Las protestas silenciosas se extienden por Turquía a pesar de la represión policial

Estambul, dpa
Las nuevas protestas en silencio contra el gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan han conseguido rebajar la tensión en Turquía, pese a lo cual la policía reprimió hoy una manifestación en la ciudad de Eskisehir, en Anatolia, informaron activistas.

Los agentes usaron chorros de agua a presión y gas lacrimógeno contra los manifestantes que se habían reunido en Eskisehir, una localidad de unos 600.000 habitantes que ha sido centro de protestas también en las últimas semanas.
Durante la noche del martes hubo en Eskisehir horas de enfrentamientos, según activistas. La policía desmanteló barricadas erigidas por los manifestantes y disparó chorros de agua incluso contra viviendas en las que se habían refugiados quienes protestaban.
Entretanto, cada vez más personas se suman a la nueva forma de protesta y permanecen horas de pie, inmóviles.
En la represión de las manifestaciones de las últimas tres semanas la policía gastó 130.000 cartuchos de gas lacrimógeno, según el diario “Milliyet”. Ahora está prevista la compra de 100.000 nuevas granadas y sprays de pimienta para tener reservas, añade el periódico. Además, en una partida aparece la compra de otros 60 cañones de agua.
El uso masivo del gas lacrimógeno por parte de la policía turca ha recibido duras críticas a nivel internacional, por considerarlo desproporcionado. También se condena el hecho de que la policía disparó a propósito a corta distancia contra manifestantes, usando los rifles con los que se lanza el gas prácticamente como si se tratara de armas de fuego.
Mientras tanto, en la central plaza de Taksim se reunieron el martes hasta la noche varios cientos de personas en silencio para protestar contra las medidas del gobierno, que consideran autoritarias, y contra el accionar de la policía. Hoy seguía habiendo algunas personas inmóviles en la plaza. La idea partió de un coreógrafo turco, que el lunes permaneció horas de pie en silencio e inició así una nueva forma de protesta.
Las manifestaciones comenzaron hace tres semanas con el brutal desalojo del parque Gezi, junto a la plaza de Taksim, donde las fuerzas de seguridad volvieron a entrar el fin de semana. En principio se dirigían contra un proyecto inmobiliario de remodelación del parque, pero ahora apuntan en general contra el estilo autoritario de Erdogan y su injerencia en la forma de vida de los turcos.

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