Lanata: “Primero tengo que aprender las reglas, después no tengo que carajo romper”
Por Javier Gumucio
Twitter: @gumuciojavi
Excéntrico periodista y principal opositor del gobierno kirchnerista: “Hablo de donde está el poder, no voy a hablar del intendente de Lavallol”, avisa Jorge Lanata, quien tiene muchas historias para revelar y muchos personajes que ilustrar.
Inició su carrera en el periodismo a los 14 años y a los 25 fundó el diario Página 12: “Estaba muy chico en el tope de mi carrera, mi sueño era ser redactor y tener unos dos ambientes en el centro y eso ya me pasaba a los 18 años”, manifiesta el principal referente de la oposición, que relata sus sensaciones sobre el periodismo militante, la libertad de prensa y el nuevo periodismo; el grupo Clarín, el poder y las próximas elecciones.
Una charla íntima con el singular personaje que regresó a la televisión con explosivas denuncias de corrupción y develando los secretos millonarios del gobierno argentino.
Inicios en el periodismo y su vocación por el oficio
“No me acuerdo de donde viene mi vocación por el periodismo. Mi primera nota fue de Conrado Rodelo, esos escritores que te hacen odiar en el colegio. Lo busqué en la guía telefónica, lo llamé y le dije que le quería hacer una nota. Desde ese momento empecé a escribir y no pude dejarlo de hacer”, cuenta Lanata, haciendo un preámbulo sobre sus primeros pasos en la profesión.
“Mi mamá estuvo 40 años sin hablar por una enfermedad, por eso es paradójico que yo me haya dedicado a escribir y preguntar”, señala, en referencia al tumor cerebral que dejó a su madre sin habla y en silla de ruedas, cuando él tenía cinco años.
“Un día vi un cartel que decía radio y entré a pedir trabajo, ingresé a hablar con el director, que me dio un laburo como redactor en un informativo, mi viejo firmó el contrato porque yo era menor de edad, ¡tenía 14 años!”, se sorprende; y agrega: “En mi casa no había biblioteca. Como mi viejo era dentista, al fondo de mi casa habían unas piezas de plomo que yo las vendía para comprarme libros”, confiesa el periodista nacido en Mar del Plata hace 53 años, pero crecido en Sarandí, Avellaneda.
“Terminando el colegio, intenté estudiar abogacía pero dejé porque era algo estúpido; y filosofía, que me interesa hasta hoy. Era tiempo de la dictadura, así que comencé a trabajar de todo: Cubría actualidad para un yanqui, era mozo en San Isidro, laburé de boletero y hasta en un programa de folclore en la radio”, sostiene.
Durante la dictadura militar, además de las distintas ocupaciones que tuvo, Lanata afirma que leía sobre matemática, física y poesía: “La poesía me enseño a escribir, lo sigo haciendo hasta hoy, la poesía es música. Cortázar es jazz, por ejemplo”, califica el conductor del ciclo Periodismo para Todos.
En los últimos meses del gobierno de facto en 1982, Lanata regresó al periodismo con el Tren Cultural de la Organización de Estados Americanos: “Era un tren que viajaba por todo el país regalando libros a las personas, cuando me enteré que era una acción de prensa del secretario de cultura de la dictadura dejé el tren colgado en La Pampa y me fui”, revela.
Página 12
El fundador del diario Página 12, explica los pormenores de la creación de aquel medio: “Cuando se me ocurre Página 12 tenía 25 años, en la revista El Porteño ya publicábamos todo lo que los otros medios sabían pero no querían difundir por sus compromisos. Página 12 empezó con esa idea, la contra información”.
“Se armó un grupo con tipos expulsados de los otros medios y la guita la puso Sokolowicz (Fernando, empresario maderero). Nuestra primera oficina tenía 80 metros cuadrados, no entrabamos todos, los fotógrafos laburaban en el baño. No teníamos la puta idea de cómo hacer un diario, ahí aprendimos”, enfatiza un Lanata sincero; y prosigue: “Primero tengo que aprender las reglas, después no tengo que carajo romper”.
“A esa edad uno patea las puertas, no pide permiso. El periodismo desde hace mucho se caracterizó como una lucha contra la imposibilidad técnica, monetaria y de libertad. Pero igual, este oficio es muy romántico”, reconoce.
“Cuando el diario se vende a Clarín yo me voy, después de haberlo dirigido durante 10 años. Los medios gráficos expresan la mentalidad de la época, por eso Página 12 vibró a fines de los ochenta y principios de los noventa, no pasaba desapercibido, lo amabas o lo odiabas”, define.
Con respecto a la actualidad de aquel medio, Lanata sostiene: “Siempre que me fui de un medio, se cayó, como empresario fui un desastre. Lo vivo como un fracaso porque yo tendría que haber formado un grupo que continúe estable, aun cuando yo me vaya. Para mi Página 12 cerró hace tiempo, lo que sale hoy es un boletín patético”, califica.
“A mí me gustaría que se lo recuerde como un diario libre. Nosotros nos cuestionábamos cada sección publicada, nos replanteábamos todo de nuevo, no como los diarios de hoy”, cuenta; y afirma que sintió bronca y tristeza cuando no lo llamaron en el aniversario por los 20 años del periódico que fundó: “Fue un gesto tonto y menor que en su momento me dolió, me ningunearon, pero al no nombrarme me hicieron sentir más presente que nunca. Durante mucho tiempo me sentí orgulloso de hacer Página 12”, asegura.
Sus referentes y la actualidad del periodismo argentino
“Mis referentes no eran conocidos, más que eso, eran personas con las que trabajé y admiro mucho: Osvaldo Soriano, Juan Gelman, Miguel Bonasso. Tuve suerte de compartir la redacción con ellos y armar otra buena generación de periodistas que empezaron conmigo. Entrevisté a Julio Cortázar meses antes de su muerte y a Jorge Luis Borges dos veces, tengo un gran respeto hacia ellos. Cuando Borges me recibió yo no era nadie”, confiesa.
Jorge Lanata aclara que el nivel del periodismo hoy es muy pobre: “El nivel de la profesión es una porquería, en una redacción preguntas cuántos hablan inglés y dos personas levantan la mano. En la universidad, de mis cien alumnos, tres eran buenos, los demás tenían que volver todos al secundario. Los jóvenes de hoy son muy pedantes, deberían formarse primero y opinar después. Leer no sólo te permite levantarte más minas, sino ser más sensible y comprender el entorno”, reprocha y analiza.
Sobre la tapa del diario Muy, en la que muestran el cadáver de la joven Ángeles Rawson, asesinada y hallada en el predio del CEAMSE, Lanata recrimina: “Las fotos sirven cuando aportan y dicen algo. Pero hay límites, no seamos los borrachos de la fiesta. Es terriblemente doloroso para la familia, eso no es periodismo porque no agrega”, reprueba.
Periodismo para todos y periodismo militante
“Yo no creo en el periodismo militante, estoy en contra. Nosotros los periodistas preguntamos y los militantes responden. Tienen que saber que nada es la verdad absoluta, no hay que proteger a la gente de los hechos. Siempre es mejor saber que no saber y si sabes tenes que decirlo. Se agregó el fanatismo en el medio, odias a tus ex amigos porque piensan diferente y así es difícil”, argumenta.
“Lo que estamos haciendo este año (en referencia a su programa Periodismo para Todos) es fuerte y no sé cuándo termina. Para hacer periodismo hay que ser creativo, opositor y creíble. Hoy me puedo disfrazar en televisión y la gente me sigue creyendo porque no es tonta. Yo hago lo que quiero porque hago veintidós puntos de rating, si haría cuatro me darían una patada en el culo”, espeta.
“Tranquilamente me podría mantener escribiendo libros, porque vendo cien mil (refiriéndose a Argentinos I y Argentinos II, convertidos en best seller; la mayor cantidad de libros vendidos en el país durante los últimos 40 años y declarados textos de lectura obligatoria en la escuela), si estoy en radio y televisión es porque tengo algo para decir”, propone el entrevistado y comenta el por qué de la elección de dichos medios: “Yo quería salir al aire simplemente, no querer salir al aire en determinado lugar; y el primero que me dio esa opción fue El Trece. El título de la revista Rolling Stone de este mes fue mala leche, dijeron que yo le gané a Clarín y no fue así, yo afirmé que hago lo que quiero y eso al canal le sirve. Lo que hago hoy es lo que hice siempre en cualquier medio”, explica y sentencia.
Acerca de los altos niveles de rating que otrora posicionaron en la cumbre de la televisión a Marcelo Tinelli haciendo Showmatch, Lanata reconoce: “Nadie está donde está por casualidad. Yo no haría Showmatch, pero si Tinelli hizo 20 puntos durante 20 años, es por algo”, subraya.
Poder y democracia
Jorge Lanata augura que Cristina Kirchner no va a terminar este mandato y que en una posible reelección perdería: “El peronismo de derecha le va a ganar al oficialismo, pienso que Daniel Scioli o Sergio Massa pueden vencer. Mauricio Macri podría ganar desde adentro del peronismo, si se da cuenta”, vaticina y agrega: “Cristina va a reformar la Constitución y va a ir por la reelección, pero no creo que saque más del 35%, van a perder y por eso se van a volver más ultras, porque mientras peor les va, se enojan más”, interpreta, de cara a las elecciones presidenciales de 2015.
“Esta es una democracia autoritaria, así como la venezolana es una democracia militar. Lo que se discute ahora no sólo es la libertad de prensa, sino la República. El gobierno no respeta los tres poderes. Nosotros con Periodismo para Todos encontramos 25 delitos y sobreseyeron 24. Ya no se va a llamar República Argentina, solo Argentina”, aduce el escritor.
“Yo tengo mucho que ver con esta presidencia, porque se formó leyendo Página 12. Hoy ellos no tienen tipos con talento, esta claro que me necesitan”, afirma Lanata, especificando que él sería un buen negocio para el gobierno.
Periodismo 2.0
Jorge Lanata aprovecha el espacio para dejar varias frases sobre la forma de mejorar el periodismo y la comunicación en las futuras generaciones: “Después de la imprenta, internet es el elemento más democratizador de la historia y todavía está en su infancia, es un buen momento para aprovecharlo. Lo ideal es crear tu propio medio para decir lo que quieras, sólo que es difícil. No hay malas historias, hay malos periodistas, sino mirá a Truman Capote y su historia de la mucama ¡Es una nota del carajo!, se emociona.
Finalmente, Lanata se despide aconsejando a los que ejercen la profesión: “No sean boludos, laburen donde les den la oportunidad, no se hagan problema si es un medio de izquierda o de derecha, si tienen una oportunidad demuestren que pueden. Una buena entrevista no es una pregunta tipo CQC, es sacar algo que el tipo no contaría normalmente. Si no pueden, dedíquense a otra cosa, pero por favor no hagan mierda la literatura y el periodismo“, concluyó.