Mursi dice que Egipto no tolerará ninguna amenaza contra su cuota del Nilo
Madrid, EP
El presidente de Egipto, Mohamed Mursi, ha subrayado este lunes que "todas las opciones están sobre la mesa" en la posible respuesta de El Cairo a Addis Abeba por su decisión de desviar un tramo del Nilo Azul, afluente del Nilo, para construir la presa del Gran Renacimiento.
"Hemos dicho muchas veces que los egipcios llevan un mensaje de paz con su revolución. No queremos la guerra, pero no aceptamos amenazas a nuestra seguridad", ha dicho el mandatario, según ha informado el diario egipcio 'Al Ahram'.
En este sentido, ha reiterado en múltiples ocasiones que El Cairo "no tolerará" ninguna amenaza contra su cuota tradicional de agua del río y ha indicado que "Egipto defenderá cada gota de agua del Nilo con sangre si es necesario".
"El pueblo de Egipto es paciente con todo, a menos que sus fronteras y vidas sean amenazadas, en cuyo caso se unen para arrancar la amenaza de raíz", ha advertido Mursi.
Asimismo, ha acusado de la tensión bilateral a "las décadas de corrupción y falta de transparencia" durante los gobiernos del expresidente Hosni Mubarak y ha resaltado que el actual Ejecutivo "ha hecho esfuerzos para mejorar sus relaciones con los países de la cuenca del Nilo".
"No queremos crearnos enemigos, queremos diálogo y desarrollo para África", ha recalcado, antes de solicitar a las formaciones políticas del país que dejen de lado sus rivalidades y se unan ante el desafío común.
Por su parte, el primer ministro, Hisham Kandil, ha valorado que "la decisión de Etiopía suscita algunas preguntas", si bien ha manifestado que el Gobierno egipcio "reconoce su derecho al desarrollo sin que suponga una amenaza a la cuota de agua egipcia".
"Hemos solicitado a Etiopía que nos entregue garantías de que la presa no impactará en esta cuota", ha dicho, antes de anunciar que el ministro de Exteriores, Kamel Amr, visitará Addis Abeba en los próximos días a tal efecto.
La semana pasada Etiopía convocó al embajador egipcio tras las declaraciones de políticos egipcios que defendieron una intervención militar o apoyar a los rebeldes etíopes, un síntoma de la gravedad que supone esta cuestión en Egipto.
Desde 1902 se han firmado decenas de acuerdos regulando la distribución de las aguas del Nilo, incluyendo uno que data de 1959 en el que se estipula la cuota exacta que ha de recibir Egipto. En la mayoría de los mismos se estipula que ningún país puede construir presas o proyectos de irrigación sin notificar al resto de los países de la cuenca.
Por su parte, el Gobierno de Sudán, el tercer país afectado, afirmó la semana pasada que los trabajos de construcción "no afectarán" al país y reiteró su compromiso para continuar la cooperación con Addis Abeba y El Cairo con el objetivo de garantizar el máximo beneficio de los tres países de la explotación de los recursos del Nilo.
El presidente de Egipto, Mohamed Mursi, ha subrayado este lunes que "todas las opciones están sobre la mesa" en la posible respuesta de El Cairo a Addis Abeba por su decisión de desviar un tramo del Nilo Azul, afluente del Nilo, para construir la presa del Gran Renacimiento.
"Hemos dicho muchas veces que los egipcios llevan un mensaje de paz con su revolución. No queremos la guerra, pero no aceptamos amenazas a nuestra seguridad", ha dicho el mandatario, según ha informado el diario egipcio 'Al Ahram'.
En este sentido, ha reiterado en múltiples ocasiones que El Cairo "no tolerará" ninguna amenaza contra su cuota tradicional de agua del río y ha indicado que "Egipto defenderá cada gota de agua del Nilo con sangre si es necesario".
"El pueblo de Egipto es paciente con todo, a menos que sus fronteras y vidas sean amenazadas, en cuyo caso se unen para arrancar la amenaza de raíz", ha advertido Mursi.
Asimismo, ha acusado de la tensión bilateral a "las décadas de corrupción y falta de transparencia" durante los gobiernos del expresidente Hosni Mubarak y ha resaltado que el actual Ejecutivo "ha hecho esfuerzos para mejorar sus relaciones con los países de la cuenca del Nilo".
"No queremos crearnos enemigos, queremos diálogo y desarrollo para África", ha recalcado, antes de solicitar a las formaciones políticas del país que dejen de lado sus rivalidades y se unan ante el desafío común.
Por su parte, el primer ministro, Hisham Kandil, ha valorado que "la decisión de Etiopía suscita algunas preguntas", si bien ha manifestado que el Gobierno egipcio "reconoce su derecho al desarrollo sin que suponga una amenaza a la cuota de agua egipcia".
"Hemos solicitado a Etiopía que nos entregue garantías de que la presa no impactará en esta cuota", ha dicho, antes de anunciar que el ministro de Exteriores, Kamel Amr, visitará Addis Abeba en los próximos días a tal efecto.
La semana pasada Etiopía convocó al embajador egipcio tras las declaraciones de políticos egipcios que defendieron una intervención militar o apoyar a los rebeldes etíopes, un síntoma de la gravedad que supone esta cuestión en Egipto.
Desde 1902 se han firmado decenas de acuerdos regulando la distribución de las aguas del Nilo, incluyendo uno que data de 1959 en el que se estipula la cuota exacta que ha de recibir Egipto. En la mayoría de los mismos se estipula que ningún país puede construir presas o proyectos de irrigación sin notificar al resto de los países de la cuenca.
Por su parte, el Gobierno de Sudán, el tercer país afectado, afirmó la semana pasada que los trabajos de construcción "no afectarán" al país y reiteró su compromiso para continuar la cooperación con Addis Abeba y El Cairo con el objetivo de garantizar el máximo beneficio de los tres países de la explotación de los recursos del Nilo.