La policía turca detuvo a aproximadamente 25 personas por incitar a la protesta en Twitter

Estambul, AFP
Las protestas en Turquía contra el gobierno de Recep Tayyip Erdogan entran en una nueva fase el miércoles, con la movilización de dos importantes sindicatos tras seis días de masivas manifestaciones en varias ciudades del país.
La Confedereación Sindical de Obreros Revolucionarios (DISK) debe sumarse este miércoles a la Confederación de Sindicatos del sector público (KESK), que convocó el martes a una huelga de solidaridad de dos días con los manifestantes.


La DISK reivindica unos 420.000 miembros.

Los dos sindicatos, marcadamente de izquierda, anunciaron para este miércoles marchas de protesta y huelgas en las principales ciudades turcas.

Pese a las “disculpas” del gobierno a las víctimas de la violencia policial, miles de personas invadieron durante la noche la plaza Taksim de Estambul, donde volvieron a pedir la salida de Erdogan.

También en Ankara se congregaron miles de personas.

En la noche del martes al miércoles, la policía utilizó cañones de agua para intentar dispersar a los manifestantes, según los medios locales.

Una vez más, los manifestantes intentaron dirigirse hacia las oficinas del primer ministro en Estambul y Ankara, como ya lo habían intentado en otras ocasiones anteriores.

Los manifestantes intentaron dirigirse hacia las oficinas del primer ministro en Estambul y Ankara.
También se produjeron enfrentamientos en la localidad de Hatay (sudeste), en la frontera siria, donde un joven de 22 años pereció el domingo tras resultar herido en una manifestación.

Según la cadena de televisión NTV, dos policías y tres manifestantes resultaron heridos el miércoles por la mañana en Hatay.

El mismo miércoles, al menos 25 personas fueron detenidas en Izmir (oeste) por haber difundida en Twitter “informaciones falsas y difamatorias” informó la agencia Anatolia. Ali Engin, un responsable local del principal partido de oposición , el Partido republicano del pueblo (CHP) declaró a Anatolia que los sospechosos fueron detenidos por haber “llamado a la gente a manifestarse”.

El martes, un día después de la muerte de un segundo manifestante, el viceprimer ministro Bulent Arinç intentó reducir la tensión al calificar de “legitimas” las reivindicaciones de los ecologistas, que originaron el viernes pasado el amplio movimiento de protestas.

Arinç, a diferencia del tono firme empleado por Erdogan –que sigue hasta el jueves de gira por el Maghreb–, ha tenido una actitud mas conciliante.

Además de las dos personas muertas el domingo y el lunes, los enfrentamientos han dejado más de 1.500 heridos en Estambul y al menos 700 en Ankara, según las organizaciones de defensa de Derechos Humanos y los sindicatos de médicos. Estas cifras no fueron confirmadas por las autoridades. El portavoz del gobierno evaluó el martes en 64 manifestantes y 244 policías el número de heridos.

En fin, la cadena turca de televisión Bloomberg HT suspendió el martes la difusión de un juego televisado después de que su presentador propusiera a los candidatos preguntas sobre el movimiento de protestas anitgubernamentales.

“Máscara de gas”, “policía”, “violencia”, detención, “censura”: tales fueron las palabras que debían adivinar el lunes los participantes en un “juego de palabras”, programa difundido diariamente por este cadena.

Un día después, la difusión del programa fue interrumpida sin explicación por parte de sus responsables, afirmó el diario Hurriyet en su edición internet.

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