El Barcelona liquida el último trámite
Santi Giménez, As
El Barça cerró la gira asiática con un triunfo de trámite por 1-3 ante un combinado malayo que a punto estuvo de sorprender a los barcelonistas en la primera parte. Se notaba que los de Martino tenían más ganas de volver a casa y acabar de una vez con esta accidentada gira que de jugar la última pachanga.
El calor y la humedad no ayudaban a disputar el partido con la intensidad habitual y si a eso le añadimos que los jugadores malayos salieron con el kriss entre los dientes (puñal tradicional de estas tierras), pues la situación todavía se complicaba más.
La defensa del equipo local dejó bien claro desde el primer instante que no estaban en el estadio para intercambiar camisetas o hacerse fotos con las estrellas barcelonistas. Disputaron cada balón al límite del reglamento y en muchas ocasiones, lo sobrepasaron.
Nada más empezar el partido, Cesc y Neymar ya probaron el estilo malayo de juego al tiempo que Valdés se desgañitaba echando la bronca a sus defensas porque los locales no se conformaban únicamente en marcar la raya detrás sino que además llegaban con peligro a la portería barcelonista.
A los 19 minutos, el Malaysia XI ya avisó disparando al poste y en el 36 otro nuevo disparo salió fuera por poco. Ambas ocasiones se debieron a los despistes de Mascherano y de Piqué que ayer parecían querer contradecir la teoría del club de que no hace falta fichar un central. O dos.
En ataque, el Barça vivía de las asociaciones de Neymar y de Jordi Alba por la banda derecha. En la primera de ellas llegó el gol de Fàbregas al rematar de cabeza un centro del lateral. El portero, con una estirada a cámara lenta, ayudó lo suyo a que la pelota traspasara la línea.
Pero los malayos no se dejaron intimidar y siguieron con la dureza atrás y el descaro delante lo que unido a que Mascherano y Piqué seguían empanados por el calor permitieron a Yahyah marcar el tanto del empate. El estadio lo celebró a lo grande, pero la fiesta apenas duró dos minutos. Lo que tardó Neymar en lograr el segundo tanto tras dejar sentado a un defensor malayo dentro del área. No le perdonaron los malayos el alarde al brasileño prque antes de acabar la primera parte aún tuvieron tiempo de pegarle un buen pisotón a la nueva estrella blaugrana que se fue del campo visiblemente cojo. En la segunda ya no salió.
Tampoco salió Alves en la reanudación y a los 15 minutos de la misma, Martino ya había cambiado a la mayoría del equipo. El Barça, avisado por lo que había pasado en el primer tiempo, controló mejor el partido. Piqué, a los 74 minutos, marcó el tercer gol resarciéndose así de sus errores iniciales.
La mala noticia para el ‘Tata’ fue la lesión de Cesc, que en la recta final del partido sufrió un esqguince en el tobillo derecho que le forzó a abandonar el terreno de juego. Habrá que esperar a que le realicen pruebas para conocer la gravedad exacta de la lesión.
El Barça cerró la gira asiática con un triunfo de trámite por 1-3 ante un combinado malayo que a punto estuvo de sorprender a los barcelonistas en la primera parte. Se notaba que los de Martino tenían más ganas de volver a casa y acabar de una vez con esta accidentada gira que de jugar la última pachanga.
El calor y la humedad no ayudaban a disputar el partido con la intensidad habitual y si a eso le añadimos que los jugadores malayos salieron con el kriss entre los dientes (puñal tradicional de estas tierras), pues la situación todavía se complicaba más.
La defensa del equipo local dejó bien claro desde el primer instante que no estaban en el estadio para intercambiar camisetas o hacerse fotos con las estrellas barcelonistas. Disputaron cada balón al límite del reglamento y en muchas ocasiones, lo sobrepasaron.
Nada más empezar el partido, Cesc y Neymar ya probaron el estilo malayo de juego al tiempo que Valdés se desgañitaba echando la bronca a sus defensas porque los locales no se conformaban únicamente en marcar la raya detrás sino que además llegaban con peligro a la portería barcelonista.
A los 19 minutos, el Malaysia XI ya avisó disparando al poste y en el 36 otro nuevo disparo salió fuera por poco. Ambas ocasiones se debieron a los despistes de Mascherano y de Piqué que ayer parecían querer contradecir la teoría del club de que no hace falta fichar un central. O dos.
En ataque, el Barça vivía de las asociaciones de Neymar y de Jordi Alba por la banda derecha. En la primera de ellas llegó el gol de Fàbregas al rematar de cabeza un centro del lateral. El portero, con una estirada a cámara lenta, ayudó lo suyo a que la pelota traspasara la línea.
Pero los malayos no se dejaron intimidar y siguieron con la dureza atrás y el descaro delante lo que unido a que Mascherano y Piqué seguían empanados por el calor permitieron a Yahyah marcar el tanto del empate. El estadio lo celebró a lo grande, pero la fiesta apenas duró dos minutos. Lo que tardó Neymar en lograr el segundo tanto tras dejar sentado a un defensor malayo dentro del área. No le perdonaron los malayos el alarde al brasileño prque antes de acabar la primera parte aún tuvieron tiempo de pegarle un buen pisotón a la nueva estrella blaugrana que se fue del campo visiblemente cojo. En la segunda ya no salió.
Tampoco salió Alves en la reanudación y a los 15 minutos de la misma, Martino ya había cambiado a la mayoría del equipo. El Barça, avisado por lo que había pasado en el primer tiempo, controló mejor el partido. Piqué, a los 74 minutos, marcó el tercer gol resarciéndose así de sus errores iniciales.
La mala noticia para el ‘Tata’ fue la lesión de Cesc, que en la recta final del partido sufrió un esqguince en el tobillo derecho que le forzó a abandonar el terreno de juego. Habrá que esperar a que le realicen pruebas para conocer la gravedad exacta de la lesión.