Lara Alcázar, líder del movimiento Femen en España: “Si me resfrío, mi madre me cuidará”
Madrid, El País
Pregunta. ¿Por qué un movimiento feminista que muestra los pechos?
Respuesta. Porque cuando mostramos nuestro cuerpo se crea una tensión. Supone llevar la contraria a lo que la sociedad patriarcal quiere.
P. ¿Pero qué aporta el activismo de Femen?
R. Acción. Las feministas nos hemos sentado en conferencias y debates, pero hemos ido perdiendo la calle. Femen pone de nuevo en el punto de mira político el cuerpo como elemento de defensa y de ataque, por eso atrae a chicas más jóvenes.
P. ¿Qué le diría a las mujeres que no se consideran feministas?
R. El feminismo no es lo contrario al machismo, sino que reclama igualdad de derechos. No puedo entender que una mujer en su ser político no se defina como feminista.
P. ¿Y a los hombres que rechazan a las feministas?
R. Que se van a tener que joder. Vamos a actuar para que desaparezcan quienes tratan a las mujeres como basura.
P. ¿Cuáles son las luchas pendientes de las mujeres?
R. El empoderamiento económico, la igualdad de sueldo, el fin de la violencia de género, el derecho libre a abortar… Muchísimo.
P. Al mostrar su cuerpo, ¿no da la razón a quien ven a las mujeres como objetos decorativos?
R. Bien, esta pregunta me la hacen recurrentemente. No, la diferencia radica en que escoges cuándo enseñar tu cuerpo para molestar. Tengo el control sobre él y lo muestro como pancarta.
P. ¿Cómo entró en contacto con Femen?
R. Cuando la familia de la activista tunecina Amina la secuestró, Femen inició una campaña internacional de apoyo. Con varios amigos hicimos un fanzine de apoyo y a raíz de aquello les pregunté si había ya un grupo en España. Me dijeron que no.
P. Lanzaste un correo buscando voluntarias. ¿Hubo éxito?
R. Se han sumado siete chicas. Y han escrito otras interesadas en ayudar: artistas, abogadas...
P. Hubo quien les llamó de todo menos bonitas.
R. Al sector ultraderechista conservador nazi no les gustamos mucho. Precisamente es contra ellos que estamos yendo.
P. Tienen un manual de entrenamiento.
R. Practicamos ejercicios de resistencia para librarnos cuando nos agarren, también la postura y la expresión con la que tenemos que protestar. Hay que estar entrenadas por si un día tenemos que correr para que no nos partan un diente.
P. Tres activistas (dos francesas y una alemana) han sido condenadas en Túnez a cuatro meses de cárcel por manifestarse ante la Corte de Justicia en topless en apoyo a Amina, que está retenida tras su última acción.
R. Túnez se ha vendido como un país abierto y progresista y acabamos de ver que en realidad es musulmán hasta el extremo.
P. Un día antes se estrenaron en España protestando ante la Embajada de Túnez de Madrid. ¿Pasó vergüenza?
R. No. Íbamos disparadas. Sabíamos a qué íbamos y cómo lo íbamos a hacer. Salió perfecto.
P. Se quedarían sorprendidos.
R. Estaban entre flipando y confusos. No se lo esperaban.
P. Tiene 21 años. ¿Desde cuándo es usted feminista?
R. Que tenga conciencia desde los 16 años. Estudiando siempre me interesó la historia de las mujeres, que es algo que normalmente no ves en clase. Yo siempre me preguntaba: ¿habrá alguna mujer matemática?
P. Dice el ministro Gallardón: “La libertad de la maternidad es la que hace a las mujeres auténticamente mujeres”.
R. Pero qué sabrá Gallardón de libertad y de maternidad, ¡si él no va a parir! Las mujeres ni somos máquinas reproductoras ni vamos a estar incompletas por no tener un hijo.
P. No deja de ser sorprendente que usted fuera a un colegio de monjas.
R. Me enseñó que no me gusta nada de la religión. Nada en tu vida es negativo si te enseña algo. Y a mí me enseñó que las monjas son las criadas de los curas y los papas.
P. ¿Por qué la metieron?
R. Porque estaba cerca de mi casa y mi madre trabajaba.
P. ¿Qué le dicen sus padres? ¿Que se tape, que no coja frío?
R. Están orgullosos. Mi madre me dice que me cuide y que si me resfrío ella cuidará de mí.
P. ¿Qué le dice su novio?
R. Es novia. Le gusta lo que hago.