Europa vislumbra la salida de la crisis

La zona euro deja atrás año y medio de recesión gracias a Alemania y Francia
“No hay lugar para la autocomplacencia”, avisa Rehn

Luis Doncel
Bruselas, El País
En una Europa necesitada de buenas noticias, la agencia estadística dio ayer una que muchos líderes llevan tiempo deseando oír: la zona euro ha salido por fin de una recesión que ya duraba año y medio. Hace días que se daba por hecho que el segundo trimestre del año arrojaría una cifra positiva, pero los datos de Eurostat han sorprendido por el decidido avance de Francia y Alemania; y sobre todo por la fuerza de Portugal, que pasa del pelotón de los torpes a ser el campeón del crecimiento entre abril y mayo.


Pero un buen trimestre no basta para alejar los nubarrones de un continente con tantos problemas como el europeo y sobre todo de una periferia que no termina de levantar el vuelo. A las habituales advertencias de los expertos se unieron ayer las del propio comisario europeo de Asuntos Económicos. Olli Rehn se congratuló en su blog de que el PIB europeo —tanto si se tienen en cuenta a los 28 países de la UE como si se circunscribe a los 17 que comparten moneda única—, creciera entre abril y junio un 0,3% en comparación con los tres meses anteriores, pero insistió en que aún queda mucho trabajo por delante.

“No hay tiempo para la autocomplacencia. Declaraciones que sugieren que la crisis ha terminado no son para hoy”, aseguró el vicepresidente de la Comisión y titular de Economía. Guntram Wolff, del think-tank con sede en Bruselas Brueguel, tampoco quiere echar las campanas al vuelo. “Seria muy cauto antes de decir que estamos en un cambio de tendencia. Es cierto que Francia y Alemania han superado nuestras expectativas, pero en ambos casos se debe a motivos circunstanciales”, asegura. “Habrá que esperar al siguiente trimestre”, abunda Cinzia Alcidi, de CEPS.

Bruselas entiende los datos publicados ayer como la confirmación de que su política económica es la idónea, y como una señal de que hay que perseverar en ella: estabilidad presupuestaria y reformas, es el cóctel que reivindica Rehn. “Una recuperación robusta está al alcance de la mano, pero hay que mantener el ritmo de las reformas, recobrar el control de nuestra montaña de deuda, pública y privada, y poner los pilares de una auténtica unión económica y monetaria”, aseguró el finlandés.

Porque aún quedan muchos obstáculos por sortear. Al menos cuatro países —España, Italia, Holanda y Chipre— siguen anclados en la recesión; y es muy probable que otros tres que aún no han publicado sus cifras —Grecia, Irlanda y Eslovenia— también estén en negativo. La tercera, cuarta y quinta economía del euro siguen en rojo, pero al menos han logrado minimizar los daños. España, tras casi dos años en recesión, ha caído solo un 0,1%. E Italia y Holanda —que se enfrenta a un creciente descontento social por el paquete de recortes que el Gobierno se dispone a aprobar tras el verano— se quedaron en un 0,2%.

Pero el gran problema de Europa se niega a dar síntomas de alivio. El paro continúa en niveles récord con una media del 12,3% en el pasado mes de junio; y con dos países (España y Grecia) convertidos en verdaderos agujeros negros del empleo, con más de un cuarto de su población activa sin trabajo.

La coyuntura mejora, sí, pero la riqueza generada en Europa durante el segundo trimestre de este año aún es inferior a la del mismo periodo de 2012. Si se mide de esta forma, el producto interior bruto de la eurozona cayó un 0,7%, mientras que el de la UE lo hizo un 0,2%. Estos meses serán fundamentales para comprobar si la salida de la crisis que ahora se vislumbra se convierte en realidad.

Uno de los factores que explican que las dos economías más importantes del euro hayan evolucionado mejor de lo que sus propios Gobiernos preveían es la demanda interna. Alemania ha podido crecer un 0,7% gracias a este factor y a un aumento del gasto público que llega justo antes de las elecciones en las que Angela Merkel pretende ganar por tercer vez Alemania. Francia, con un avance del 0,5%, abandona la recesión debido también al repunte de la producción industrial. Para los dos países este trimestre es el mejor de los últimos dos años y medio.

Pero la auténtica sorpresa del día la protagonizó Portugal. Tras encadenar 10 trimestres consecutivos de una recesión en la que se ha dejado un 7% del PIB, la economía lusa creció un fenomenal 1,1%, la tasa más alta de toda la UE. Incluso la portavoz comunitaria mostró su sorpresa por los datos llegados de Lisboa, que, según dijo, se explican por una evolución del sector exterior mejor de la prevista. Pese a las buenas noticias, el Gobierno pide prudencia y recuerda que la política de recortes y reformas va a mantenerse los próximos años. Varios economistas coinciden con este análisis y recuerdan que los próximos recortes van a afectar negativamente al consumo.

Fuera de la eurozona, destaca la fortaleza de Reino Unido, que a excepción de Letonia y Lituania, fue el que más creció en términos interanuales: el PIB es un 1,4%% mayor que en el mismo trimestre del año pasado. Su mejora y la de Estados Unidos abonan la teoría de que este puede ser el inicio de la salida de la crisis.

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