Rajoy diluirá sus explicaciones sobre el ‘caso Bárcenas’ en un pleno escoba
El líder del PP apelará a la estabilidad, el fin de la crisis y medidas anticorrupción
El PSOE advierte de que solo le vale ya que el presidente anuncie su marcha
Fernando Garea
Madrid, El País
Al PSOE solo le vale hoy escuchar a Mariano Rajoy anunciar su dimisión. "Que reconozca lo que ha pasado y que se vaya", explicó ayer gráficamente Elena Valenciano, número dos de los socialistas, para anticipar la posición de Alfredo Pérez Rubalcaba en el debate en el pleno del Congreso. El presidente del Gobierno acudirá hoy a la Cámara baja (reunida en el Senado por las obras en el Palacio de la Carrera de San Jerónimo) a pasar el peor trago de su carrera política: responder a las acusaciones por el caso Bárcenas.
Fuentes del Ejecutivo aseguran que prevén un debate duro, que Rajoy tiene prevista una exposición extensa sobre la situación económica, con un mensaje optimista de fin próximo de la crisis y de compromiso de estabilidad hasta el final de la legislatura. Hay dudas en el Gobierno sobre la posibilidad de que haga mención a la reforma fiscal que ha encargado a un grupo de expertos, para que presenten el informe antes de final de año y se pueda aplicar en 2015. Además, Rajoy ha recopilado estos días las medidas contra la corrupción que anunció en febrero en el debate sobre el estado de la nación, que fueron revisadas en marzo en la única reunión del grupo de trabajo que se constituyó en La Moncloa y que están aún por elaborar.
Fuentes de La Moncloa apuntan la posibilidad de que el presidente utilice su intervención para presentar un calendario concreto para esas medidas legales y acabar así con la premiosidad demostrada hasta ahora.
En el meollo sobre el caso Bárcenas, fuentes del PP aseguran que no habrá reconocimiento de culpa, sino exculpación del partido, poniendo el acento en la responsabilidad personal del extesorero, aprovechando la confianza que depositaron en él durante años todos los dirigentes, empezando por él mismo. Su argumentación, siempre según esas fuentes, será exhibir el encarcelamiento de Bárcenas como prueba del nulo apoyo ahora desde el Gobierno a las demandas del extesorero. Diputados del PP aseguran que desearían escuchar alguna disculpa a la sociedad, aunque se exculpe a la organización. En lo personal, las fuentes consultadas dan por hecha la insistencia de Rajoy en su declaración de honradez y el desmentido de los sobresueldos o pagos en b en el partido. Su problema es que, según el sondeo de Metroscopia publicado el domingo en EL PAÍS, la mayoría de los españoles pone en duda su versión frente a la de Bárcenas.
Los diputados del PP tienen orden expresa de apoyo cerrado al presidente, que se manifestará en la ovación inicial y en la que seguirá con todos en pie cuando acabe su intervención en la tribuna.
Enfrente tendrá, con distinto nivel de dureza y con peticiones distintas, a toda la oposición. De hecho, Rajoy parte con la desventaja de la evidencia de que su comparecencia de hoy es fruto de la presión de los grupos, la amenaza de una moción de censura y la crítica de medios de comunicación, incluyendo influyentes diarios internacionales.
Rubalcaba le exigirá explicaciones concretas y la dimisión y su sustitución por otro dirigente del PP. Rosa Díez (UPyD) prepara una intervención dura con interrogantes sobre las relaciones del presidente con el extesorero, incluso después de conocerse su cuenta en Suiza. Cayo Lara (IU) incluirá la petición de convocatoria de elecciones. Josep Antoni Duran Lleida (CiU) y Aitor Esteban (PNV) pondrán el foco en cómo el escándalo entorpece la recuperación. Y el resto de grupos dará por hecha la veracidad de las acusaciones de Bárcenas. El elemento común de todos es el de entender que el PP ha sido enemigo de sí mismo al dar distintas versiones, lo que ha contribuido a dar veracidad a las acusaciones de Bárcenas. Se ha movido de la defensa del extesorero a tacharle de delincuente, pasando por los SMS de ánimo de Rajoy, sin un relato coherente. Y todos dan por hecho que la verdad coincide con la versión más negra para el PP: la de su financiación ilegal continuada y el pago de sobresueldos.
"Es un presidente secuestrado por una trama de corrupción horrorosa que ha durado 28 años", resumió ayer Valenciano. El PSOE, según explicó, no descarta recuperar en cualquier momento la amenaza de moción de censura, que ha sido utilizada de forma instrumental por Rubalcaba para forzar su comparecencia en el Congreso. Los grupos quieren evitar que Rajoy encubra las explicaciones en un mini debate sobre el estado de la nación o en un pleno escoba que recoja los asuntos pendientes y sus planes. Por eso, el líder del PSOE intentará centrarse en el caso Bárcenas, apartando el debate sobre la crisis y proponiendo a Rajoy que acepte un pleno monográfico sobre economía.
El PSOE advierte de que solo le vale ya que el presidente anuncie su marcha
Fernando Garea
Madrid, El País
Al PSOE solo le vale hoy escuchar a Mariano Rajoy anunciar su dimisión. "Que reconozca lo que ha pasado y que se vaya", explicó ayer gráficamente Elena Valenciano, número dos de los socialistas, para anticipar la posición de Alfredo Pérez Rubalcaba en el debate en el pleno del Congreso. El presidente del Gobierno acudirá hoy a la Cámara baja (reunida en el Senado por las obras en el Palacio de la Carrera de San Jerónimo) a pasar el peor trago de su carrera política: responder a las acusaciones por el caso Bárcenas.
Fuentes del Ejecutivo aseguran que prevén un debate duro, que Rajoy tiene prevista una exposición extensa sobre la situación económica, con un mensaje optimista de fin próximo de la crisis y de compromiso de estabilidad hasta el final de la legislatura. Hay dudas en el Gobierno sobre la posibilidad de que haga mención a la reforma fiscal que ha encargado a un grupo de expertos, para que presenten el informe antes de final de año y se pueda aplicar en 2015. Además, Rajoy ha recopilado estos días las medidas contra la corrupción que anunció en febrero en el debate sobre el estado de la nación, que fueron revisadas en marzo en la única reunión del grupo de trabajo que se constituyó en La Moncloa y que están aún por elaborar.
Fuentes de La Moncloa apuntan la posibilidad de que el presidente utilice su intervención para presentar un calendario concreto para esas medidas legales y acabar así con la premiosidad demostrada hasta ahora.
En el meollo sobre el caso Bárcenas, fuentes del PP aseguran que no habrá reconocimiento de culpa, sino exculpación del partido, poniendo el acento en la responsabilidad personal del extesorero, aprovechando la confianza que depositaron en él durante años todos los dirigentes, empezando por él mismo. Su argumentación, siempre según esas fuentes, será exhibir el encarcelamiento de Bárcenas como prueba del nulo apoyo ahora desde el Gobierno a las demandas del extesorero. Diputados del PP aseguran que desearían escuchar alguna disculpa a la sociedad, aunque se exculpe a la organización. En lo personal, las fuentes consultadas dan por hecha la insistencia de Rajoy en su declaración de honradez y el desmentido de los sobresueldos o pagos en b en el partido. Su problema es que, según el sondeo de Metroscopia publicado el domingo en EL PAÍS, la mayoría de los españoles pone en duda su versión frente a la de Bárcenas.
Los diputados del PP tienen orden expresa de apoyo cerrado al presidente, que se manifestará en la ovación inicial y en la que seguirá con todos en pie cuando acabe su intervención en la tribuna.
Enfrente tendrá, con distinto nivel de dureza y con peticiones distintas, a toda la oposición. De hecho, Rajoy parte con la desventaja de la evidencia de que su comparecencia de hoy es fruto de la presión de los grupos, la amenaza de una moción de censura y la crítica de medios de comunicación, incluyendo influyentes diarios internacionales.
Rubalcaba le exigirá explicaciones concretas y la dimisión y su sustitución por otro dirigente del PP. Rosa Díez (UPyD) prepara una intervención dura con interrogantes sobre las relaciones del presidente con el extesorero, incluso después de conocerse su cuenta en Suiza. Cayo Lara (IU) incluirá la petición de convocatoria de elecciones. Josep Antoni Duran Lleida (CiU) y Aitor Esteban (PNV) pondrán el foco en cómo el escándalo entorpece la recuperación. Y el resto de grupos dará por hecha la veracidad de las acusaciones de Bárcenas. El elemento común de todos es el de entender que el PP ha sido enemigo de sí mismo al dar distintas versiones, lo que ha contribuido a dar veracidad a las acusaciones de Bárcenas. Se ha movido de la defensa del extesorero a tacharle de delincuente, pasando por los SMS de ánimo de Rajoy, sin un relato coherente. Y todos dan por hecho que la verdad coincide con la versión más negra para el PP: la de su financiación ilegal continuada y el pago de sobresueldos.
"Es un presidente secuestrado por una trama de corrupción horrorosa que ha durado 28 años", resumió ayer Valenciano. El PSOE, según explicó, no descarta recuperar en cualquier momento la amenaza de moción de censura, que ha sido utilizada de forma instrumental por Rubalcaba para forzar su comparecencia en el Congreso. Los grupos quieren evitar que Rajoy encubra las explicaciones en un mini debate sobre el estado de la nación o en un pleno escoba que recoja los asuntos pendientes y sus planes. Por eso, el líder del PSOE intentará centrarse en el caso Bárcenas, apartando el debate sobre la crisis y proponiendo a Rajoy que acepte un pleno monográfico sobre economía.