El Fondo baja la previsión de crecimiento mundial por el frenazo de los emergentes
La contracción de la zona euro es más prolongada de lo esperado
Sandro Pozzi
Nueva York, El País
El Fondo Monetario Internacional revisa los cálculos y lo hace a la baja. Esta vez es por los países emergentes, que no rinden con la solidez que se esperaba. Aunque son los avanzados el mayor riesgo mientras hacen frente al problema de la deuda en un escenario de débil crecimiento. Es el caso en concreto de los países de la zona euro, que sufrirán este año una contracción el doble de intensa y un crecimiento más débil el que viene.
Tras expandirse la economía mundial a un ritmo del 4% en 2011 y del 3,1% en 2012, el organismo proyecta para este año que se mantenga en un 3,1% antes de repuntar al 3,8% en 2014. Es decir, avanzará este ejercicio y el próximo dos décimas menos de lo que se dijo hace tres meses y lejos del 4,8% de media registrado durante los años previos a la crisis. La proyección del Banco Mundial era más baja, del 2,2% este año para repuntar al 3% el próximo.
El ajuste lo anticipó Christine Lagarde hace una semanas en un discurso en Washington y lo reafirmó el Banco Mundial pocos días después con su previsión semestral. La expansión en los mercados emergentes se frena y por eso la expansión de la economía mundial será algo inferior. Para este grupo de países proyecta ahora un crecimiento del 5% en 2013 y del 5,4% en 2014, frente al 5,3% y el 5,7% que se anticipó de cara a la cumbre en abril.
El FMI señala en este sentido que a los viejos riesgos se le suman los nuevos, que identifica en forma de un freno en el crecimiento más prolongado de lo esperado en países como China, que crecerá un 7,8% este año y un 7,7% el que viene, tres y seis décimas menos respectivamente de los proyectado. El recorte es aún mayor para Brasil, que crecerá en 2013 un 2,5%, medio punto menos, y un 3,2% el 2014, ocho décimas menos.
Para México habla ahora de un 2,9% y un 3,2%, frente a un 3,4% que proyectaba para los dos años en abril. Para el conjunto de la región latinoamericana el crecimiento se rebaja al 3% este año y al 3,4% el que viene, cerca de medio punto menos de los previsto. En este punto hace referencia al efecto que tendrá la transición hacia la normalidad monetaria en los países avanzados, porque eso puede provocar un reverso en los flujos de capital, elevar los tipos de interés y una mayor depreciación de las monedas. Es algo que se ve desde hace semanas en los mercados. Por eso les invita a que adopten políticas económicas para impulsar la demanda interna.
Olivier Blanchard, consejero económico del FMI, insistió en rueda de prensa que "hay que asumir que la política monetaria se normalizará en EE UU" y que eso provocará que muchos inversores que apostaron por los países emergentes "querrán repatriar sus fondos". En ese reequilibrio de carteras, indicó, "volverá una parte del dinero a EE UU, aunque la mayoría se quedará porque las perspectivas de crecimiento seguirán siendo mejores que en los países avanzados", remachó.
Aunque los países emergentes crecerán menos de lo previsto, lo seguirán haciendo a un ritmo muy superior al grupo de las economías avanzadas. Para este último se proyecta ahora una expansión modesta del 1,2% este año y del 2,1% el próximo. En abril se dijo que el avance sería similar al que se da ahora para 2013 y una décima más alto para 2013. Este bloque va claramente a dos velocidades en el proceso de recuperación.
La zona euro seguirá en punto muerto. “La recesión está siendo más prolongada” de lo esperado, señala el documento técnico. Eso en cifras se traduce en una contracción del 0,6% en los países de la moneda única, tres décimas peor de lo recogido en las previsiones primavera. Para el próximo habla de un repunte a un crecimiento del 0,9%, en este caso dos décimas menos de lo previsto.
El países más rezagado del grupo es Italia, que sufrirá una contracción este año del 1,8%. Es una recesión dos décimas más intensa que la de España, del 1,6%. También aparece en negativo Francia, con una contracción del 0,2% en 2013, mientras que Alemania crecerá solo un 0,3%. El año que viene, solo España estará debatiéndose entre crecer o no crecer.
Mejor van las cosas en EE UU, aunque el FMI aprovecha para cargar contra el recorte drástico en el gasto público que entró en vigor en marzo por el bloqueo de la negociación para reducir el déficit. En este sentido advierte que el ajuste afecta a determinados capítulos de gasto que son esenciales para apoyar el crecimiento económico a medio y largo plazo en la mayor potencia del plantea. Su proyección es de un 1,7% de crecimiento este año y un 2,7%, dos y tres décimas menos respectivamente.
Otro de los puntos en los que viene insistiendo el FMI de forma reiterada es en la necesidad de que los bancos centrales sean muy cautos y comuniquen bien sus estrategias de abandono de los estímulos, para evitar situaciones de volatilidad en los mercados. Es decir, deben hacerlo de forma predecible. Aún así, considera que el sustento monetario debe continuar en los países, en combinación con planes creíbles de sostenibilidad fiscal a medio plazo.
Sandro Pozzi
Nueva York, El País
El Fondo Monetario Internacional revisa los cálculos y lo hace a la baja. Esta vez es por los países emergentes, que no rinden con la solidez que se esperaba. Aunque son los avanzados el mayor riesgo mientras hacen frente al problema de la deuda en un escenario de débil crecimiento. Es el caso en concreto de los países de la zona euro, que sufrirán este año una contracción el doble de intensa y un crecimiento más débil el que viene.
Tras expandirse la economía mundial a un ritmo del 4% en 2011 y del 3,1% en 2012, el organismo proyecta para este año que se mantenga en un 3,1% antes de repuntar al 3,8% en 2014. Es decir, avanzará este ejercicio y el próximo dos décimas menos de lo que se dijo hace tres meses y lejos del 4,8% de media registrado durante los años previos a la crisis. La proyección del Banco Mundial era más baja, del 2,2% este año para repuntar al 3% el próximo.
El ajuste lo anticipó Christine Lagarde hace una semanas en un discurso en Washington y lo reafirmó el Banco Mundial pocos días después con su previsión semestral. La expansión en los mercados emergentes se frena y por eso la expansión de la economía mundial será algo inferior. Para este grupo de países proyecta ahora un crecimiento del 5% en 2013 y del 5,4% en 2014, frente al 5,3% y el 5,7% que se anticipó de cara a la cumbre en abril.
El FMI señala en este sentido que a los viejos riesgos se le suman los nuevos, que identifica en forma de un freno en el crecimiento más prolongado de lo esperado en países como China, que crecerá un 7,8% este año y un 7,7% el que viene, tres y seis décimas menos respectivamente de los proyectado. El recorte es aún mayor para Brasil, que crecerá en 2013 un 2,5%, medio punto menos, y un 3,2% el 2014, ocho décimas menos.
Para México habla ahora de un 2,9% y un 3,2%, frente a un 3,4% que proyectaba para los dos años en abril. Para el conjunto de la región latinoamericana el crecimiento se rebaja al 3% este año y al 3,4% el que viene, cerca de medio punto menos de los previsto. En este punto hace referencia al efecto que tendrá la transición hacia la normalidad monetaria en los países avanzados, porque eso puede provocar un reverso en los flujos de capital, elevar los tipos de interés y una mayor depreciación de las monedas. Es algo que se ve desde hace semanas en los mercados. Por eso les invita a que adopten políticas económicas para impulsar la demanda interna.
Olivier Blanchard, consejero económico del FMI, insistió en rueda de prensa que "hay que asumir que la política monetaria se normalizará en EE UU" y que eso provocará que muchos inversores que apostaron por los países emergentes "querrán repatriar sus fondos". En ese reequilibrio de carteras, indicó, "volverá una parte del dinero a EE UU, aunque la mayoría se quedará porque las perspectivas de crecimiento seguirán siendo mejores que en los países avanzados", remachó.
Aunque los países emergentes crecerán menos de lo previsto, lo seguirán haciendo a un ritmo muy superior al grupo de las economías avanzadas. Para este último se proyecta ahora una expansión modesta del 1,2% este año y del 2,1% el próximo. En abril se dijo que el avance sería similar al que se da ahora para 2013 y una décima más alto para 2013. Este bloque va claramente a dos velocidades en el proceso de recuperación.
La zona euro seguirá en punto muerto. “La recesión está siendo más prolongada” de lo esperado, señala el documento técnico. Eso en cifras se traduce en una contracción del 0,6% en los países de la moneda única, tres décimas peor de lo recogido en las previsiones primavera. Para el próximo habla de un repunte a un crecimiento del 0,9%, en este caso dos décimas menos de lo previsto.
El países más rezagado del grupo es Italia, que sufrirá una contracción este año del 1,8%. Es una recesión dos décimas más intensa que la de España, del 1,6%. También aparece en negativo Francia, con una contracción del 0,2% en 2013, mientras que Alemania crecerá solo un 0,3%. El año que viene, solo España estará debatiéndose entre crecer o no crecer.
Mejor van las cosas en EE UU, aunque el FMI aprovecha para cargar contra el recorte drástico en el gasto público que entró en vigor en marzo por el bloqueo de la negociación para reducir el déficit. En este sentido advierte que el ajuste afecta a determinados capítulos de gasto que son esenciales para apoyar el crecimiento económico a medio y largo plazo en la mayor potencia del plantea. Su proyección es de un 1,7% de crecimiento este año y un 2,7%, dos y tres décimas menos respectivamente.
Otro de los puntos en los que viene insistiendo el FMI de forma reiterada es en la necesidad de que los bancos centrales sean muy cautos y comuniquen bien sus estrategias de abandono de los estímulos, para evitar situaciones de volatilidad en los mercados. Es decir, deben hacerlo de forma predecible. Aún así, considera que el sustento monetario debe continuar en los países, en combinación con planes creíbles de sostenibilidad fiscal a medio plazo.