Estados Unidos reduce el ritmo de creación de empleo en julio
El paro baja al 7,4% pero se debe a la contracción del mercado laboral
Sandro Pozzi
Nueva York, El País
El empleo será clave para definir la estrategia de la Reserva Federal a corto plazo. Por eso el indicador de julio se conoce en un momento crucial, también para la economía y los mercados globales. En Estados Unidos se ocuparon 162.000 puestos de trabajo no agrícolas el mes pasado, frente a los 188.000 de junio. Entre tanto, el paro bajó dos décimas —hasta el 7,4%— y se puso al nivel de diciembre de 2008.
Wall Street ya esperaba la creación de entre 180.000 y 195.000 empleos en julio. Los analistas se apoyaban en tres cosas. Primero, en que ese ha sido el ritmo medio de los últimos seis meses. Segundo, en los 200.000 empleos creados por el sector privado. Y tercero, en el repunte en la actividad industrial, desde 50,9 puntos hasta 54,4 puntos —dato publicado este jueves— y en el mejor comportamiento de la confianza.
El dato, por tanto, es peor de lo esperado en lo referente a la creación de empleo. Además, se revisaron ligeramente a la baja las cifras de junio y mayo, rebajando los 195.000 puestos que de los que se hablaba en esos meses. Donde la realidad sí ha superado —en una décima— a las previsiones es en los datos del paro, para el que se esperaba una tasa del 7,5%, pero eso se debe en buena medida a que se apartó más gente del mercado laboral.
La Reserva Federal, en la reunión celebrada esta semana, constató una mejora gradual en el mercado laboral. Sin embargo, considera que la tasa de desempleo sigue siendo elevada y que la situación del empleo está todavía lejos de normalizarse. El equipo supervisor que preside Ben Bernanke quiere ver la tasa de desempleo más cerca del 7% antes de empezar a reducir los estímulos.
La cita a mediados de septiembre será decisiva en este sentido, porque será entonces cuando se debata a fondo si se modera la compra de activos. En ese momento ya se conocerán los datos de empleo de agosto y las revisiones para los resultados de junio y julio. Actualmente la Fed está comprando deuda pública e hipotecaria a un ritmo de 85.000 millones de dólares al mes, (unos 63.968 millones de euros) que podría rebajar a 65.000 millones (en euros, 48.917 millones).
La última decisión no dio muchas pistas sobre el rumbo que va a seguir Bernanke. Quizás se pueda empezar a vislumbrar algo a final de agosto, cuando los banqueros centrales se reúnan en Jackson Hole. El presidente de la Fed no participará en ese cónclave por problemas "con su agenda personal”, según la versión oficial. La oficiosa mantiene que ese podría ser el momento en el que se hablara su potencial sucesor.
Una imagen general del mercado laboral revela que EE UU ha recuperado ya más del 80% de los 8,8 millones de empleos destruidos durante la última crisis económica. Esto no quita que —como puso en evidencia la última revisión de los datos de crecimiento— la salida esté siendo lenta y larga. Esto también se ve en el ritmo de creación de empleo, que va muy rezagado respecto a recuperaciones anteriores.
Hay otro detalle que la Fed no pierde de vista al orientar su política. Y es que aunque el sector privado es el principal motor del crecimiento en el empleo, la mitad se está creando a través de agencias temporales, lo que no se está traduciendo en una ocupación a tiempo pleno para aquellos que lo desean. Además, los salarios son muy inferiores, por debajo de los 16 dólares la hora.
El indicador de julio revela en este sentido varias cosas negativas. El paro afecta al 23,7% de los jóvenes y el desempleo de larga duración al 37% del total de desocupados. Hay 11,5 millones de personas sin trabajo. La tasa de participación está estancada en el 63,4%, la más baja en tres décadas. Los empleados a tiempo parcial son el 8,2%, a los que hay que sumar que hay 2,4 millones de personas que no buscan empleo de forma activa.
Dentro del sector privado, la construcción está dando un impulso importante a la recuperación económica y del empleo. Pero la situación actual también se explica porque sigue habiendo casi dos millones menos de ocupados que en 2006, cuando la vivienda alcanzó su máximo. Entonces había 7,73 millones de personas trabajando en el sector. Y lo mismo pasa con la manufactura.
El que sigue destruyendo empleo en este momento de la coyuntura es el sector público, debido al recorte de gasto a nivel federal, estatal y local para ajustar las cuentas públicas. Hay más de medio millón de empleos menos que antes de la crisis. Por eso, Bernanke pidió a los legisladores en su última comparecencia en el Congreso que hicieran más para contribuir a la recuperación.
Sandro Pozzi
Nueva York, El País
El empleo será clave para definir la estrategia de la Reserva Federal a corto plazo. Por eso el indicador de julio se conoce en un momento crucial, también para la economía y los mercados globales. En Estados Unidos se ocuparon 162.000 puestos de trabajo no agrícolas el mes pasado, frente a los 188.000 de junio. Entre tanto, el paro bajó dos décimas —hasta el 7,4%— y se puso al nivel de diciembre de 2008.
Wall Street ya esperaba la creación de entre 180.000 y 195.000 empleos en julio. Los analistas se apoyaban en tres cosas. Primero, en que ese ha sido el ritmo medio de los últimos seis meses. Segundo, en los 200.000 empleos creados por el sector privado. Y tercero, en el repunte en la actividad industrial, desde 50,9 puntos hasta 54,4 puntos —dato publicado este jueves— y en el mejor comportamiento de la confianza.
El dato, por tanto, es peor de lo esperado en lo referente a la creación de empleo. Además, se revisaron ligeramente a la baja las cifras de junio y mayo, rebajando los 195.000 puestos que de los que se hablaba en esos meses. Donde la realidad sí ha superado —en una décima— a las previsiones es en los datos del paro, para el que se esperaba una tasa del 7,5%, pero eso se debe en buena medida a que se apartó más gente del mercado laboral.
La Reserva Federal, en la reunión celebrada esta semana, constató una mejora gradual en el mercado laboral. Sin embargo, considera que la tasa de desempleo sigue siendo elevada y que la situación del empleo está todavía lejos de normalizarse. El equipo supervisor que preside Ben Bernanke quiere ver la tasa de desempleo más cerca del 7% antes de empezar a reducir los estímulos.
La cita a mediados de septiembre será decisiva en este sentido, porque será entonces cuando se debata a fondo si se modera la compra de activos. En ese momento ya se conocerán los datos de empleo de agosto y las revisiones para los resultados de junio y julio. Actualmente la Fed está comprando deuda pública e hipotecaria a un ritmo de 85.000 millones de dólares al mes, (unos 63.968 millones de euros) que podría rebajar a 65.000 millones (en euros, 48.917 millones).
La última decisión no dio muchas pistas sobre el rumbo que va a seguir Bernanke. Quizás se pueda empezar a vislumbrar algo a final de agosto, cuando los banqueros centrales se reúnan en Jackson Hole. El presidente de la Fed no participará en ese cónclave por problemas "con su agenda personal”, según la versión oficial. La oficiosa mantiene que ese podría ser el momento en el que se hablara su potencial sucesor.
Una imagen general del mercado laboral revela que EE UU ha recuperado ya más del 80% de los 8,8 millones de empleos destruidos durante la última crisis económica. Esto no quita que —como puso en evidencia la última revisión de los datos de crecimiento— la salida esté siendo lenta y larga. Esto también se ve en el ritmo de creación de empleo, que va muy rezagado respecto a recuperaciones anteriores.
Hay otro detalle que la Fed no pierde de vista al orientar su política. Y es que aunque el sector privado es el principal motor del crecimiento en el empleo, la mitad se está creando a través de agencias temporales, lo que no se está traduciendo en una ocupación a tiempo pleno para aquellos que lo desean. Además, los salarios son muy inferiores, por debajo de los 16 dólares la hora.
El indicador de julio revela en este sentido varias cosas negativas. El paro afecta al 23,7% de los jóvenes y el desempleo de larga duración al 37% del total de desocupados. Hay 11,5 millones de personas sin trabajo. La tasa de participación está estancada en el 63,4%, la más baja en tres décadas. Los empleados a tiempo parcial son el 8,2%, a los que hay que sumar que hay 2,4 millones de personas que no buscan empleo de forma activa.
Dentro del sector privado, la construcción está dando un impulso importante a la recuperación económica y del empleo. Pero la situación actual también se explica porque sigue habiendo casi dos millones menos de ocupados que en 2006, cuando la vivienda alcanzó su máximo. Entonces había 7,73 millones de personas trabajando en el sector. Y lo mismo pasa con la manufactura.
El que sigue destruyendo empleo en este momento de la coyuntura es el sector público, debido al recorte de gasto a nivel federal, estatal y local para ajustar las cuentas públicas. Hay más de medio millón de empleos menos que antes de la crisis. Por eso, Bernanke pidió a los legisladores en su última comparecencia en el Congreso que hicieran más para contribuir a la recuperación.