Kerry logra un acuerdo para reanudar el proceso de paz entre israelíes y palestinos
El secretario de Estado realiza su sexta visita a la zona, tras tomar posesión de su cargo
Obama visitó Israel y los territorios palestinos por primera vez como presidente en marzo
David Alandete
Jerusalén, El País
Después de seis viajes a la zona, y cuatro días de intensas negociaciones, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, anunció este viernes por la noche que ha alcanzado un acuerdo básico con israelíes y palestinos para reanudar el proceso de paz, congelado desde 2010. Los negociadores designados por los gobiernos de Israel y Palestina, Tzipi Livni y Saeb Erekat, acudirán a Washington la semana próxima para mantener una serie de contactos preliminares que sentarán las bases de la reanudación del proceso de paz.
“Hemos logrado un acuerdo que establece la base para reanudar las negociaciones, en su estado final, entre palestinos e israelíes”, dijo Kerry en conferencia de prensa en Ammán. “El acuerdo aún está en proceso de negociación y debe ser formalizado”, añadió. El secretario de Estado pospuso este viernes unas horas su marcha para reunirse con el presidente palestino, Mahmud Abbas, en Ramala, al término del ayuno del Ramadán. Fue un último esfuerzo, exitoso, por lograr que los palestinos aceptaran regresar a la mesa de negociaciones a la que Israel ya había dado garantías de que acudiría.
Kerry evitó dar detalles sobre el acuerdo. “La mejor forma de darle a estas negociaciones una oportunidad es mantenerlas privadas”, dijo. “Sabemos que los desafíos requieren decisiones difíciles en los días venideros. Aun así, hoy me siento esperanzado”, añadió. Hace tres años, a instancias de la Casa Blanca, israelíes y palestinos negociaron directamente en Estados Unidos y Egipto, alcanzado un principio de acuerdo para el intercambio de territorios con respecto a las fronteras de 1967.
Esas fronteras, previas a la guerra en la que Israel ocupó Jerusalén este y Cisjordania, han sido el principal obstáculo para Kerry. Los líderes palestinos exigen que sean la base negociadora, y que así figure por escrito. El jueves, el comité central de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) se negó a autorizar a Abbas a que aceptara una oferta inicial de Kerry, porque en ella no figuraba una mención expresa de la creación de un Estado palestino sobre esas fronteras.
Reanudar el proceso de paz ha sido la principal prioridad de Kerry como nuevo jefe de la diplomacia norteamericana. Seis viajes en sólo cinco meses en el cargo son prueba de ello. El jueves incluso logró el respaldo completo de la Liga Árabe, que envió una delegación a Ammán a reunirse con él. Fue más difícil convencer a la OLP que, además, exige la excarcelación de 350 presos palestinos en cárceles israelíes y una moratoria en la construcción de asentamientos en Cisjordania y Jerusalén este.
En 2010, la Administración de Barack Obama logró que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aprobara una moratoria de 10 meses sobre nuevas construcciones de asentamientos de colonos en Cisjordania. En aquel espacio de tiempo, poco se avanzó. Por reticencias de los líderes palestinos, no hubo realmente conversaciones directas hasta el noveno mes de esa congelación. Cuando esta expiró, el proceso de paz quedó, de nuevo, en punto muerto.
En su anterior legislatura, entre 2009 y este año, Netanyahu aprobó 6.900 viviendas en Cisjordania y el este de Jerusalén. Tras las elecciones de enero, destacados líderes de la comunidad de colonos en Cisjordania pasaron a ocupar puestos de gran responsabilidad en su gobierno. Uno de ellos, Naftalí Bennett, ministro de Economía y Asuntos Religiosos, dijo que su partido, Casa Judía [Habayit Hayehudi], abandonaría el Ejecutivo si la base negociadora con los palestinos son las fronteras de 1967.
Ya en el pasado, los líderes palestinos han dado indicaciones de que aceptarían un intercambio de territorios respecto a aquellas fronteras, es decir, permitir que los grandes bloques de asentamientos de colonos de Cisjordania, como Gush Etzion o Maale Adumin, cerca de Jerusalén, queden dentro de las fronteras definitivas de Israel si se les ofrecen áreas similares en compensación.
Una de las exigencias de Netanyahu es que la Autoridad Palestina ponga entre paréntesis sus avances unilaterales en las instituciones internacionales. En noviembre, Palestina fue admitida en la Asamblea General de Naciones Unidas como ‘Estado observador no miembro’. Los oficiales palestinos han amenazado, desde entonces, con llevar a Israel a la Corte Penal Internacional de La Haya por supuestos crímenes de guerra.
Según fuentes del departamento de Estado, la semana que viene, en Washington, israelíes y palestinos comenzarán a sentar las bases negociadoras en materia de fronteras y seguridad, sobre las que se iniciarán, si finalmente siguen adelante, las negociaciones directas. El jueves, Obama había telefoneado a Netanyahu, y le pidió que siga colaborando con Kerry “para reanudar las negociaciones con los palestinos lo antes posible”, según la Casa Blanca.
Obama visitó Israel y los territorios palestinos por primera vez como presidente en marzo
David Alandete
Jerusalén, El País
Después de seis viajes a la zona, y cuatro días de intensas negociaciones, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, anunció este viernes por la noche que ha alcanzado un acuerdo básico con israelíes y palestinos para reanudar el proceso de paz, congelado desde 2010. Los negociadores designados por los gobiernos de Israel y Palestina, Tzipi Livni y Saeb Erekat, acudirán a Washington la semana próxima para mantener una serie de contactos preliminares que sentarán las bases de la reanudación del proceso de paz.
“Hemos logrado un acuerdo que establece la base para reanudar las negociaciones, en su estado final, entre palestinos e israelíes”, dijo Kerry en conferencia de prensa en Ammán. “El acuerdo aún está en proceso de negociación y debe ser formalizado”, añadió. El secretario de Estado pospuso este viernes unas horas su marcha para reunirse con el presidente palestino, Mahmud Abbas, en Ramala, al término del ayuno del Ramadán. Fue un último esfuerzo, exitoso, por lograr que los palestinos aceptaran regresar a la mesa de negociaciones a la que Israel ya había dado garantías de que acudiría.
Kerry evitó dar detalles sobre el acuerdo. “La mejor forma de darle a estas negociaciones una oportunidad es mantenerlas privadas”, dijo. “Sabemos que los desafíos requieren decisiones difíciles en los días venideros. Aun así, hoy me siento esperanzado”, añadió. Hace tres años, a instancias de la Casa Blanca, israelíes y palestinos negociaron directamente en Estados Unidos y Egipto, alcanzado un principio de acuerdo para el intercambio de territorios con respecto a las fronteras de 1967.
Esas fronteras, previas a la guerra en la que Israel ocupó Jerusalén este y Cisjordania, han sido el principal obstáculo para Kerry. Los líderes palestinos exigen que sean la base negociadora, y que así figure por escrito. El jueves, el comité central de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) se negó a autorizar a Abbas a que aceptara una oferta inicial de Kerry, porque en ella no figuraba una mención expresa de la creación de un Estado palestino sobre esas fronteras.
Reanudar el proceso de paz ha sido la principal prioridad de Kerry como nuevo jefe de la diplomacia norteamericana. Seis viajes en sólo cinco meses en el cargo son prueba de ello. El jueves incluso logró el respaldo completo de la Liga Árabe, que envió una delegación a Ammán a reunirse con él. Fue más difícil convencer a la OLP que, además, exige la excarcelación de 350 presos palestinos en cárceles israelíes y una moratoria en la construcción de asentamientos en Cisjordania y Jerusalén este.
En 2010, la Administración de Barack Obama logró que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aprobara una moratoria de 10 meses sobre nuevas construcciones de asentamientos de colonos en Cisjordania. En aquel espacio de tiempo, poco se avanzó. Por reticencias de los líderes palestinos, no hubo realmente conversaciones directas hasta el noveno mes de esa congelación. Cuando esta expiró, el proceso de paz quedó, de nuevo, en punto muerto.
En su anterior legislatura, entre 2009 y este año, Netanyahu aprobó 6.900 viviendas en Cisjordania y el este de Jerusalén. Tras las elecciones de enero, destacados líderes de la comunidad de colonos en Cisjordania pasaron a ocupar puestos de gran responsabilidad en su gobierno. Uno de ellos, Naftalí Bennett, ministro de Economía y Asuntos Religiosos, dijo que su partido, Casa Judía [Habayit Hayehudi], abandonaría el Ejecutivo si la base negociadora con los palestinos son las fronteras de 1967.
Ya en el pasado, los líderes palestinos han dado indicaciones de que aceptarían un intercambio de territorios respecto a aquellas fronteras, es decir, permitir que los grandes bloques de asentamientos de colonos de Cisjordania, como Gush Etzion o Maale Adumin, cerca de Jerusalén, queden dentro de las fronteras definitivas de Israel si se les ofrecen áreas similares en compensación.
Una de las exigencias de Netanyahu es que la Autoridad Palestina ponga entre paréntesis sus avances unilaterales en las instituciones internacionales. En noviembre, Palestina fue admitida en la Asamblea General de Naciones Unidas como ‘Estado observador no miembro’. Los oficiales palestinos han amenazado, desde entonces, con llevar a Israel a la Corte Penal Internacional de La Haya por supuestos crímenes de guerra.
Según fuentes del departamento de Estado, la semana que viene, en Washington, israelíes y palestinos comenzarán a sentar las bases negociadoras en materia de fronteras y seguridad, sobre las que se iniciarán, si finalmente siguen adelante, las negociaciones directas. El jueves, Obama había telefoneado a Netanyahu, y le pidió que siga colaborando con Kerry “para reanudar las negociaciones con los palestinos lo antes posible”, según la Casa Blanca.