El presidente de Sudáfrica promete "prevenir la repetición" de nuevas masacres de mineros
El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, ha recordado este miércoles a las 34 víctimas que murieron tiroteadas por la Policía en el aniversario de las protestas en la mina de Marikana y ha asegurado que hará todo lo posible para "prevenir la repetición de incidentes similares".
Zuma ha extendido de nuevo sus condolencias "a todas las familias de aquellos que murieron antes y después del 16 de agosto de 2012 en Marikana", y ha asegurado que fue una "trágica y triste pérdida de vidas". "Nos recuperamos porque nos unimos y nos aseguramos de que la tragedia no haría descarrilar al país y los esfuerzos de la construcción de la nación", ha afirmado en un comunicado.
En cuanto a la investigación sobre 'la masacre de la mina de Marikana', el presidente sudafricano ha recordado la creación de una comisión judicial de investigación que se encarga de descubrir qué pasó en el incidente más violento ocurrido en el país desde el fin del apartheid.
"Respetamos a la Comisión y no nos adelantaremos a sus conclusiones ni interferiremos en su trabajo especulando sobre lo que ocurrió aquel día, ni designaremos culpables", ha asegurado Zuma al respecto.
SECTOR MINERO
Zuma también ha hecho referencia en su comunicado al sector minero y ha afirmado que "es necesario que todos los interesados trabajen juntos para estabilizar" el sector, para que se fortalezca y "resista" las difíciles condiciones de la economía mundial en la actualidad.
"Los trabajadores deben ser libres para ejercer su derecho constitucional de unirse a cualquier sindicato de su elección, plantear conflictos, hacer huelga o unirse a cualquier forma de protesta pacífica", ha defendido el presidente.
En el comunicado también ha asegurado que el Gobierno "actuará decisivamente para aplicar el estado de derecho, mantener la paz durante las huelgas y oras protestas", en relación con los conflictos laborales, aunque ha afirmado que "garantizará la protección de la vida".
Un total de 34 mineros perdieron la vida como consecuencia de los disparos que realizó la Policía para dispersar una pelea entre afiliados de la Asociación de Mineros y Sindicato de la Construcción (AMCU) y del Sindicato Nacional de Mineros (NUM).
Las autoridades detuvieron a 270 personas por su supuesta responsabilidad en la violencia que se desató en torno a la mina, en el marco de una huelga que costó la vida de 44 personas.
