Santpedor contaba con futbolistas de la calidad de Schweinsteiger, Robben, Müller, Kroos o el croata Mandzukic, lo que da una idea de la profundidad de plantilla con la que cuenta el vigente vencedor dela Champions. Todo esto sin contar con la presencia en la Baja Sajonia de Mario Götze, quien se ha incorporado a los entrenamientos tras recuperarse de la lesión muscular que arrastraba desde finales del curso pasado.
La primera posesión del partido fue un fiel reflejo a lo visto durante los 90 minutos: el Bayern tocando el balón en el campo del modesto Rehden a la espera de encontrar los huecos existentes entre las cercanas líneas defensivas predispuestas por el técnico Predrag Uzelac, con Van Buyten y Dante cerrando casi en la línea de mediocampo. Nada nuevo al fútbol mostrado por el entrenador catalán durante su estancia en el Barcelona, aunque introduciendo una serie de matices que se ajustan más a las características de los futbolistas del gigante del fútbol teutón. Aprovecha la superlativa velocidad de Arjen Robben para sorprender a defensas tan cerradas (caso del encuentro de hoy, y que sucederá en la gran mayoría de partidos que el conjunto de Baviera tendrá que afrontar durante la temporada) con vertiginosas transiciones que buscan al extremo holandés como protagonista –de nuevo ubicado por la banda izquierda, tal y como ya ocurrió durante la segunda mitad en la pasada Supercopa– y, sobre todo, los centros y balones colgados al área son empleados con frecuencia para explotar el buen remate de cabeza que poseen jugadores como Mandzukic o Müller.
Los primeros compases se le atragantaron al Bayern, y los animosos futbolistas del Rehden, espoleados por un estadio repleto, casi culminaron alguna contra que pudo haber puesto cuesta arriba el encuentro para los muniqueses. Un testarazo de cabeza a centro de Müller desde la derecha (el balón colgado al área como parte del estilo de juego y no como solución) que rozó el palo derecho la meta defendida por Mandic despertó lo justo y necesario a los suyos en el minuto 8. Apartir de ese instante, el Rehden comenzó a sentir el miedo en el cuerpo y dejó el descaro para instantes después de que recibiera el primer gol, obra de Shakiri. El suizo desvió la trayectoria prácticamente a bocajarro de un remate de Robben desde el interior del área. Antes Müller y Kroos pudieron haber inaugurado el marcador. Precisamente, fue tras este jarro de agua fría, cuando los locales volvieron a desperezarse y estuvieron cerca de igualar el encuentro tras un elegante remate de Neumann que buscó esquivar la media salida de Neuer con un balón bombeado que se marchó cerca de poste izquierdo.
Poco después, un activo Robben, envió un zapatazo raso y seco que se estrelló contra la madera, antes de volver a intentarlo con una de sus características internadas en las que va esquivando a los defensas que le salen al paso, aunque el remate con la derecha, su pierna mala, se marchó desviado. El dominio del campeón dela Bundesliga continuó y cristalizó en un segundo gol a pocos segundos de alcanzar el descanso. Müller, libre de marca, empujó con la testa un centro de Rafinha a la salida de un córner.
Tras la reanudación, Guardiola recolocó a Robben en la derecha y protegió a Schweinsteiger instantes después al sufrir molestias físicas tras un golpe en su rodilla. El monólogo del Bayern fue en aumento conforme transcurrían los minutos y las llegadas al área del montenegrino Mandic. Müller envió un cabezazo al travesaño en el minuto 56. Posteriormente convirtió un penalti que cometió Pekrul sobre él mismo y consiguió su tercer gol de la noche tras otro testarazo que introdujo junto al palo derecho tras un nuevo saque de esquina.
Los goles del internacional alemán dejaron aturdido al conjunto local y a su animosa afición, cuyos gritos de ánimo se fueron apagando según se iban consumiendo los minutos. Los bávaros tocaban y tocaban el esférico mientras las llegadas se sucedían, Müller estuvo cerca de conseguir un póker de goles, pero Mandic –notable pese a la goleada- lo evitó. Arjen Robben, el otro futbolista más activo del Bayern junto al trigoleador del encuentro, consiguió completar la goleada al marcar el quinto gol con un zurdazo que entró pegado al poste derecho. Unos minutos antes había comparecido en el tapete Javi Martínez, quien sustituyó a Kroos, en el tercer y último cambio de los visitantes.
Sin embargo, merced a un error de Van Buyten en el despeje, el Redhen pudo conseguir el gol de la honra tras un remate de Arend que se marchó desviado. Pese a la debilidad manifiesta del rival, la zaga muniquesa cometió varios errores a la hora de sincronizarse sus centrales para marcar el fuera de juego, que a buen seguro tomó nota Pep Guardiola para corregir en los próximos entrenamientos de cara al inicio de la Bundesliga este próximo viernes en el Allianz Arena frente al Borussia Mönchengladbach.
BSV Rehden: Mandic; Pekrul, Heyken, Wesel, Hegerfeld; Arend, Stütz; Chaib (Winkelmann, 65), Artman, Hirooka; y Neumann (Kifuta, 62).
Bayern de Múnich: Neuer; Rafinha, Van Buyen, Dante (Boateng, 68), Alaba; Schweinsteiger (Kirchhof, 61); Shaqiri, Kroos (Javi Martínez, 81); Robben, Müller; y Mandzukic.
Goles: 0-1, min 18: Shaqiri. 0-2, min 45: Müller. 0-3, min 58: Müller, de penalti. 0-4, min 64: Müller. 0-5, min.88: Müller.
Árbitro: Bandurski. Amonestó a Chaib, Arendt, Shaqiri, Mandzukic.
Incidencias: partido de la primera ronda de la Copa de Alemania disputado en el estadio de Osnabrück ante unos 15.000 espectadores.
El Bayern de Pep Guardiola afrontó su segundo partido oficial de la temporada –el primero se saldó con derrota por 4-2 ante el Borussia Dortmund en la Supercopa– frente al modesto BSV Schwarz Rheden, al que consiguió anotarle una manita (0-5) -goles de Shaqiri, Robben y triplete de Müller-, de la Liga Regional (la cuarta División del fútbol teutón) en la primera ronda de la Copa de Alemania, de la que el conjunto teutón es actual campeón, guardando hombres importantes en el banquillo como el capitán Lahm, Frank Ribèry, Javi Martínez o Thiago Alcántara, con molestias en un tobillo.
Aun así, el once que dispuso el de Santpedor contaba con futbolistas de la calidad de Schweinsteiger, Robben, Müller, Kroos o el croata Mandzukic, lo que da una idea de la profundidad de plantilla con la que cuenta el vigente vencedor dela Champions. Todo esto sin contar con la presencia en la Baja Sajonia de Mario Götze, quien se ha incorporado a los entrenamientos tras recuperarse de la lesión muscular que arrastraba desde finales del curso pasado.
La primera posesión del partido fue un fiel reflejo a lo visto durante los 90 minutos: el Bayern tocando el balón en el campo del modesto Rehden a la espera de encontrar los huecos existentes entre las cercanas líneas defensivas predispuestas por el técnico Predrag Uzelac, con Van Buyten y Dante cerrando casi en la línea de mediocampo. Nada nuevo al fútbol mostrado por el entrenador catalán durante su estancia en el Barcelona, aunque introduciendo una serie de matices que se ajustan más a las características de los futbolistas del gigante del fútbol teutón. Aprovecha la superlativa velocidad de Arjen Robben para sorprender a defensas tan cerradas (caso del encuentro de hoy, y que sucederá en la gran mayoría de partidos que el conjunto de Baviera tendrá que afrontar durante la temporada) con vertiginosas transiciones que buscan al extremo holandés como protagonista –de nuevo ubicado por la banda izquierda, tal y como ya ocurrió durante la segunda mitad en la pasada Supercopa– y, sobre todo, los centros y balones colgados al área son empleados con frecuencia para explotar el buen remate de cabeza que poseen jugadores como Mandzukic o Müller.
Los primeros compases se le atragantaron al Bayern, y los animosos futbolistas del Rehden, espoleados por un estadio repleto, casi culminaron alguna contra que pudo haber puesto cuesta arriba el encuentro para los muniqueses. Un testarazo de cabeza a centro de Müller desde la derecha (el balón colgado al área como parte del estilo de juego y no como solución) que rozó el palo derecho la meta defendida por Mandic despertó lo justo y necesario a los suyos en el minuto 8. Apartir de ese instante, el Rehden comenzó a sentir el miedo en el cuerpo y dejó el descaro para instantes después de que recibiera el primer gol, obra de Shakiri. El suizo desvió la trayectoria prácticamente a bocajarro de un remate de Robben desde el interior del área. Antes Müller y Kroos pudieron haber inaugurado el marcador. Precisamente, fue tras este jarro de agua fría, cuando los locales volvieron a desperezarse y estuvieron cerca de igualar el encuentro tras un elegante remate de Neumann que buscó esquivar la media salida de Neuer con un balón bombeado que se marchó cerca de poste izquierdo.
Poco después, un activo Robben, envió un zapatazo raso y seco que se estrelló contra la madera, antes de volver a intentarlo con una de sus características internadas en las que va esquivando a los defensas que le salen al paso, aunque el remate con la derecha, su pierna mala, se marchó desviado. El dominio del campeón dela Bundesliga continuó y cristalizó en un segundo gol a pocos segundos de alcanzar el descanso. Müller, libre de marca, empujó con la testa un centro de Rafinha a la salida de un córner.
Tras la reanudación, Guardiola recolocó a Robben en la derecha y protegió a Schweinsteiger instantes después al sufrir molestias físicas tras un golpe en su rodilla. El monólogo del Bayern fue en aumento conforme transcurrían los minutos y las llegadas al área del montenegrino Mandic. Müller envió un cabezazo al travesaño en el minuto 56. Posteriormente convirtió un penalti que cometió Pekrul sobre él mismo y consiguió su tercer gol de la noche tras otro testarazo que introdujo junto al palo derecho tras un nuevo saque de esquina.
Los goles del internacional alemán dejaron aturdido al conjunto local y a su animosa afición, cuyos gritos de ánimo se fueron apagando según se iban consumiendo los minutos. Los bávaros tocaban y tocaban el esférico mientras las llegadas se sucedían, Müller estuvo cerca de conseguir un póker de goles, pero Mandic –notable pese a la goleada- lo evitó. Arjen Robben, el otro futbolista más activo del Bayern junto al trigoleador del encuentro, consiguió completar la goleada al marcar el quinto gol con un zurdazo que entró pegado al poste derecho. Unos minutos antes había comparecido en el tapete Javi Martínez, quien sustituyó a Kroos, en el tercer y último cambio de los visitantes.
Sin embargo, merced a un error de Van Buyten en el despeje, el Redhen pudo conseguir el gol de la honra tras un remate de Arend que se marchó desviado. Pese a la debilidad manifiesta del rival, la zaga muniquesa cometió varios errores a la hora de sincronizarse sus centrales para marcar el fuera de juego, que a buen seguro tomó nota Pep Guardiola para corregir en los próximos entrenamientos de cara al inicio de la Bundesliga este próximo viernes en el Allianz Arena frente al Borussia Mönchengladbach.
BSV Rehden: Mandic; Pekrul, Heyken, Wesel, Hegerfeld; Arend, Stütz; Chaib (Winkelmann, 65), Artman, Hirooka; y Neumann (Kifuta, 62).
Bayern de Múnich: Neuer; Rafinha, Van Buyen, Dante (Boateng, 68), Alaba; Schweinsteiger (Kirchhof, 61); Shaqiri, Kroos (Javi Martínez, 81); Robben, Müller; y Mandzukic.
Goles: 0-1, min 18: Shaqiri. 0-2, min 45: Müller. 0-3, min 58: Müller, de penalti. 0-4, min 64: Müller. 0-5, min.88: Müller.
Árbitro: Bandurski. Amonestó a Chaib, Arendt, Shaqiri, Mandzukic.
Incidencias: partido de la primera ronda de la Copa de Alemania disputado en el estadio de Osnabrück ante unos 15.000 espectadores.