El autor de la matanza de Afhanistán es condenado a muerte

Fort Hood, EP
Un jurado militar de Estados Unidos ha condenado a muerte este miércoles al autor de la matanza de la base de Fort Hood en 2009, Nidal Hasán, declarado la semana pasada culpable de 13 cargos de asesinato y 32 de intento de asesinato. La última vez que el Ejército norteamericano ejecutó a un preso fue en el año 1961.


El jurado ha deliberado durante poco más de dos horas antes de decidir el castigo contra Hasán, para quien la fiscalía también había pedido la pena capital. El acusado, que ha escuchado impasible la sentencia, no había hecho uso de su último turno de palabra, prosiguiendo así con la postura de nula defensa que ha mantenido durante todo el proceso.

El fiscal Michael Mulligan advirtió en la vista previa a las deliberaciones que el acusado "nunca será un mártir", sino que siempre aparecerá a ojos del mundo como un "criminal", un "asesino de sangre fría". En este sentido, preguntó al jurado "cuánto valen 13 vidas" y pidió que Hasán sea ejecutado.

"No va a entregar su vida. Se la vamos a quitar", aseguró Mulligan, que de esta forma ha querido borrar la imagen que quiere transmitir Hasán al justificar sus actos como venganza por las muertes de musulmanes.

El juicio ha transcurrido sin que el acusado apenas se defendiese, ya que no citó ningún testigo a su favor y también renunció a su último turno de palabra previo al veredicto. Los abogados que asesoran al psiquiatra militar, que asumió su propia defensa, llegaron a pedir a la juez que les apartase del caso alegando que no querían colaborar con una persona que aparentemente desea ser ejecutado.

Hasán, de 42 años, nunca ha negado su responsabilidad en la matanza, pero ha asegurado que lo hizo para proteger a los musulmanes y a los talibán de Afganistán, dentro de lo que algunos testigos han citado como un deber con la 'yihad'. El centro de Fort Hood servía como base de entrenamiento para militares que posteriormente iban a ser desplegados en Irak y Afganistán.

Durante el proceso, los testigos citados por la fiscalía han descrito lo ocurrido el 5 de noviembre de 2009 en Fort Hood. Varios de ellos han contado cómo Hasán, de pie sobre una silla, gritaba "Alá es grande" mientras realizaba más de 140 disparos.

El acusado aseguró que sus actos no fueron "repentinos", ya que se produjeron "provocaciones adecuadas" debido a que los soldados iban a participar en la "guerra ilegal" de Afganistán.

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