Rousseff cita a la bandera para reclamar "orden y progreso" a los transportistas
Brasilia, EP
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ha instado este miércoles a los transportistas a abandonar los bloqueos de carreteras como medida de protesta para conseguir una rebaja de los carburantes y el fin de los peajes y ha asegurado que su Gobierno defenderá el "orden y el progreso", el lema que aparece en la bandera brasileña.
Los transportistas al menos han bloqueado carreteras en once estados. La Policía Militar utilizó el martes gases lacrimógenos contra los camioneros que bloqueaban el acceso al puerto de Santos, en el estado de Sao Paulo.
"Mi Gobierno no se quedará quieto por las interrupciones en las autopistas. Porque también en nuestra bandera tiene la palabra orden de las palabras. Y orden significa democracia, pero también significa el respeto a las condiciones de producción, la circulación y la vida de la población", ha explicado.
"No tengan ninguna duda: el Gobierno no negociará nada de esto. No estamos de acuerdo con los procesos que conducen a estas interrupciones en las actividades productivas y en la vida de las personas", ha asegurado la mandataria en la presentación de las nuevas terminales privadas de los puertos públicos.
La huelga de los transportistas de mercancías se une a las movilizaciones de asociaciones civiles que se producen desde hace tres semanas para reclamar mejoras sociales al Gobierno.
Aunque las protestas comenzaron por la subida del precio de los transportes en Sao Paulo, pronto se trasladaron a otras ciudades en las que se reclamaba una mejora de los servicios sociales y la reducción de las inversiones en los grandes eventos que Brasil celebrará en los próximos años, como el Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016, así como la Copa Confederaciones, que acabó el domingo.
Rousseff ha intentado diferenciar ambos movimientos. "Una cosa son las manifestaciones pacíficas, que engrandecen el país y otra cosa completamente distinta es creer que se puede vivir sin estabilidad y normalidad", ha indicado. "Ciertos tipos de protestas son perturbadoras del orden imperante. Y Brasil necesita orden para la democracia", ha añadido la mandataria, según el diario 'O Globo'.
La asociación de camioneros ha reclamado mantener las protestas hasta el jueves, aunque ha pedido a los transportistas que no perjudiquen a los brasileños. "Recomendamos a todos a no programar viajes para ese período, de manera de reducir el número de vehículos de carga en las carreteras, pero sin causar trastornos a los ciudadanos", ha indicado.
El sindicato ha exigido "subsidios para el diésel, para abaratar los precios de los alimentos y todos los productos", el fin del pago de peajes para los camioneros y un control exhaustivo de las licencias de transportistas para evitar el fraude de personas ajenas a la profesión.
PROTESTA EN COSMÓPOLIS
La protesta contra un peaje situado en la ciudad de Cosmópolis, en el estado de Sao Paulo y cerca de la ciudad del mismo nombre, ha acabado este miércoles en una batalla campal con enfrentamientos entre los manifestantes y la Policía.
Al menos 500 personas se han concentrado frente al Ayuntamiento del municipio para reclamar el fin del peaje. Un grupo de radicales ha comenzado a lanzar piedras contra el edificio y se ha producido la tortura de ventanas. Según el diario 'Folha de Sao Paulo', algunos de los concentrados han lanzando bombas incendiarias contra el inmueble.
La multitud ha comenzado a dispersarse cuando ha intervenido la Policía Militar, que ha lanzado gases lacrimógenos y granadas aturdidoras para enfrentarse a los manifestantes. El jefe de Policía de la ciudad, Fernando Periolo, ha confirmado la detención de al menos diez personas.
Antes de la concentración frente al Ayuntamiento, varias cabinas del peaje han quedado completamente calcinadas por el lanzamiento de cócteles molotov. Además, los manifestantes han incendiado un autobús de la Policía cuando ha intentado colocar una barricada para evitar el paso de manifestantes.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ha instado este miércoles a los transportistas a abandonar los bloqueos de carreteras como medida de protesta para conseguir una rebaja de los carburantes y el fin de los peajes y ha asegurado que su Gobierno defenderá el "orden y el progreso", el lema que aparece en la bandera brasileña.
Los transportistas al menos han bloqueado carreteras en once estados. La Policía Militar utilizó el martes gases lacrimógenos contra los camioneros que bloqueaban el acceso al puerto de Santos, en el estado de Sao Paulo.
"Mi Gobierno no se quedará quieto por las interrupciones en las autopistas. Porque también en nuestra bandera tiene la palabra orden de las palabras. Y orden significa democracia, pero también significa el respeto a las condiciones de producción, la circulación y la vida de la población", ha explicado.
"No tengan ninguna duda: el Gobierno no negociará nada de esto. No estamos de acuerdo con los procesos que conducen a estas interrupciones en las actividades productivas y en la vida de las personas", ha asegurado la mandataria en la presentación de las nuevas terminales privadas de los puertos públicos.
La huelga de los transportistas de mercancías se une a las movilizaciones de asociaciones civiles que se producen desde hace tres semanas para reclamar mejoras sociales al Gobierno.
Aunque las protestas comenzaron por la subida del precio de los transportes en Sao Paulo, pronto se trasladaron a otras ciudades en las que se reclamaba una mejora de los servicios sociales y la reducción de las inversiones en los grandes eventos que Brasil celebrará en los próximos años, como el Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016, así como la Copa Confederaciones, que acabó el domingo.
Rousseff ha intentado diferenciar ambos movimientos. "Una cosa son las manifestaciones pacíficas, que engrandecen el país y otra cosa completamente distinta es creer que se puede vivir sin estabilidad y normalidad", ha indicado. "Ciertos tipos de protestas son perturbadoras del orden imperante. Y Brasil necesita orden para la democracia", ha añadido la mandataria, según el diario 'O Globo'.
La asociación de camioneros ha reclamado mantener las protestas hasta el jueves, aunque ha pedido a los transportistas que no perjudiquen a los brasileños. "Recomendamos a todos a no programar viajes para ese período, de manera de reducir el número de vehículos de carga en las carreteras, pero sin causar trastornos a los ciudadanos", ha indicado.
El sindicato ha exigido "subsidios para el diésel, para abaratar los precios de los alimentos y todos los productos", el fin del pago de peajes para los camioneros y un control exhaustivo de las licencias de transportistas para evitar el fraude de personas ajenas a la profesión.
PROTESTA EN COSMÓPOLIS
La protesta contra un peaje situado en la ciudad de Cosmópolis, en el estado de Sao Paulo y cerca de la ciudad del mismo nombre, ha acabado este miércoles en una batalla campal con enfrentamientos entre los manifestantes y la Policía.
Al menos 500 personas se han concentrado frente al Ayuntamiento del municipio para reclamar el fin del peaje. Un grupo de radicales ha comenzado a lanzar piedras contra el edificio y se ha producido la tortura de ventanas. Según el diario 'Folha de Sao Paulo', algunos de los concentrados han lanzando bombas incendiarias contra el inmueble.
La multitud ha comenzado a dispersarse cuando ha intervenido la Policía Militar, que ha lanzado gases lacrimógenos y granadas aturdidoras para enfrentarse a los manifestantes. El jefe de Policía de la ciudad, Fernando Periolo, ha confirmado la detención de al menos diez personas.
Antes de la concentración frente al Ayuntamiento, varias cabinas del peaje han quedado completamente calcinadas por el lanzamiento de cócteles molotov. Además, los manifestantes han incendiado un autobús de la Policía cuando ha intentado colocar una barricada para evitar el paso de manifestantes.