El jurado militar declara al autor de la matanza de Fort Hood culpable de todos los cargos
Fort Hood, EP
El jurado militar ha declarado este viernes a Nidal Hasán, autor confeso de la matanza de la base de Fort Hood en noviembre de 2009, culpable de todos los cargos que se le imputaban, 13 de asesinato y 32 de intento de asesinato, tantos como muertos y heridos causó en su tiroteo.
El jurado comenzará a partir del lunes las deliberaciones sobre la sentencia y presentará una recomendación ante la juez, la coronel Tara Osborn, que será quién finalmente determine cuál es la condena. Los cargos por los que Hasán ha sido declarado culpable podrían costarle la muerte por inyección letal.
El juicio ha transcurrido sin que Hasán apenas se defendiese, ya que no citó ningún testigo a su favor y renunció a su último turno de palabra. Los abogados que asesoran al psiquiatra militar, que asumió su propia defensa, llegaron a pedir a la juez que les apartase del caso alegando que no querían colaborar con una persona que aparentemente desea ser ejecutado. Osborn, sin embargo, denegó esta solicitud.
Hasán, de 42 años, nunca ha negado su responsabilidad en la matanza, pero ha asegurado que lo hizo para proteger a los musulmanes y a los talibán de Afganistán, dentro de lo que algunos testigos han citado como un deber con la 'yihad'. El centro de Fort Hood servía como base de entrenamiento para militares que posteriormente iban a ser desplegados en Irak y Afganistán.
Durante los últimos once días, los testigos citados por la fiscalía han descrito lo ocurrido el 5 de noviembre de 2009 en Fort Hood. Varios de ellos han contado cómo Hasán, de pie sobre una silla, gritaba "Alá es grande" mientras realizaba más de 140 disparos.
El acusado aseguró el miércoles que sus actos no fueron "repentinos", ya que se produjeron "provocaciones adecuadas" debido a que los soldados iban a participar en la "guerra ilegal" de Afganistán.
El fiscal Steve Hendricks indicó el jueves en su alegato final que Hasán pensó con anticipación el crimen y que decidió emprender su acción en el barracón 13 porque sabía que estaría lleno de soldados, hasta el punto que lo convirtió en su "zona privada de asesinatos".
Hasán ha comparecido ante el tribunal en una silla de ruedas, ya que resultó herido durante el tiroteo --la Policía disparó contra él para detenerle-- y se encuentra paralizado de cintura para abajo. El acusado ha pedido numerosos recesos para descansar y rezar.
El jurado militar ha declarado este viernes a Nidal Hasán, autor confeso de la matanza de la base de Fort Hood en noviembre de 2009, culpable de todos los cargos que se le imputaban, 13 de asesinato y 32 de intento de asesinato, tantos como muertos y heridos causó en su tiroteo.
El jurado comenzará a partir del lunes las deliberaciones sobre la sentencia y presentará una recomendación ante la juez, la coronel Tara Osborn, que será quién finalmente determine cuál es la condena. Los cargos por los que Hasán ha sido declarado culpable podrían costarle la muerte por inyección letal.
El juicio ha transcurrido sin que Hasán apenas se defendiese, ya que no citó ningún testigo a su favor y renunció a su último turno de palabra. Los abogados que asesoran al psiquiatra militar, que asumió su propia defensa, llegaron a pedir a la juez que les apartase del caso alegando que no querían colaborar con una persona que aparentemente desea ser ejecutado. Osborn, sin embargo, denegó esta solicitud.
Hasán, de 42 años, nunca ha negado su responsabilidad en la matanza, pero ha asegurado que lo hizo para proteger a los musulmanes y a los talibán de Afganistán, dentro de lo que algunos testigos han citado como un deber con la 'yihad'. El centro de Fort Hood servía como base de entrenamiento para militares que posteriormente iban a ser desplegados en Irak y Afganistán.
Durante los últimos once días, los testigos citados por la fiscalía han descrito lo ocurrido el 5 de noviembre de 2009 en Fort Hood. Varios de ellos han contado cómo Hasán, de pie sobre una silla, gritaba "Alá es grande" mientras realizaba más de 140 disparos.
El acusado aseguró el miércoles que sus actos no fueron "repentinos", ya que se produjeron "provocaciones adecuadas" debido a que los soldados iban a participar en la "guerra ilegal" de Afganistán.
El fiscal Steve Hendricks indicó el jueves en su alegato final que Hasán pensó con anticipación el crimen y que decidió emprender su acción en el barracón 13 porque sabía que estaría lleno de soldados, hasta el punto que lo convirtió en su "zona privada de asesinatos".
Hasán ha comparecido ante el tribunal en una silla de ruedas, ya que resultó herido durante el tiroteo --la Policía disparó contra él para detenerle-- y se encuentra paralizado de cintura para abajo. El acusado ha pedido numerosos recesos para descansar y rezar.