Roland Garros: Un Nadal épico se cita con Ferrer


París, As
Fue algo admirable, inenarrable: Rafael Nadal Parera y Novak Djokovic, número uno del mundo, dejaron otro partido como un monumento a la historia del tenis en la semifinal de Roland Garros. Tras una batalla titánica, Nadal terminó imponiéndose y pasando a la final después de cuatro horas y 37 minutos de intensidad salvaje: 6-4, 3-6, 6-1, 6-7 (3) y 9-7 para Rafa a través de 335 puntos disputados: 177 para Nadal y 158 para Djokovic. El domingo se las verá con David Ferrer, que se impuso a Jo-Wilfred Tsonga por 6-1, 7-6 y 6-2.


A 30 grados de temperatura en la Philippe Chatrier y en el cuarto set, Nadal estuvo a dos puntos de ganar el partido cuando servía con 6-5 y 30-15, pero Djokovic recurrió a lo que el mismo Rafa Nadal define como ‘un ‘feeling’ especial en esos momentos especiales’. “Novak es un luchador, tiene ese ‘feeling’ y sé que algún día va a ganar Roland Garros”, alabó Nadal, que también dijo: “Es un partido que por su intensidad se ha parecido mucho a nuestra final de Australia en 2012. Aquel día ganó Novak,y hoy me ha tocado a mí.

Así es el deporte. Lo que ahora necesito es recuperarme cuanto antes para la final”. En francés, y sobre la misma Pista Philippe Chatrier, el feliz Nadal dijo cosas en las que mezcló el inglés: “Every match here is tres special”. “Cada partido aquí es muy especial”. "Para nosotros, esto es un milagro después de todo lo que le ha pasado a Rafa con la rodilla", dijo Toni Nadal, emocionado y al borde de hacer 'crack' en lágrimas.

Tras ceder el cuarto set en plena crisis por haber dejado escapar el triunfo en el undécimo juego, cuando sacaba y tenía 30-15, Nadal se vio muy cerca de la derrota al recibir un ‘break’ de salida en el quinto y definitivo set. Djokovic mantuvo su servicio hasta un 4-2 que ya estaba muy cerca de lo irremediable. Pero ahí, Nadal simplemente se negó a perder y encadenó un parcial favorable de 3-0, con un ‘break’ decisivo y agónico en el octavo juego, donde pasó de todo: con ‘deuce’, Djokovic perdió un punto vital en un remate fácil al quedarse colgado sobre la red. El árbitro de silla, el francés Pascal Maria, concedió el punto a Nadal porque la bola no llegó a botar por dos veces en el campo de Rafa. Después de ese punto y tras una violación por exceder el tiempo en los saques (lo que a Nadal costó un punto cuando Rafa servía para cerrar el segundo set), Djokovic pidió la presencia en la pista del juez árbitro del torneo,el sueco Stefan Fransson. El serbio se estaba quejando constantemente de que la pista perdía tierra por el sol y el viento. Decía que era 'injugable' y pedía que se regara cuanto antes. Fransson no hizo caso al número uno del mundo.

Con 5-4 y bajo servicio de Djokovic, Nadal volvió a estar dos puntos del triunfo. De ahí en adelante, Rafa,que servía por delante en el set final, fue aguantando su saque (64% de primeros servicios,con los que ganó el 72% de puntos, a media de179 km/h y punta de 199) y supo resistir como un bravo: al fin, y a través de una tensión angustiosa, con puntos arrebatadores, Nadal arrancó el’break’ y el partido en el juego número 16 de ese quinto set, un drama que duró tanto como muchos partidos: hora y 22 minutos. Estadísticas clave: Djokovic sólo ganó el 53% de puntos con segundos servicios (Nadal, 60%)… y el serbio incurrió en 75 errores no forzados, aunque bastantes de ellos fueron provocados por heroica la defensa de un Nadal que el domingo jugará su octava final de Roland Garros ante Ferrer o Tsonga. Si Nadal conquista el torneo, habrá firmado un logro histórico: sería su octavo Roland Garros, y nadie hasta ahora en la historia del tenis mundial ha alzado ocho títulos en un mismo torneo del Grand Slam. Además, Nadal ya iguala ya el récord de 58 victorias en Roland Garros que posee Guillermo Vilas… y el domingo puede obtener la número 59. Nadal juega contra la historia del tenis. Debería ser cierto: algún día, Djokovic va a ganar a Roland Garros. Pero no será en 2013.

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