Nueva Zelanda podría deportar a un sudafricano por su obesidad
Londres, EP
Las autoridades de inmigración neozelandesas han desestimado una petición de prórroga del permiso de trabajo de sudafricano que vive en el país porque sus 130 kilos de peso suponen un "riesgo" para el sistema sanitario público.
El afectado es Albert Buitenhuis, quien trabaja como chef y llegó hace seis años a Nueva Zelanda, y, según la notificación que ha recibido, no tiene "un estándar aceptable de salud", informa la prensa australiana.
"Es importante que todos los inmigrantes tengan una salud aceptable para minimizar los costes y las cargas para el servicio de salud de Nueva Zelanda", ha indicado un portavoz de las autoridades migratorias quien ha destacado la propensión a diabetes, hipertensión y enfermedades cardíacas de los obesos.
El hombre ha recurrido la decisión y espera que le renueven el visado. "Es irónico ahora que pesa menos que cuando llegamos a Nueva Zelanda, menos que en la primera revisión sanitaria" a la que fue sometido, ha explicado la mujer de Buitenhuis, Marthie, quien asegura que su marido ha perdido 30 kilos en los últimos seis años.
Hasta ahora sus visados de trabajo habían sido renovados "sin problemas", según Marthie. "Los hemos pedido año tras año y no pasó nada. Nunca mencionaron el peso de Albert ni su estado de salud pese a que entonces pesaba más", ha argumentado.
Las autoridades de inmigración neozelandesas han desestimado una petición de prórroga del permiso de trabajo de sudafricano que vive en el país porque sus 130 kilos de peso suponen un "riesgo" para el sistema sanitario público.
El afectado es Albert Buitenhuis, quien trabaja como chef y llegó hace seis años a Nueva Zelanda, y, según la notificación que ha recibido, no tiene "un estándar aceptable de salud", informa la prensa australiana.
"Es importante que todos los inmigrantes tengan una salud aceptable para minimizar los costes y las cargas para el servicio de salud de Nueva Zelanda", ha indicado un portavoz de las autoridades migratorias quien ha destacado la propensión a diabetes, hipertensión y enfermedades cardíacas de los obesos.
El hombre ha recurrido la decisión y espera que le renueven el visado. "Es irónico ahora que pesa menos que cuando llegamos a Nueva Zelanda, menos que en la primera revisión sanitaria" a la que fue sometido, ha explicado la mujer de Buitenhuis, Marthie, quien asegura que su marido ha perdido 30 kilos en los últimos seis años.
Hasta ahora sus visados de trabajo habían sido renovados "sin problemas", según Marthie. "Los hemos pedido año tras año y no pasó nada. Nunca mencionaron el peso de Albert ni su estado de salud pese a que entonces pesaba más", ha argumentado.