Miles de jóvenes acamparon durante la noche en la playa a la espera de la misa.Entre los asistentes se prevé que estén la presidenta de Brasil, Dil
ma Russeff, así como su par de Argentina, Cristina Fernández, y los mandatarios de Bolivia y Surinam, Evo Morales y Desire Bouterse, respectivamente.
Tras su cierre, el Papa anunciará cuál será la ciudad sede para la próxima jornada juvenil de los católicos: la de Río, según indicó un portavoz del Vaticano, ha sido la de mayor convocatoria en la historia de las JMJ.
El sábado, unos tres millones de peregrinos se congregaron también en Copacabana para escuchar al Papa, que les pidió "no ser cristianos de medio tiempo".
Mediante una analogía con el fútbol, convocó a los jóvenes a ser "atletas de Dios".
En tanto, un grupo de feministas y activistas por los derechos de los homosexuales se concentró en uno de los extremos de la playa para rechazar la figura del Pontífice y las posturas del catolicismo en algunos temas sociales, como el matrimonio homosexual y el aborto.