Un grupo de hombres armados lanza un potente ataque contra la principal prisión de Pakistán
Dera Ismail Jan, EP
Un grupo de hombres armados ha lanzado un fuerte ataque contra las fuerzas de seguridad paquistaníes para controlar una de las principales prisiones del país, la de Dera Ismail Jan, donde cientos de milicianos permanecen detenidos, según han informado fuentes policiales.
El ataque comenzó en torno a la medianoche con una serie de fuertes explosiones, antes de que los asaltantes lanzasen granadas y disparasen con ametralladoras, según ha informado el jefe de la Policía del distrito, Sohail Jalid.
Los enfrentamientos se han extendido también durante la madrugada y las autoridades han impuesto un toque de queda para toda la ciudad, siutada unos 320 kilómetros al oeste de Lahore.
El responsable de los servicios penitenciarios de la provincia, Jalid Abbas, ha explicado que hasta 40 personas vestidas con uniforme militar perpetraron el ataque, durante el que llegaron a cortar el suministro eléctrico a la prisión. "Está completamente a oscuras. No sabemos lo que ocurre salvo que hay enfrentamientos", ha declarado.
La prisión, que se encuentra en la ciudad central de Dera Ismail Jan, alberga a unos 5.000 presos, entre ellos miembros talibán y milicianos de grupos prohibidos como el suní Lashkar-e-Jhangvi. El comisionado civil de la localidad, Mushtaq Jadoon, ha cifrado en decenas el número de reclusos que se han escapado. Jadoon ha declarado que "los talibán cuentan con altavoces y están llamando por el nombre a sus amigos".
Además de la cárcel, el asalto también ha derivado en la toma de una casa cercana y de un hospital. En ambos casos, los atacantes han utilizado a los civiles como rehenes en su lucha contra las fuerzas de seguridad, a las que han tendido varias emboscadas en las inmediaciones.
El comisario Gul Mohammed ha sido víctima de una de estas emboscadas cuando se dirigía a la zona al ser retenido por dos jóvenes armados con rifles. "Me dijeron que parara. Les conté que era un policía y fue entonces cuando abrieron fuego", ha explicado Mohamed, tiroteado en tres ocasiones.
Un grupo de hombres armados ha lanzado un fuerte ataque contra las fuerzas de seguridad paquistaníes para controlar una de las principales prisiones del país, la de Dera Ismail Jan, donde cientos de milicianos permanecen detenidos, según han informado fuentes policiales.
El ataque comenzó en torno a la medianoche con una serie de fuertes explosiones, antes de que los asaltantes lanzasen granadas y disparasen con ametralladoras, según ha informado el jefe de la Policía del distrito, Sohail Jalid.
Los enfrentamientos se han extendido también durante la madrugada y las autoridades han impuesto un toque de queda para toda la ciudad, siutada unos 320 kilómetros al oeste de Lahore.
El responsable de los servicios penitenciarios de la provincia, Jalid Abbas, ha explicado que hasta 40 personas vestidas con uniforme militar perpetraron el ataque, durante el que llegaron a cortar el suministro eléctrico a la prisión. "Está completamente a oscuras. No sabemos lo que ocurre salvo que hay enfrentamientos", ha declarado.
La prisión, que se encuentra en la ciudad central de Dera Ismail Jan, alberga a unos 5.000 presos, entre ellos miembros talibán y milicianos de grupos prohibidos como el suní Lashkar-e-Jhangvi. El comisionado civil de la localidad, Mushtaq Jadoon, ha cifrado en decenas el número de reclusos que se han escapado. Jadoon ha declarado que "los talibán cuentan con altavoces y están llamando por el nombre a sus amigos".
Además de la cárcel, el asalto también ha derivado en la toma de una casa cercana y de un hospital. En ambos casos, los atacantes han utilizado a los civiles como rehenes en su lucha contra las fuerzas de seguridad, a las que han tendido varias emboscadas en las inmediaciones.
El comisario Gul Mohammed ha sido víctima de una de estas emboscadas cuando se dirigía a la zona al ser retenido por dos jóvenes armados con rifles. "Me dijeron que parara. Les conté que era un policía y fue entonces cuando abrieron fuego", ha explicado Mohamed, tiroteado en tres ocasiones.