Rousseff propone cambiar la Constitución para mejorar los servicios públicos y combatir la corrupción
Brasilia, EP
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha propuesto este lunes la celebración de un referéndum que siente las bases de una reforma constitucional en la que se planteen, entre otras cuestiones, la mejora de los servicios públicos y la lucha contra la corrupción.
Tras una reunión con gobernadores, alcaldes y ministros, la mandataria ha explicado a la nación su deseo de "buscar soluciones" a los problemas que "inquietan y movilizan al pueblo brasileño". Rousseff ha apelado a la "participación" en respuesta a quienes exigen "más ciudadanía".
Para la presidenta, el ciudadano debe ocupar el "primer lugar", por encima de los intereses económicos, según informa el periódico 'O Globo'. "El pueblo nos está diciendo que quiere cambios. Quiere servicios públicos de calidad, mecanismos más eficaces para combatir la corrupción", ha explicado.
La subida del precio del transporte sacó a la calle hace más de dos semanas a miles de personas que se han convertido en decenas e incluso cientos de miles conforme han ido pasando los días y las reivindicaciones se han extendido a otros ámbitos como sanidad, educación o lucha contra la corrupción.
Rousseff ha planteado un programa de "pactos" para avanzar hacia un nuevo Brasil, dentro del cual figuran aspectos financieros como la "estabilidad fiscal" y políticos como la lucha contra la corrupción --que se castigará con penas más duras--, pero principalmente sociales, con cambios en sanidad, educación o infraestructuras.
La presidenta, que quiere acercar las administraciones a la calle, ha citado como uno de sus principales proyectos la convocatoria de un plebiscito para formar una Asamblea Constituyente cuyo "fin exclusivo" sea plantear una "reforma política" que "amplíe la participación popular y el horizonte de ciudadanía".
En materia de salud, la mandataria contempla "recursos y acciones exclusivas" para mejorar el sistema sanitario público, incluida la creación de nuevas plazas para médicos, mientras que en educación ha propuesto un incremento de fondos, gracias en parte a la reinversión del dinero procedente de explotaciones petrolíferas.
Rousseff también ha planteado, en relación al transporte, desgravaciones fiscales que permitan una reducción de las tarifas, al tiempo que ha anunciado nuevos proyectos en materia de infraestructuras a los cuales el Gobierno dedicará un total de 50.000 millones de reales (17.000 millones de euros).
"Estamos pasando por un inequívoco proceso de cambio, tal vez el más amplio que haya vivido el país", ha destacado Rousseff, que la semana pasada se comprometió a dar respuesta a algunas de las peticiones escuchadas durante estos últimos días en las principales ciudades del país.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha propuesto este lunes la celebración de un referéndum que siente las bases de una reforma constitucional en la que se planteen, entre otras cuestiones, la mejora de los servicios públicos y la lucha contra la corrupción.
Tras una reunión con gobernadores, alcaldes y ministros, la mandataria ha explicado a la nación su deseo de "buscar soluciones" a los problemas que "inquietan y movilizan al pueblo brasileño". Rousseff ha apelado a la "participación" en respuesta a quienes exigen "más ciudadanía".
Para la presidenta, el ciudadano debe ocupar el "primer lugar", por encima de los intereses económicos, según informa el periódico 'O Globo'. "El pueblo nos está diciendo que quiere cambios. Quiere servicios públicos de calidad, mecanismos más eficaces para combatir la corrupción", ha explicado.
La subida del precio del transporte sacó a la calle hace más de dos semanas a miles de personas que se han convertido en decenas e incluso cientos de miles conforme han ido pasando los días y las reivindicaciones se han extendido a otros ámbitos como sanidad, educación o lucha contra la corrupción.
Rousseff ha planteado un programa de "pactos" para avanzar hacia un nuevo Brasil, dentro del cual figuran aspectos financieros como la "estabilidad fiscal" y políticos como la lucha contra la corrupción --que se castigará con penas más duras--, pero principalmente sociales, con cambios en sanidad, educación o infraestructuras.
La presidenta, que quiere acercar las administraciones a la calle, ha citado como uno de sus principales proyectos la convocatoria de un plebiscito para formar una Asamblea Constituyente cuyo "fin exclusivo" sea plantear una "reforma política" que "amplíe la participación popular y el horizonte de ciudadanía".
En materia de salud, la mandataria contempla "recursos y acciones exclusivas" para mejorar el sistema sanitario público, incluida la creación de nuevas plazas para médicos, mientras que en educación ha propuesto un incremento de fondos, gracias en parte a la reinversión del dinero procedente de explotaciones petrolíferas.
Rousseff también ha planteado, en relación al transporte, desgravaciones fiscales que permitan una reducción de las tarifas, al tiempo que ha anunciado nuevos proyectos en materia de infraestructuras a los cuales el Gobierno dedicará un total de 50.000 millones de reales (17.000 millones de euros).
"Estamos pasando por un inequívoco proceso de cambio, tal vez el más amplio que haya vivido el país", ha destacado Rousseff, que la semana pasada se comprometió a dar respuesta a algunas de las peticiones escuchadas durante estos últimos días en las principales ciudades del país.