China quiere convertir el juicio a Bo Xilai en un ejemplo de lucha anticorrupción

El político caído en desgracia Bo Xilai se sienta en el banquillo este jueves acusado de corrupción

Jose Reinoso
Pekín, El País
China celebra hoy el juicio más sensacional en décadas. Salvo imprevistos, Bo Xilai, de 64 años, exmiembro del Politburó y exsecretario del Partido Comunista Chino (PCCh) en la municipalidad de Chongqing —la más poblada del país—, se sentará en el banquillo en un tribunal de Jinan (en la provincia costera de Shandong) acusado de aceptar sobornos, corrupción y abuso de poder. El exdirigente es hijo de uno de los líderes históricos del PCCh, Bo Yibo, quien fue viceprimer ministro.


El juicio —cuya duración no ha sido anunciada, aunque se da por descontado que concluirá con un veredicto de culpabilidad— da el puntillazo a la trayectoria de un político carismático y populista, que hasta su caída hace año y medio parecía destinado a ocupar uno de los asientos del máximo órgano de poder de China, el Comité Permanente del Politburó, que salió del XVIII Congreso del PCCh en noviembre pasado. Con el juicio, el presidente chino, Xi Jinping, espera mostrar su determinación en la lucha contra la corrupción.

Bo Xilai, líder del ala más izquierdista y conservadora del PCCh, se vio envuelto en la lucha de poder entre las diferentes facciones del partido de cara al congreso quinquenal de noviembre. Su ambición y su aires de estrella provocaron el rechazo de sus enemigos, que, según los analistas, no desaprovecharon la oportunidad que les brindó el asesinato en noviembre de 2011 de un hombre de negocios británico amigo de la familia por parte de su esposa, Gu Kailai.

Gu fue condenada en agosto pasado a muerte con dos años de suspensión de sentencia, lo que en la práctica equivale a cadena perpetua.

Bo ha sido acusado de recibir más de 20 millones de yuanes (2,44 millones de euros) en sobornos y malversar otros cinco millones de yuanes, según el diario de Hong Kong South China Morning Post.

Los expertos aseguran que el destino de Bo, quien también fue ministro de Comercio, está sellado de antemano. En China no existe un sistema judicial independiente, y los magistrados están bajo la autoridad del PCCh.

El partido no ha querido dejar nada sin atar de cara al juicio. Gu Yushu, el abogado elegido por la hermana de Bo Xilai para que le defendiera ha sido vetado, según la agencia Reuters. Otros dos letrados designados por la familia, afirmaron el año pasado que no habían recibido permiso para ver a Bo o representarle.

El control por parte de unos líderes preocupados por las potenciales fracturas en el PCCh ha llegado hasta los partidarios del político caído en desgracia. La policía detuvo a principios de mes a un prominente izquierdista, simpatizante de Bo Xilai, que había animado a la gente a protestar contra el juicio. Song Yangbiao, periodista de Semanario Tiempo, fue acusado de "provocar peleas y causar problemas", según sus amigos, aparentemente después de utilizar su cuenta en Weibo (servicio de mensajes cortos similar a Twitter) para denunciar el juicio y pedir a la gente que se opusiera a él, informa Reuters. Una docena de personas se han manifestado este miércoles en Jinan delante del tribunal en apoyo del exdirigente.

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