Se confiesa el cubano que espió en EE.UU.

Fernando Ravsberg
BBC Mundo, La Habana
El 12 de septiembre de 1998 el FBI (Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos) desarticuló una red de espías cubanos asentados en Miami para vigilar a los grupos anticastristas.



Varios de ellos negociaron con la fiscalía y redujeron sus penas, pero cinco agentes (conocidos como "los cinco de Cuba") se negaron y sus condenas fueron las más duras, incluso de por vida.
González accedió a conversar con BBC Mundo sobre su vida como agente, sus actividades en EE.UU. y sus días en prisión.Uno de esos cinco cubanos era el piloto René González, recién liberado de las prisiones de los EE.UU., tras 14 años de reclusión.

¿Por qué aceptó ir a EE.UU. a espiar?

Yo soy un cubano de mi generación y crecí bajo la amenaza del terrorismo contra Cuba, yo recuerdo los secuestros de pescadores, asesinados muchas veces por grupos terroristas de Miami. Estuve dentro del millón de personas que despidió los restos de los mártires de Barbados, cuando el avión de Cubana fue derribado (el 6 de octubre de 1976 un atentado explosivo destruyó un avión de Cubana de aviación en el que viabajan 73 personas desde Barbados; todas murieron). Así que cuando se me pidió que hiciera esto no lo dudé, me pareció que era mi deber como patriota.

¿Es ético ir a espiar a otro país?



Yo creo que es ético defenderse cuando se es agredido y eso fue lo fui a hacer yo. Hemos sido agredidos por la potencia más grande del mundo durante muchos años y tenemos el derecho de defendernos, siempre y cuando no le hagamos daño al pueblo norteamericano. Nosotros en ningún caso fuimos a dañar a nadie allá, sólo ejercimos el derecho a la autodefensa.

Cuando tiene esa doble vida debe conocer también gente buena, ¿no sentió que estaba traicionándolos?

El factor humano es complicado, en todos esos grupos hay personas buenas también que creen en lo que están haciendo, que son manipuladas o que tienen sus prejuicios. Uno los reconoce, aprendes quien tiene calidad humana y quien no la tiene. Te das cuenta de que muchas de esas personas en otras circunstancias hubieran permanecido con nosotros y tú los tratas con el afecto que se merecen.
No quiero nombrar a nadie para no perjudicarlos allá, pero yo he conocido personas que fueron oficiales del ejército de Batista, mayores ya, y todavía me tienen como un hijo y yo los tengo a ellos como padres.

¿Qué tipo de información buscaban, porque algunos de ustedes trabajaban en una base militar?



Había un compañero que estaba en una base militar, él pasaba información pública, él nunca accedió a nada clasificado, nunca lo buscó. Él recopilaba toda la información pública que podía sobre la base de Cayo Hueso, porque la base puede ser un punto que de indicios sobre una posible agresión a Cuba.

¿Y los demás a qué se dedicaban?

Gerardo (Hernández, otro de los cinco agentes que se negaron a negociar en 1998) era el que coordinaba las actividades, yo particularmente estaba infiltrado en varios grupos, en Hermanos al Rescate, en Democracia, en Comando de Liberación Unido y en otros. Pasé por bastantes grupos, porque a todo el que necesita un avioncito, le hacía falta un piloto y yo andaba disponible.

Justamente hablando de Hermanos al Rescate, a Gerardo lo acusan de la muerte de sus cuatro pilotos. ¿Tuvieron que ver con eso?

No tuvimos nada que ver, yo diría que la mayor audacia de la fiscalía para politizar el juicio fue introducir el cargo de Hermanos al Rescate. A Gerardo inclusive no lo pueden acusar de asesinato, sino de conspirar para asesinar, o sea ponerse en combinación con otras personas, en este caso el gobierno de Cuba, para cometer un asesinato, que sería la muerte ilegal de una persona fuera de Cuba; ninguno de los dos elementos se pudieron comprobar.

¿Entonces por qué esa dureza en las condenas?



Va más allá del juicio, es el ensañamiento contra Cuba, yo diría que es una venganza por toda la resistencia de Cuba. La obsesión del gobierno norteamericano es enfermiza y conduce a las políticas irracionales de los últimos 50 años.
Las condenas son una decisión irracional, que responde a la subordinación de la fiscalía a los terroristas que controlan Miami, el propio jefe del FBI se vanagloriaba de andar con esos elementos.

Si eso era así, ¿por qué el gobierno cubano le da al FBI la información que provocó vuestra captura?

(El escritor colombiano Gabriel) García Márquez fue el conducto para que se realizara en 1998 la invitación a dos oficiales del FBI, a los que se les ofreció cooperar en la lucha contra el terrorismo y se les entregó una carpeta de evidencias. Pero la información que Cuba les da no provoca nuestra captura, por la evidencia se deduce que ellos ya nos tenían bajo investigación.
Además yo creo que éticamente hablando la lucha contra el terrorismo debería unir a ambos gobiernos más allá de diferencias ideológicas, yo estoy de acuerdo en que se coopere con cualquier otro gobierno.

¿Por qué no los canjean a ustedes como hicieron con los espías rusos?

Wayne Smith, que fue uno de los embajadores de EE.UU. aquí, dice que Cuba despierta en el gobierno americano la misma reacción qué la luna llena en un hombre-lobo.


Cuba rompe un esquema de dominio continental que hasta el triunfo de la revolución no había podido ser cuestionado y de ahí la rabia. A Cuba se la odia por Girón (fracasado intento de cubanos de Miami por tomar el poder en la isla en 1961), por la crisis de Octubre (también llamada crisis de los misiles y se desató en 1962 cuando EE.UU. detectó que había misiles nucleares soviéticos en la isla), por existir y ser un ejemplo.

¿Les ofrecieron negociar a ustedes? ¿Por qué no aceptaron? ¿Otros aceptaron?

Sí, claro. Además ofrecieron buenos negocios, a uno le dieron una condena de cinco años, estaba acusado de lo mismo que Antonio Guerrero (otro de "los cinco de Cuba"), o sea que le hubieran dado cadena perpetua. Es muy fácil aceptarlo, no es tan difícil para alguna gente.
Pero tienes que humillarte como persona, cuando te ofrecen la negociación los fiscales norteamericanos te dicen que si no mientes en el estrado y si no haces lo que te dicen, te vas a morir en la cárcel. Tienes que decidir si mientes o no.
Y tú no ignoras que estás siendo utilizado como herramienta para acusar a tu país y para agredirlo, para hacer un expediente contra Cuba. Un agente cubano aceptando todo lo que los fiscales quieren en contra de Fidel, del gobierno cubano, de Raúl, hubiera sido un elemento para reforzar ese expediente.
Entonces estamos hablando de dos elementos que son muy importantes, está tu dignidad como persona y la defensa de Cuba. Fuimos a una misión que nos podría costar la vida, no la cárcel, y fuimos para defender al pueblo cubano.

Alan Gross

"Yo no tengo nada contra el señor Gross (en la foto)", dice González.

¿Cómo fue el trato en la prisión?

Mientras éramos procesados nos pusieron en aislamiento, en la unidad de castigo de la cárcel y nos mantuvieron allí 17 meses. Realmente nos trataron con mucha dureza, a la familia se le trató muy mal, se me prohibió ver a mis hijas, la atención médica era pésima. Trataron de quebrarnos pero tuvimos la fuerza moral suficiente.
Cuando sales de Miami el asunto político disminuye, ya eres un preso más. También depende del nivel de custodia de la cárcel. Es un crimen que Gerardo esté en un nivel de custodia alta, porque esas prisiones son de mucha violencia, con enfrentamientos muy peligrosos entre pandillas.
Yo tuve suerte porque yo caí en una cárcel de media, en el área geográfica del este americano, donde las pandillas no tienen tanta incidencia, y los hechos de violencia eran más reducidos.

¿Crees que es justa la propuesta de canje de tus compañeros por Alan Gross (el contratista estadounidense condenado a 15 años de prisión bajo cargos de actividades subversivas contra el Estado cubano, luego de ser detenido en 2009 por distribuir tecnología de comunicaciones a una comunidad judía)?

Yo no sé si canje es la palabra adecuada, nadie quiere usarla, los políticos son complicados, pero yo creo que sí. Las seis familias pueden recibir ese beneficio, yo no creo en la salida unilateral de una de las dos partes, me parece absurdo, muestra su arrogancia.
Yo no tengo nada contra el señor Gross, soy del criterio de que el delito político debe recibir cierta benevolencia, si no es un delito atroz, porque tiene otras motivaciones que yo respeto de cualquier parte. Yo vería con buenos ojos que se solucione y que sobre todo se sienten los dos gobiernos y resuelvan todos los problemas que tienen.

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