Cuba celebrará este viernes 60 años de asalto al Moncada
Santiago de Cuba, dpa
La vieja guardia de la Revolución cubana regresa este viernes al lugar donde empezó a escribir oficialmente su historia. Sesenta años después del fallido asalto al cuartel Moncada, la cúpula del castrismo celebrará en Santiago de Cuba el que es considerado como el inicio de la sublevación que llevó a Fidel Castro al poder.
Es un lugar simbólico para una fecha simbólica. En Santiago, en el extremo oriental de la isla, tuvo lugar el 26 de julio de 1953 la primera revuelta del movimiento que defenestraría casi seis años al régimen de Fulgencio Batista.
En medio de las reformas económicas de los últimos años, el castrismo hará una parada para festejar el día con su tradicional simbolismo y apego por las efemérides revolucionarias.
Para el acto por el “día de la rebeldía nacional” liderado por el presidente Raúl Castro en el antiguo cuartel Moncada se espera la asistencia de varios jefes de Estado, sobre todo del bloque de izquierda liderado por Venezuela en la región.
El mandatario venezolano, Nicolás Maduro, uno de los aliados más cercanos de La Habana, ya ha confirmado su asistencia al acto.
“Allá vamos a estar en Santiago de Cuba, con Fidel, con Raúl”, dijo hace unos días en Caracas el presidente venezolano. Su homólogo uruguayo, José Mujica, llegará hoy a la isla.
Durante décadas Fidel Castro fue también el protagonista de la festividad del 26 de julio.
En su primera visita oficial desde que asumió la presidencia en 2010, Mujica se quedará hasta el domingo en Cuba. Además de participar en la celebración del 26 de julio en Santiago, el ex guerrillero uruguayo se reunirá hoy con Raúl Castro en La Habana.
Las autoridades cubanas, por otro lado, no han informado sobre los planes del octogenario Fidel Castro para el 26 de julio. Dado su delicado estado de salud desde que dejó el poder en 2006, su presencia en Santiago se considera poco probable.
Seis década atrás, la situación era distinta. Casi 80 hombres salieron en la madrugada del 26 de julio para sorprender mientras dormían a unos 800 soldados en el cuartel Moncada de Santiago. Su líder era un entonces imberbe e idealista joven abogado de 26 años llamado Fidel Castro.
Con un ataque simultáneo a otra guarnición en la ciudad de Bayamo y la toma del hospital y el Palacio de Justicia de Santiago, los rebeldes esperaban desencadenar un levantamiento popular en todo el país para forzar la caída de Batista.
El asalto fracasó. La mayoría de los atacantes fueron asesinados y Fidel Castro fue condenado a 15 años de cárcel. Dos años más tarde salió en libertad en una amnistía. Después de unos años exiliado en México, volvió a la isla a finales de 1956 para liderar la guerrilla que forzó finalmente la huida de Batista el 1 de enero de 1959.
Durante décadas Fidel Castro fue también el protagonista de la festividad del 26 de julio, celebrada habitualmente en una ciudad distinta. El ex presidente de 86 años, conocido en el pasado por sus largos discursos, ya no será sin embargo el orador estelar en Santiago.
Se espera que su hermano Raúl, de 82 años y más reacio a las comparecencias públicas, dirija un nuevo discurso a la nación.
“No me eligieron presidente para restaurar el capitalismo”, dijo el presidente en febrero, al asegurar ante el Parlamento que las actuales reformas no afectarán al modelo socialista de la isla, que enarbola los sistemas de salud y educación gratuitos a nivel nacional como sus principales logros.
Bajo su mandato, Cuba ha iniciado una serie de reformas con elementos de mercado, que han quebrado el monopolio estatal que rigió en la isla durante décadas.
Desde que el menor de los Castro llegó al poder en 2006, su gobierno ha ampliado los espacios para la iniciativa privada. En tanto, la isla cuenta con casi 430.000 de los llamados “cuentapropistas”, los trabajadores del sector privado.
Ello ha acentuado sin embargo también las diferencias sociales en el país. A diferencia de oficios de menor cualificación en la gastronomía o el transporte, profesionales como los médicos no tienen posibilidad de trabajar por cuenta propia. Los sueldos en el sector estatal promedian los 20 dólares mensuales al cambio.
La oposición política, por otra parte, sigue reclamando reformas políticas. Disidentes como la bloguera Yoani Sánchez exigen en vano regularmente “la despenalización de la discripancia política”. El Partido Comunista de Cuba es la única formación política permitida en la isla.
La vieja guardia de la Revolución cubana regresa este viernes al lugar donde empezó a escribir oficialmente su historia. Sesenta años después del fallido asalto al cuartel Moncada, la cúpula del castrismo celebrará en Santiago de Cuba el que es considerado como el inicio de la sublevación que llevó a Fidel Castro al poder.
Es un lugar simbólico para una fecha simbólica. En Santiago, en el extremo oriental de la isla, tuvo lugar el 26 de julio de 1953 la primera revuelta del movimiento que defenestraría casi seis años al régimen de Fulgencio Batista.
En medio de las reformas económicas de los últimos años, el castrismo hará una parada para festejar el día con su tradicional simbolismo y apego por las efemérides revolucionarias.
Para el acto por el “día de la rebeldía nacional” liderado por el presidente Raúl Castro en el antiguo cuartel Moncada se espera la asistencia de varios jefes de Estado, sobre todo del bloque de izquierda liderado por Venezuela en la región.
El mandatario venezolano, Nicolás Maduro, uno de los aliados más cercanos de La Habana, ya ha confirmado su asistencia al acto.
“Allá vamos a estar en Santiago de Cuba, con Fidel, con Raúl”, dijo hace unos días en Caracas el presidente venezolano. Su homólogo uruguayo, José Mujica, llegará hoy a la isla.
Durante décadas Fidel Castro fue también el protagonista de la festividad del 26 de julio.
En su primera visita oficial desde que asumió la presidencia en 2010, Mujica se quedará hasta el domingo en Cuba. Además de participar en la celebración del 26 de julio en Santiago, el ex guerrillero uruguayo se reunirá hoy con Raúl Castro en La Habana.
Las autoridades cubanas, por otro lado, no han informado sobre los planes del octogenario Fidel Castro para el 26 de julio. Dado su delicado estado de salud desde que dejó el poder en 2006, su presencia en Santiago se considera poco probable.
Seis década atrás, la situación era distinta. Casi 80 hombres salieron en la madrugada del 26 de julio para sorprender mientras dormían a unos 800 soldados en el cuartel Moncada de Santiago. Su líder era un entonces imberbe e idealista joven abogado de 26 años llamado Fidel Castro.
Con un ataque simultáneo a otra guarnición en la ciudad de Bayamo y la toma del hospital y el Palacio de Justicia de Santiago, los rebeldes esperaban desencadenar un levantamiento popular en todo el país para forzar la caída de Batista.
El asalto fracasó. La mayoría de los atacantes fueron asesinados y Fidel Castro fue condenado a 15 años de cárcel. Dos años más tarde salió en libertad en una amnistía. Después de unos años exiliado en México, volvió a la isla a finales de 1956 para liderar la guerrilla que forzó finalmente la huida de Batista el 1 de enero de 1959.
Durante décadas Fidel Castro fue también el protagonista de la festividad del 26 de julio, celebrada habitualmente en una ciudad distinta. El ex presidente de 86 años, conocido en el pasado por sus largos discursos, ya no será sin embargo el orador estelar en Santiago.
Se espera que su hermano Raúl, de 82 años y más reacio a las comparecencias públicas, dirija un nuevo discurso a la nación.
“No me eligieron presidente para restaurar el capitalismo”, dijo el presidente en febrero, al asegurar ante el Parlamento que las actuales reformas no afectarán al modelo socialista de la isla, que enarbola los sistemas de salud y educación gratuitos a nivel nacional como sus principales logros.
Bajo su mandato, Cuba ha iniciado una serie de reformas con elementos de mercado, que han quebrado el monopolio estatal que rigió en la isla durante décadas.
Desde que el menor de los Castro llegó al poder en 2006, su gobierno ha ampliado los espacios para la iniciativa privada. En tanto, la isla cuenta con casi 430.000 de los llamados “cuentapropistas”, los trabajadores del sector privado.
Ello ha acentuado sin embargo también las diferencias sociales en el país. A diferencia de oficios de menor cualificación en la gastronomía o el transporte, profesionales como los médicos no tienen posibilidad de trabajar por cuenta propia. Los sueldos en el sector estatal promedian los 20 dólares mensuales al cambio.
La oposición política, por otra parte, sigue reclamando reformas políticas. Disidentes como la bloguera Yoani Sánchez exigen en vano regularmente “la despenalización de la discripancia política”. El Partido Comunista de Cuba es la única formación política permitida en la isla.