El "caso Casillas" se enquista en el Real Madrid
El público del Santiago Bernabeu comienza a vivir cada partido como un peligroso juicio público al portero
Madrid, dpa
Ya es oficial: el "caso Casillas" traspasó la barrera del debate y llegó al Santiago Bernabéu, que comienza a vivir cada partido como un peligroso juicio público al arquero del Real Madrid.
Ni siquiera en una noche de fiesta como la del jueves, con el homenaje al legendario Raúl, se pudo vivir un partido plácido en el Bernabéu, donde ya lo que ocurre alrededor del balón muchas veces es lo que menos importa.
El debate dura desde enero, cuando el entonces entrenador del Real Madrid, José Mourinho, dejó en la suplencia a Iker Casillas, el mayor símbolo del "madridismo" desde el propio Raúl. Desde entonces, la bola de nieve fue engordando hasta ahora, convertida en una montaña.
Y eso que el club blanco vivió una pretemporada tranquila, y hasta ilusionante para sus hinchas, con las llegadas del técnico Carlo Ancelotti, un jugador como Isco o la posibilidad de contratar a Gareth Bale.
Pero el propio Ancelotti, bautizado hace un mes por la prensa como "el pacificador", se encargó de echar gasolina al fuego y también él sentó en el banquillo a Casillas en la primera jornada de la Liga española.
La polémica se trasladó de las tertulias al campo, como bien se comprobó el jueves durante el homenaje a Raúl. Cada vez que Casillas tocaba el balón, una buena parte de la hinchada comenzaba a gritar su nombre mientras otro sector lo abucheaba. Así hasta una decena de veces.
Hasta el propio Raúl pareció sorprenderse de una escena tan extraña, casi surrealista, y su reacción fue la de un hombre siempre atento a los símbolos: se dirigió al sector que más abucheaba, el de los ultras, y comenzó a aplaudir, como pidiendo el apoyo a Casillas, el arquero que ocupaba la portería del equipo local.
Y cerca del final de la primera parte Ancelotti tomó otra decisión que hoy es motivo de debate: puso a calentar a Diego López, el arquero que le ha quitado la titularidad a Casillas. Aquello terminó de inflamar al Bernabéu.
López, silencioso y discreto como es, debió quedarse muy sorprendido cuando escuchó cómo los defensores de Casillas le abucheaban a él, quien nunca tuvo palabras de reproche para nadie.
"Hay que estar unidos, equipo y afición", alertó Raúl al final del encuentro con la sorpresa propia de alguien que no vio una situación similar en el Santiago Bernabéu durante los 16 años que vistió la camiseta blanca.
Y sobre el capitán también fue claro: "Iker es un grandísimo profesional que está peleando. Está viviendo una situación nueva para él, dificultosa, pero él tiene que estar tranquilo y trabajando y se va a sobreponer".
Ahora surgen muchos interrogantes, que sólo el tiempo resolverá: ¿Se prolongará este debate durante toda la temporada? ¿Cambiará Ancelotti su decisión y alineará a Casillas? ¿Qué sucedería en ese caso? Y lo más importante: ¿Puede aguantar un ambiente así un equipo que aspira a ganar todo esta temporada?
Porque no parece fácil de asimilar para un arquero, una de las posiciones de mayor responsabilidad de un equipo, que tus propios hinchas te abucheen, y encima en tu campo. Ya sea Casillas o López.
Y aunque sin la trascendencia del asunto de Casillas, durante el partido del jueves otros dos jugadores también escucharon fuertes abucheos: Kaká, principalmente, y Karim Benzema.
La crispación se ha instalado en el Bernabéu, no hay duda, como si se viviera una prolongación de la anterior etapa de Mourinho. Su "fantasma" todavía parece sobrevolar por la "casa blanca".
Madrid, dpa
Ya es oficial: el "caso Casillas" traspasó la barrera del debate y llegó al Santiago Bernabéu, que comienza a vivir cada partido como un peligroso juicio público al arquero del Real Madrid.
Ni siquiera en una noche de fiesta como la del jueves, con el homenaje al legendario Raúl, se pudo vivir un partido plácido en el Bernabéu, donde ya lo que ocurre alrededor del balón muchas veces es lo que menos importa.
El debate dura desde enero, cuando el entonces entrenador del Real Madrid, José Mourinho, dejó en la suplencia a Iker Casillas, el mayor símbolo del "madridismo" desde el propio Raúl. Desde entonces, la bola de nieve fue engordando hasta ahora, convertida en una montaña.
Y eso que el club blanco vivió una pretemporada tranquila, y hasta ilusionante para sus hinchas, con las llegadas del técnico Carlo Ancelotti, un jugador como Isco o la posibilidad de contratar a Gareth Bale.
Pero el propio Ancelotti, bautizado hace un mes por la prensa como "el pacificador", se encargó de echar gasolina al fuego y también él sentó en el banquillo a Casillas en la primera jornada de la Liga española.
La polémica se trasladó de las tertulias al campo, como bien se comprobó el jueves durante el homenaje a Raúl. Cada vez que Casillas tocaba el balón, una buena parte de la hinchada comenzaba a gritar su nombre mientras otro sector lo abucheaba. Así hasta una decena de veces.
Hasta el propio Raúl pareció sorprenderse de una escena tan extraña, casi surrealista, y su reacción fue la de un hombre siempre atento a los símbolos: se dirigió al sector que más abucheaba, el de los ultras, y comenzó a aplaudir, como pidiendo el apoyo a Casillas, el arquero que ocupaba la portería del equipo local.
Y cerca del final de la primera parte Ancelotti tomó otra decisión que hoy es motivo de debate: puso a calentar a Diego López, el arquero que le ha quitado la titularidad a Casillas. Aquello terminó de inflamar al Bernabéu.
López, silencioso y discreto como es, debió quedarse muy sorprendido cuando escuchó cómo los defensores de Casillas le abucheaban a él, quien nunca tuvo palabras de reproche para nadie.
"Hay que estar unidos, equipo y afición", alertó Raúl al final del encuentro con la sorpresa propia de alguien que no vio una situación similar en el Santiago Bernabéu durante los 16 años que vistió la camiseta blanca.
Y sobre el capitán también fue claro: "Iker es un grandísimo profesional que está peleando. Está viviendo una situación nueva para él, dificultosa, pero él tiene que estar tranquilo y trabajando y se va a sobreponer".
Ahora surgen muchos interrogantes, que sólo el tiempo resolverá: ¿Se prolongará este debate durante toda la temporada? ¿Cambiará Ancelotti su decisión y alineará a Casillas? ¿Qué sucedería en ese caso? Y lo más importante: ¿Puede aguantar un ambiente así un equipo que aspira a ganar todo esta temporada?
Porque no parece fácil de asimilar para un arquero, una de las posiciones de mayor responsabilidad de un equipo, que tus propios hinchas te abucheen, y encima en tu campo. Ya sea Casillas o López.
Y aunque sin la trascendencia del asunto de Casillas, durante el partido del jueves otros dos jugadores también escucharon fuertes abucheos: Kaká, principalmente, y Karim Benzema.
La crispación se ha instalado en el Bernabéu, no hay duda, como si se viviera una prolongación de la anterior etapa de Mourinho. Su "fantasma" todavía parece sobrevolar por la "casa blanca".